Levante
Carta abierta al alcalde de Castelló.Vicente Traver de Juan
Mediterráneo
LA ASOCIACIÓN VECINAL RAVAL DE LA TRINITAT PRESENTARÁ EL LUNES UNA QUEJA.
Collas sin censar provocan altercados de madrugada
Vecinos alertan de que los jóvenes gritan y destrozan mobiliario urbano.
16/02/2008 DAVID PÉREZ
http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=359305
La Asociación de Vecinos Raval de la Trinitat presentará el próximo lunes una queja escrita en el registro municipal para denunciar los altercados nocturnos que provocan cada fin se semana, desde hace varios meses, los miembros de algunas collas ubicadas en plantas bajas de las calles Navarra, San Francisco y plaza Mallorca. "Son grupos no inscritos en la Federación de Collas, que ocupan locales alquilados y no respetan las horas de descanso", denunciaron ayer a Mediterráneo fuentes del colectivo.
Todos los viernes y sábados por la noche se repite la misma escena. Gritos, sonoros golpes a mobiliario urbano o acelerones de ciclomotores constituyen las habituales molestias que soportan los vecinos de estas céntricas calles de Castellón.
Desde la Asociación Castelló Sense Soroll avalaron también las quejas del Raval de la Trinitat. Según afirmaron fuentes del colectivo, las "juergas nocturnas se repiten cada fin de semana" y acaban, los días más extremos, "en incendios como el que se registró en una planta baja de la calle Pescadores, donde se quemó el local que ocupaba una colla". Las mismas fuentes aseguraron que, el pasado mes de octubre, 30 vecinos de la calle Obispo Salinas y la plaza Obispo Pont i Gol presentaron una instancia en el registro municipal "pero no han recibido respuesta".
Las citadas fuentes de Castelló Sense Soroll aseguraron que el pasado sábado, a raíz de las quejas telefónicas de un vecino a altas horas de la madrugada "por las juergas de un grupo de chicos de unos quince años", se personó una patrulla de la Policía Local "pero no pudo hacer nada, las broncas en la calle son continuas", concluyeron.
La Policía Local asegura que no tiene constancia de estas quejas vecinales
16/02/2008
http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=359304
Desde la Policía Local de Castellón aseguraron ayer no tener constancia de ninguna denuncia por escrito sobre la existencia de altercados nocturnos repetidos en algunas calles céntricas de la capital durante todos los fines de semana.
Las citadas fuentes consultadas por este periódico aseguraron que se ha preparado un dispositivo especial de vigilancia policial para evitar incidentes durante las próximas fiestas de la Magdalena, al tiempo que pidieron la "colaboración ciudadana" para garantizar que todas las collas, tanto si están federadas como si no, respetan el necesario descanso de los vecinos.
Las Provincias
La presión policial contra el botellón dispersa a mil jóvenes entre Tarongers y las zonas de ocio
La práctica de beber en la calle en Valencia y Alicante es cada vez menos multitudinaria pero se da en más zonas
17.02.2008 - BEATRIZ LLEDÓ/N. NAVARRO - VALENCIA
La una de la madrugada del viernes y los jardines del río Turia, que prometían convertirse en escenario de una multitudinaria reunión de jóvenes para beber en la calle, presentaban la misma imagen tranquila que cualquier otra noche. Lo inusual eran los destellos azules procedentes de las luces de una decena de patrullas del Cuerpo Nacional de Policía en todos los accesos.
Eso y la presencia de agentes de Policía Local barriendo la zona eran motivo suficiente para ahuyentar a los jóvenes que poco a poco se iban acercando al macrobotellón. La cita, convocada a través de internet desde hace más de un mes, era en la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
"Si vemos que hay mucha seguridad nos vamos de aquí", aseguraba Álex, un estudiante de Bachillerato. Y así fue. El asedio policial logró su cometido y evitó el macrobotellón del río. Pero ni Álex ni el resto de valencianos que llegaban allí estaban dispuestos a que el amplio dispositivo policial desplegado les arruinara la noche.
Comenzaron entonces los mensajes de móvil y las llamadas avisándose unos a otros de las medidas establecidas en el lugar. Aún así, algunos seguían aproximándose a la zona para valorar cómo estaba la situación aunque la mayoría pasaban de largo con sus coches para ir a otras zonas donde la práctica del botellón es habitual. "He pasado por la Ciudad de las Artes y al verlos me he venido hacia Tarongers. Además, un compañero ya nos había avisado de que la policía estaba por ahí", comentó Carlos, un joven de Valencia.
Conforme avanzaba la noche, el campus universitario atraía cada vez a más gente. Hasta un millar de jóvenes llegaron a congregarse allí, según fuentes de la Policía Local. También en otros puntos de la ciudad como Juan Llorens y el barrio del Carmen.
Pero el dispositivo diseñado conjuntamente entre Policía Nacional y Local se reorganizó y se desplazó hasta la zona de universidades para controlar que no se practicara botellón.
Establecieron controles en diversos lugares de acceso al campus, como la zona de Serrería y en la calle Clariano. En total, se practicaron 42 pruebas de alcoholemia, en las que cinco conductores dieron un resultado positivo.
"Yo estuve hasta las cinco de la mañana y había un montón de gente. Los agentes estaban cerca haciendo controles de alcoholemia pero no nos dijeron nada", comentó Adrián, otro joven que no desistió de celebrar el fin de exámenes. Al final de la noche los agentes habían identificado a 116 personas. Además, se intervinieron14 armas -navajas, porras y palos- así como drogas. Sin embargo, no se realizó ninguna detención aunque sí que se impusieron dos multas en los jardines del Turia.
Y es que el objetivo de los efectivos policiales era más frenar a los jóvenes para que no bebieran a través de los controles que comenzar a decomisar botellas alcohólicas. Horas antes, en la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, se incautaron 24 envases pertenecientes a los pocos que se acercaron allí al principio de la noche y que, más tarde, partieron hacia otros lugares.
Otras zonas de ocio como la de Juan Llorens también congregaron a numerosos jóvenes. Es otro de los puntos típicos para hacer botellón cada fin de semana, una práctica que se repite en varios lugares de la Comunitat. En todos ellos, la práctica de beber en la calle reúne a pequeños grupos -no más de 15 ó 20 personas- pero que se reparten entre varios puntos de la localidad.
En Alicante, la mayoría optan por zonas del mercado, el casco antiguo, el teatro y el puerto. En Sagunto, los puntos de botellón también está bien definida. Los jóvenes se agrupan en grupos reducidos en torno a una zona de aparcamiento cercana a unos cines en el Puerto de Sagunto próximos a una zona de ocio.
En otros luhares como Xàtiva, los estudiantes optan por los parkings de las discotecas para beber pero no lo hacen en el municipio. Tampoco es una costumbre en Torrent o Castellón. Allí, los castellonenses sólo beben en la calle en fechas concretas como en la fiesta de inauguración de la UJI. Además, algunos jóvenes acuden con su coche los fines de semana a los alrededores del Palacio de Congresos para hacer botellones esporádicos.
Levante
urbanismo
El Guantánamo de Torrent
"Es un abuso y una dictadura". Vecinos del Vedat de Torrent han denunciado que, desde hace un año, se sienten cercados las obras de construcción de más de 400 chalés unifamiliares junto a sus viviendas.
Isabel Olmos, Torrent
http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3815_12_407631__Comarcas-Guantanamo-Torrent
Los trabajos -ubicados en la urbanización Santa Apolonia- comenzaron en 2007 y el fin está previsto para finales de 2009: tres años completos de excavaciones, camiones, ruidos y, lo que es peor para ellos, supresión de viales para poder entrar en sus viviendas. De hecho, llevan un año sin poder entrar con el coche en sus casas.
Según han explicado los afectados a Levante-EMV "nos están encerrando sin más accesos que el peatonal, en contradicción de lo que establece la ley. Vivimos como los reclusos de Guantánamo, entre rejas y sin que puedan llegar hasta nuestras casas los servicios de urgencias y emergencias y mucho menos nosotros con nuestros propios vehículos". Como ejemplo, los vecinos explican que más de una vez, al llegar a casa, "nos hemos encontrado con dos vallas hormigoneadas que impedían el paso tanto de vehículos como a pie. Es decir, ¡que no podíamos acceder a la casa!" por lo que han tenido que recurrir a la Policía Local de Torrent. "Los agentes no se creían lo que estaban viendo. Fueron a hablar con el responsable y al volver nos recomendaron que no nos metiéramos en líos", añaden.
Además de no poder entrar sus vehículos en casa desde hace un año, los vecinos sufren constantes perforaciones y extracciones de tierra y han contabilizado hasta "más de cien camiones diarios cargados de arena" frente a su vivienda. También denuncian que está cortada la salida a la autovía Torrent-Valencia así como la del canal por lo que "hay vecinos que tienen que ir hasta Picassent para poder conectar con la A-7".
El concejal de Tráfico, Santiago Miquel, ha explicado que el epicentro del problema se vivió en agosto y que desde entonces no tiene noticias de "haya pasado nada más sino que, al contrario, todo está tranquilo". Según ha manifestado Miquel, cuando recibió las quejas ordenó la paralización de los trabajos durante 24 horas e impuso un itinerario alternativo a los camiones "que están cumpliendo sin problema".
Weblogs Medioambiente y Ciencia
De nuevo el ruido en la ciudad
Enviado el lunes, 18 de febrero de 2008 2:19
http://weblogs.madrimasd.org/medioambiente/archive/2008/02/18/84719.aspx
Ayer, domingo, a las 19:00, unos chiquillos empezaron a jugar en la calle de todos con unas motillos que levantan un palmo del suelo. Hacen un ruido de unos 100 dB, y no queman el aceite de lubricación que llevan en la gasolina, de manera que el aire a su alrededor es esencialmente aceite vaporizado.
No sirve de nada llamar a la policía, puesto que para cuando ésta llega con sonómetros (¿media hora?) a los chiquillos se les ha acabado el combustible, o se llevan las motos a casa al verlos venir.
No entienden esos chiquillos, y sus padres, que el ruido es la misma agresión física que un puñetazo en la cara. Éste se considera agresión, pero un puñetazo real en los tímpanos no se considera ofensa, siendo sin embargo mas dañino y duradero.
¿A quien protestar? El sistema parlamentario o de ayuntamientos que tenemos no considera que los diputados a cortes, o a los ayuntamientos, sean representantes nuestros: Son solo representantes de los partidos a que pertenecen.
Tenemos que vivir con agresiones físicas permanentes por la razón de que los padres de la patria no sabían que el ruido es una tal agresión, y porque, en nuestro sistema "democrático" no tenemos ningún representante nuestro en los gremios que nos gobiernan.
Correo Farmacéutico
El ruido durante el sueño eleva la presión sanguínea
El ruido durante el sueño eleva la presión sanguínea (PA), según un estudio en 140 voluntarios que vivían cerca de aeropuertos y que publica el último número de European Heart Journal.
CF 18/02/2008
http://www.correofarmaceutico.com/edicion/correo_farmaceutico/medicina/es/desarrollo/1090168.html
El trabajo, que firma entre otros el Imperial College de Londres (Reino Unido), muestra que la PA aumenta tras experimentar un evento ruidoso (superior a 35 decibelios) incluso cuando no llega a despertar, y que el efecto depende de la intensidad del ruido y no de su origen. Los voluntarios registraron incrementos medios en la presión sistólica de 6,2 mmHg y de 7,4 mmHg en la diastólica, y no se presentaron variaciones significativas si el sonido procedía de un avión, una carretera o el ronquido de la pareja. Además, por cada 5 decibelios que aumentaba el ruido, la presión sistólica se elevó 0,6 mmHg.
Los investigadores estudian ahora si la combinación de contaminación acústica y ambiental aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca.
Doi:10.1093/eurheartj/ ehn013.
ABC
Un pub sevillano deberá pagar por los ruidos 9.000 euros a los vecinos
ABC - SEVILLA.
http://www.abc.es/20080218/prensa-sevilla-sevilla/sevillano-debera-pagar-ruidos_200802180309.html
Un pub de Sevilla ha sido condenado a indemnizar con 9.000 euros a los vecinos que sufren sus ruidos y a suspender su actividad hasta que no lleve a cabo las medidas de aislamiento sonoro necesarias. El juzgado de primera instancia 1 ha condenado al pub, situado en la zona de Nervión, a «ejecutar a su costa las medidas correctoras necesarias de insonorización que impidan de manera efectiva la inmisión de ruidos y vibraciones en los elementos comunes y en las viviendas» de la Comunidad de Propietarios demandante.
Además, según la sentencia facilitada a Efe, las obras de aislamiento deben iniciarse en el plazo de un mes y estar ejecutadas en tres meses, y mientras tanto el bar deberá suspender su actividad.
El condenado es un pub que funciona como discoteca, que además deberá indemnizar en 9.000 euros a la Comunidad de Propietarios «por los daños y perjuicios sufridos» y hacerse cargo del pago de todas las costas judiciales.
El local fue demandado en virtud de la Ley Orgánica del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, que obliga a los poderes públicos a adoptar «todas las medidas necesarias para poner fin a la intromisión ilegítima de que se trate y restablecer al perjudicado en el pleno disfrute de sus derechos, así como para prevenir o impedir intromisiones ulteriores».
La sentencia se ha dictado tras analizar los informes de un perito privado y de la Policía Local de Sevilla que certificaron que el local tenía emisiones de ruidos por la noche muy superiores a los autorizados legalmente.
Contaminación acústica
Nervión es una de las zonas de Sevilla capital más saturadas acústicamente, además de por la circulación, por la proliferación de pubs y bares. El tráfico, no obstante, es el gran generador del ruido en la ciudad, mucho más que otras actividades que concentran la mayor parte de las denuncias de la Delegación municipal de Medio Ambiente. El 78,2% de la contaminación acústica de Sevilla viene generado por la circulación. Después del tráfico, son las actividades comerciales y de ocio las más contaminantes, ya que dan lugar al 8,9% del total.
La Opinión Coruña
EDITORIAL
`Botellón´ y derecho a la seguridad y al descanso
La Opinión A Coruña
El intolerable asalto nocturno a un edificio de la plaza de Santa Catalina que protagonizaron varios jóvenes participantes en el botellón ha servido como detonante para recuperar las movilizaciones ciudadanas en demanda de seguridad y del derecho al descanso teóricamente garantizado por la legislación vigente.
La reciente aprobación del anteproyecto de la denominada Ordenanza local para regular la convivencia y el ocio en el espacio público de la ciudad de A Coruña, cuya tramitación está en la fase de alegaciones, no ha servido para calmar la indignación vecinal ante los incidentes generados por el consumo masivo de alcohol durante la noche en diferentes zonas públicas de la urbe.
Lo que el Concello define como "un modelo de ocio alternativo y un modo novedoso, en tanto al número de personas implicadas, de socialización de la juventud", es para los vecinos afectados "un fenómeno antisocial" y por eso exigen que se prohíban las concentraciones nocturnas en que las bebidas alcohólicas se ingieren en gran cantidad.
El alcalde insiste en una posición equidistante con la que pretende "garantizar tanto el derecho de las personas al descanso como el derecho y necesidad de disfrute de la juventud y de la población en general". Sin embargo los vecinos le han pedido reiteradamente que haga prevalecer la seguridad y el descanso ciudadano durante la noche. No es una petición caprichosa, es una demanda más que justificada y que amparan las leyes, en las que se especifican sanciones por ruidos nocturnos, por ensuciar la ciudad o por generar situaciones que afecten a la salud general.
Lo ocurrido en los últimos días es la historia de un problema mucho más que anunciado. Mientras el Gobierno municipal buscaba la cuadratura del círculo con su célebre sentencia de que "los jóvenes podrán hacer botellón si dejan descansar a los vecinos", la realidad se encargaba de demostrar lo absurdo de esta pretensión.
El asalto a un edificio de Santa Catalina, con vaciado de un extintor contra la puerta de una vivienda situada en la séptima planta, aporreo del resto de los pisos, vómito dentro del edificio y restos de bebidas en el interior del inmueble, es lo que el socialista Florencio Cardador, concejal de Seguridad Ciudadana, y el nacionalista Henrique Tello, primer teniente de alcalde, coinciden en definir como "hecho aislado y puntual", en un afán de quitar importancia a lo ocurrido e intentar demostrar que la mayoría de los asistentes al botellón no crean problemas. Es una postura parecida a la del alcalde, que llamó delincuentes a los asaltantes y pidió que se les ponga a disposición de la justicia, pero los desvinculó de quienes "utilizan la calle".
El suceso de la céntrica plaza coruñesa es una cuenta muy llamativa en un rosario de actos vandálicos que van del destrozo de portales de viviendas y fachadas de comercios al incendio de contenedores subterráneos o ataques al patrimonio histórico, y que se reparten tanto por Santa Catalina como por la Ciudad Vieja o los alrededores de la plaza del Humor.
No son hechos aislados sino una secuela más de un problema que el Concello se empecina en minimizar pero que los vecinos denuncian con contundencia.
Es evidente que los responsables de la violencia y las agresiones son una minoría de los miles de jóvenes que participan en el `botellón´, pero el problema está en que la propia naturaleza de las concentraciones en céntricas vías públicas y el protagonismo del alcohol genera unos efectos inevitablemente negativos para los ciudadanos que los padecen.
El Gobierno local debe atender con interés las alegaciones a la futura ordenanza del botellón y aplicar soluciones efectivas y no meros brindis al sol. El asalto "puntual" de Santa Catalina supone un precedente que implicará serias responsabilidades para los gestores políticos si en el futuro se repiten situaciones similares con consecuencias imprevisibles en su gravedad.
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