Granada Digital
Silencio, se divierten
Una discoteca sevillana implantará mañana de forma pionera en la ciudad la 'fiesta silenciosa'
01/02/2008 - EP
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La discoteca 'Obbio la Sala Club', ubicada en la calle Trastamara, en el entorno de la estación de autobuses de Plaza de Armas de Sevilla, implantará de forma pionera en la capital hispalense mañana el concepto de 'fiesta silenciosa', medida cuya aplicación supondría la finalización de las molestias por excesos de ruidos en locales de ocio.
Según informó a Europa Press el dueño de la sala, Miguel Muñoz, el mecanismo consiste en el suministro a los clientes del local de auriculares inalámbricos, conectados por láser a una fuente emisora de radio control, con la que se permite "silenciar diferentes eventos en recintos abiertos y cerrados".
Esta experiencia, novedosa en Sevilla aunque ya aplicada en otras ciudades de España como Burgos, Mallorca, Alicante o Barcelona --la idea surge de una empresa malagueña, La Fiesta Silenciosa S.L., que organizó el primer evento de estas características el 25 de diciembre de 2005 en Torre del Mar (Málaga)--, obedece, según Muñoz, a una "preocupación por el derecho al descanso de los vecinos y el medio ambiente".
De hecho, el dueño de 'Obbio la Sala Club' indicó que la idea de los tres malagueños, propietarios de la patente y los derechos de explotación de una idea reconocida con el premio a la mejor idea empresarial de 2006, es "demostrar su viabilidad en el resto del país".
Muñoz, asimismo, desveló que el único punto conflictivo de la idea es el uso de los cascos, tanto por la poca disposición que pueda existir para ello como por la ingente cantidad de cascos de las que hay que disponer --para la primera noche, cifró en unos dos centenares las unidades que se pondrán al servicio de la clientela--, si bien el posible convenio de la empresa con la multinacional alemana Sennheiser, que tiene como producto estrella el auricular, "abarataría el coste de los mismos y los haría más asequibles para los locales que estuvieran interesados en comprar la idea".
Según apuntan sus promotores, "es todo un acierto aplicar la música a una colectividad pero de forma individualizada, única, intransferible, interna y silenciosa". De esta manera, "prima la comunicación sobre el ruido" y se asegura el divertimento de los clientes, la buena comunicación --los usuarios podrían quitarse los auriculares cuando quisieran para conversar-- y el descanso de los vecinos.
Y es que, según La Fiesta Silenciosa S.L., esta forma de ocio "de cuarta generación" supone un "surrealismo mágico", una "evasión magnífica" y un "gran encanto".
La Opinión Coruña
El Concello de Pontevedra limita el `botellón´ más que el de A Coruña
El Gobierno local pontevedrés, también en manos de los socialistas y los nacionalistas, establece restricciones más severas y menciona los `botellódromos´ en su normativa.
Pablo López.A Coruña
El Concello de Pontevedra, dirigido por el BNG con el apoyo del PSOE, aprobará una ordenanza antibotellón más restrictiva que la elaborada por el Gobierno local de A Coruña, con alcalde socialista apoyado por los nacionalistas, ya que prohibirá el consumo de alcohol en la vía pública durante las 24 horas del día, y no sólo entre las 23.00 y las 07.00 horas.
La ordenanza coruñesa generó el descontento de los vecinos afectados, que opinan que la mención a la franja horaria es innecesaria y que las restricciones deberían aplicarse con carácter general. El Ayuntamiento pontevedrés, sin embargo, evitará esta crítica, ya que velará por el descanso de los vecinos durante toda la jornada.
Otro de los matices que diferencian a ambas normativas municipales es la relación que cada una de ellas establece entre el alcohol y las ruidosas concentraciones en las calles y plazas.
El Gobierno local de Pontevedra expone que será ilegal la presencia de bebedores en el espacio público y establece así una relación de causalidad inequívoca entre las concentraciones y el consumo de alcohol. "Queda prohibida la permanencia y concentración de personas en las vías y zonas públicas consumiendo bebidas", dice el anteproyecto de la futura norma pontevedresa.
La ordenanza de A Coruña, por el contrario, menciona las concentraciones con carácter general y se limita a matizar, después de enunciar la norma y al final del artículo, que se prestará una especial atención a aquellas "que sean en torno al alcohol".
A pesar de estas diferencias, ambas normativas coinciden al explicar que sólo se prohibirá el botellón cuando el fenómeno altere la convivencia ciudadana. De hecho, las dos incluyen un léxico similar para intentar definir las concentraciones que estarán sujetas a la legislación municipal.
El Ayuntamiento de Pontevedra deja abierta la posibilidad de habilitar botellódromos, a los que dedica íntegramente el artículo 4 de la ordenanza. "El Concello podrá establecer o definir espacios alternativos donde se admita la permanencia y concentración referida", dice el texto.
La ordenanza coruñesa, a pesar de que varios concejales nacionalistas apoyaron públicamente la creación de espacios especiales para beber, omitió cualquier mención a este tipo de recintos en el texto normativo.
El preámbulo de la ordenanza coruñesa, considerado "un insulto" por los residentes, presenta el problema como "un modo novedoso de socialización de la juventud", aunque explica que este "ocio alternativo" resulta perjudicial para los vecinos.
El texto de Pontevedra utiliza un léxico más preciso y define el botellón o garrafeo, como un fenómeno "sociológico", palabra que a pesar de tener la misma raíz que "socialización", tiene un significado totalmente diferente.
Al mencionar el consumo de alcohol en la calle como un fenómeno "sociológico", el Gobierno local de Pontevedra explica que su origen está en los comportamientos grupales de los individuos que integran la sociedad. La palabra, por tanto, hace referencia a las causas y no a los fines.
El Gobierno de A Coruña, sin embargo, presenta el fenómeno como un medio que utilizan los jóvenes de la ciudad para relacionarse entre sí. Esta definición refleja la opinión del propio Javier Losada, que varios meses antes de la aprobación de la ordenanza y durante una reunión con estudiantes universitarios, calificó el botellón como "una nueva forma de convivencia".
Faro de Vigo
El BNG defiende controlar el botellón y no descarta multas como en Pontevedra
A. MÉNDEZ / VIGO
Pontevedra se ha lanzado y ahora le toca a Vigo mover ficha y traducir lo que hasta el momento ha sido una declaración de intenciones sobre el control de los problemas que genera el botellón en una ordenanza municipal similar a la que el pasado miércoles se presentaba en la ciudad del Lérez. El grupo municipal del BNG ha tomado nota de la iniciativa de sus vecinos y ayer mismo la concejala de Xuventude, Iolanda Veloso, resaltaba que "la filosofía y el fondo de la normativa presentada en Pontevedra es coincidente con lo que nosotros planteamos".
La edil nacionalista defiende como "muy interesante" la regulación planteada en la capital de la provincia y no descarta copiar alguno de sus diez artículos para redactar la normativa local. Eso sí, advierte de que en Vigo todavía no se inició el proceso de redacción de la ordenanza, que decidirá sobre la inclusión de sanciones económicas para quienes sean sorprendidos ingiriendo alcohol en la vía pública.
El establecimiento de un régimen de multas de hasta 3.000 euros para los responsables del botellón es la medida más polémica de la regulación pontevedra. Hasta el momento, en Vigo no se ha debatido la posibilidad de sancionar económicamente a los jóvenes que se reúnan para beber pero Veloso advierte de que "esa posibilidad no se debe descartar".
Evolución de su postura
Su cautela no disimula la ahora clara intención del BNG de "intervenir" para garantizar el descanso de la población. Nada más llegar al gobierno, los concejales nacionalistas abogaban por "no criminalizar" el fenómeno del botellón, pero en el mes de noviembre el propio teniente de alcalde, Santiago Domínguez, se rendía ante la evidencia e instaba a suprimirlo en zonas habitadas como Joaquín Loriga, O Berbés y Plaza de Portugal.
Desde ese momento se habló de "poner limitaciones" a las concentraciones masivas de jóvenes y alcohol y ahora se habla abiertamente de intervenir "para solucionar una situación grave para muchos vecinos".
La intención de los nacionalistas es evidente pero el problema surge a la hora de articular soluciones. Los concellos son los responsables de limitar la práctica del botellón y en Vigo incluso se anunció en noviembre la puesta en marcha de una comisión para redactar el texto de una ordenanza sobre la materia.
Dos meses y medio después, nada se ha avanzado en la regulación del problema y la comisión ni siquiera se ha constituido. Iolanda Veloso aseguraba ayer que su partido "solicitó poner en funcionamiento la comisión, pero corresponde a la Alcaldía el convocarla oficialmente y todavía no se nos ha llamado".
´La futura ley gallega va en esa línea´, señala ´Alborada´
"Pontevedra se ha adelantado a lo que en unos meses será regla general en la comunidad". El director de la asociación ciudadana de lucha contra la droga en Vigo "Alborada", Jesús Cancela, defiende la valentía de la corporación pontevedresa al prohibir concentraciones para beber y la venta de alcohol en la vía pública y advierte además de que "la futura ley gallega de drogodependencias incidirá en esa misma línea". El texto definitivo se espera para antes de verano y cuando se anunció, en noviembre, la conselleira de Sanidade, María José Rubio, ya planteó la posibilidad de limitar la ingesta de alcohol en la calle y prohibir su venta a partir de una hora determinada, como en Cangas.
Pese a las críticas que puedan surgir por la regulación de reuniones en espacios públicos, Cancela asegura que "no se restringe el derecho de reunión" y, en todo caso, "igual que se obliga a usar el cinturón y el casco, las administraciones tienen la obligación de cuidar de la salud de los ciudadanos también ante las drogodependencias".
Dada la presencia mayoritaria de menores de edad en los botellones gallegos, el director de "Alborada" concluye que su regulación "tendrá muchas más ventajas que inconvenientes", ya que dificultará el acceso de menores a la bebida y reducirá su ingesta a locales de hostelería, donde "cualquier problema es más fácil de controlar".
Colectivos vecinales presentan 3.000 firmas para respaldar la ordenanza del ´botellón´
Los vecinos realizaron la recogida de firmas en la plaza de A Peregrina.
F. M. / PONTEVEDRA
Tanto la Federación de Vecinos "Castelao" como "Boa Vila" manifestaron ayer su apoyo a la regulación del "botellón" con una normativa municipal, así como la supresión de esta actividad en el Campillo de Santa María. Representantes del primer colectivo y del comercio de Zona Monumental respaldaron a la asociación de vecinos "Santa María" del Campillo, que ayer presentó en el ayuntamiento 3.000 firmas en apoyo de la iniciativa del concejal de Seguridade, el nacionalista Guillerme Vázquez, para regular este fenómeno mediante una ordenanza.
La presidenta de "Santa María", Pilar Señoráns, matizó que este colectivo vecinal no defiende el mero traslado del "botellón", sino que se articule "una alternativa de ocio para los jóvenes que no se reduzca a la botella". En la misma línea, la presidenta de la Federación de Vecinos "Boa Vila", Mari Luz Fernández, manifestó su apoyo a la ordenanza municipal porque "beber en la calle vulnera la convivencia ciudadana y los vecinos tienen derecho al descanso". Añade además que "tenemos unos jóvenes que como sigan así carecerán de valores porque en su gran mayoría su único objetivo es beber para colocarse".
Rafael Oubiña, de la asociación de vecinos "Santa María", defendió al presentar las 3.000 firmas la asignación de una ubicación determinada para los jóvenes que quieran reunirse para divertirse. "Queremos acabar con la molestia que conlleva el fenómeno de la ocupación de vías públicas durante la noche, pero también que los jóvenes dispongan de su propio espacio", indicó Oubiña.
"Río Lérez"
Por su parte, la asociación de vecinos "Río Lérez" manifestó, a través de su presidenta Pilar Lavía, la preocupación que existe en este colectivo por la ubicación que el concejal de Seguridade baraja para las reuniones juveniles. Se trata del parque de Rosalía de Castro, ante el barrio de Santa Clara pero al otro lado del río, que la asociación vecinal considera inapropiado para el encuentro nocturno de los jóvenes.
Temen además -explicó Lavía- que los jóvenes no crucen el río para reunirse en ese emplazamiento, sino "que se queden a medio camino", es decir, en su barrio. Esta asociación vecinal es recelosa con el nuevo emplazamiento del "botellón" porque los residentes de Santa Clara y Cruz Bermella también llevan muchos años padeciendo las molestias de la "movida" nocturna, como explica Pilar Lavía.
Todos los colectivos vecinales están convocados a una reunión que se celebrará hoy, a las 17.30 horas en el concello, para explicar y debatir la nueva ordenanza. Sus portavoces han sido citados por el concejal de Seguridade, para darles a conocer el contenido de la normativa y recabar sus opiniones.
En conjunto, los colectivos vecinales han instado al alcalde y a su equipo de gobierno a que, "con la mayor premura posible ponga en marcha las medidas que le corresponden, tanto de tipo legal como de logística, e incluso actividades en coordinación con los departamentos de juventud" para solventar los problemas derivados de este fenómeno.
"Se trata de que el botellón quede erradicado definitivamente del lado de las viviendas y comercios de la ciudad, y que la juventud cuente de una vez con su propio espacio, adecuado a la idea de salud, libertad y convivencia ciudadana", explicaron los vecinos que ayer presentaron las firmas. Éstas han sido reunidas en sólo tres días de campaña, por lo que los promotores de la iniciativa aseguran que podrían haber sido muchas más si dedicasen más tiempo a recogerlas. Las 3.00 firmas son "simbólicas" -explicó Pilar Señoráns-, y representan la amplia mayoría social que demanda una solución a este problema.
Además de la mayor parte de los colectivos vecinales, cabe recordar que también los otros grupos municipales de la corporación (PSOE y PP) se han pronunciado a favor del traslado del "botellón" y de la regulación de la convivencia en la calle a través de una normativa específica.
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