EL FANAL
Los viejos problemas de la calle Lagasca y adyacentes
EDUARDO
En más de una ocasión y desde hace años nos hemos referido aquí al problema suscitado en la calle Lagasca y adyacentes de nuestra ciudad. Ya sabe, unos quieren marcha y la mayoría de los vecinos prefieren dormir tranquilos. Los problemas comenzaron a producirse los sábados por la noche y posteriormente se extendieron también a jueves y viernes.
En todo caso, entiendo que no es bueno sacar las cosas de quicio por ninguna de las partes en conflicto y desde la serenidad y el sentido común, --no siempre el más común de los sentidos--, se puede solucionar el problema sin trauma alguno. Existe una ley que, por definición, unos y otros deben cumplir y a partir de ahí, cada palo que aguante su vela. Posiblemente, si el problema se hubiera afrontado tiempo atrás, no hubiéramos llegado aquí.
En todo caso, entiendo que no es bueno sacar las cosas de quicio por ninguna de las partes en conflicto y desde la serenidad y el sentido común, --no siempre el más común de los sentidos--, se puede solucionar el problema sin trauma alguno. Existe una ley que, por definición, unos y otros deben cumplir y a partir de ahí, cada palo que aguante su vela. Posiblemente, si el problema se hubiera afrontado tiempo atrás, no hubiéramos llegado aquí.
El Mundo
Los vecinos de Lagasca y adyacentes se constituyen hoy como asociación
C. Capilla
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