El Mundo
Castelló Sense Soroll duda de las mediciones del mapa acústico “iniciadas”
C.C./M.S.
Levante
Sense Soroll pide al alcalde que actúe contra el ruido y el consumo de alcohol en las tascas.
La plaraforma reclama la declaración de Zona Acústicamente Saturada de SantaClara.
J. Mestre.
El ayuntamiento crea un ente gestor de la contaminación acústica
El organismo coordinará varios servicios
S. G., Valencia
El Ayuntamiento de Valencia contará con un órgano gestor de la contaminación acústica, integrados por los técnicos de los distintos servicios municipales implicados. Con una de las ciudades más ruidosas de Europa y tras sufrir varios varapalos en los tribunales de justicia, el equipo de gobierno de la alcaldesa Rita Barberá se ha puesto a trabajar en el mapa del ruido de la ciudad y tiene en trámite la nueva ordenanza.
En medio de todo este proceso -el mapa del ruido se encuentra en fase de alegaciones- la delegada de Contaminación Acústica y Laboratorio Municipal, Lourdes Bernal, llevó ayer a junta de gobierno la propuesta de creación de este órgano para coordinar todos los esfuerzos en la lucha contra el ruido.
Según Bernal «la limitación del ruido, la prevención y la corrección de la contaminación acústica es motivo de especial interés para esta delegación. No obstante, sobre el ambiente inciden diariamente diversos focos de emisiones sonoras que evidencian la necesidad de considerar el ruido ambiental como producto de múltiples emisiones que afectan a diversas áreas de esta administración local» .
El gobierno municipal está centrado en atacar el ruido de los aviones a su paso por la ciudad y en esta línea está tomando más mediciones y exigiendo la revisión del mapa del ruido. Sin embargo, vecinos como los del Carmen o Juan Llores -que siguen pendientes de la declaración de ZAS, la segunda decidida por los tribunales pero pendiente de implantar y la segunda demandada también en el TSJ- y el PSPV desde la oposición echan de menos que se afronten las molestias derivadas del ocio nocturno.
Compromiso
El Consell aprobará esta legislatura la ley contra la polución lumínica
La Comunitat Valenciana tendrá antes de que concluya esta legislatura autonómica una ley contra la contaminación lumínica. Ése es el compromiso de la Generalitat, que han confirmado fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, que ha retomado la redacción del texto de la ley que se inició hace algunos años pero no llegó a prosperar.
Vicente Aupí, Valencia El objetivo del departamento de José Ramón García Antón es que la ley entre en vigor antes de que concluya la legislatura, lo que convertirá a la Comunitat Valenciana en la cuarta autonomía con una norma sobre esta materia, que ya han puesto en marcha anteriormente Canarias, Cataluña y Baleares.
El área metropolitana de Valencia y otras zonas de la Comunitat han formado en los últimos años uno de los mayores focos de contaminación lumínica en España. Según Fernando Ballesteros, del Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia, este derroche «puede rondar el 40% del gasto energético de una población» , cuyo dinero sale directamente de las arcas municipales.
El observatorio, al verse afectado por la expansión incontrolada de los focos de luz en la franja litoral, tuvo que trasladar su sede al término de Aras de los Olmos, a unos 100 kilómetros de Valencia, pero si continúa el proceso actual, en el plazo de unos años ni siquiera se podrá observar desde allí.
El director del observatorio, Vicent Martínez, recuerda junto a Ballesteros, que en el cielo de Valencia y las zonas urbanas han dejado de verse la Vía Láctea y la mayor parte de las estrellas que se podían observar décadas atrás. Pero ambos apuntan que el problema ya excede el ámbito astronómico y se ha convertido en una cuestión ambiental y económica que afecta tanto al gasto en la factura energética como al impacto en la atmósfera y los seres vivos, como acreditan los informes elaborados en los últimos años por instituciones como la ONU y la NASA.
Ballesteros apunta que la solución es factible: «Se trata de sustituir las farolas que emiten luz en todas direcciones por otras que sólo la proyecten hacia abajo» . Aunque pueda parecer complicado, la técnica ya está implantada y en algunos casos únicamente requiere la instalación de «un sombrerete espejado que evite las pérdidas de luz hacia arriba y que concentre la emisión hacia abajo» . Así, al duplicar la cantidad de luz que la farola emite hacia abajo, sólo sería necesaria una bombilla con la mitad de potencia, lo que reduce el gasto energético a eso, a la mitad. Ballesteros añade que «el coste de las modificaciones quedaría amortizado de sobra por el propio ahorro que supone el menor gasto eléctrico» .
La lucha contra la contaminación lumínica se ha sumado, además, a las iniciativas actuales para reducir las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero que pueden favorecer el calentamiento global.
Las Provincias
La policía multa en Valencia a 300 motoristas en una noche
04.11.07 -
La Policía Local de Valencia ha denunciado a 300 conductores en un dispositivo especial de control de los motoristas puesto en marcha con motivo de la celebración este fin de semana del Gran Premio de la Comunitat Valenciana en el circuito Ricardo Tormo de Cheste.
Fuentes policiales han explicado que durante la tarde-noche del viernes y la mañana de ayer sábado agentes de la Policía Local han efectuado casi 4.000 controles en los puntos de entrada a Valencia (avenida del Cid, la CV-35 y los bulevares Norte y Sur) y en zonas de ocio como el barrio del Carmen, Cánovas y Juan Llorens.
El objetivo de este dispositivo ha sido que los motoristas no alcanzaran grandes velocidades y que no se registrara un exceso de ruido que perturbara el descanso a los vecinos.
Los agentes han dado el alto de forma aleatoria a un total de 3.943 motoristas, de los que 251 han sido denunciados por no llevar el casco, no tener en regla los papeles del seguro o superar el nivel de ruido permitido, entre otras causas.
Además, los agentes han denunciado a 49 motoristas por cometer una "falta grave" (la mayoría por exceso de ruido) que ha llevado a los agentes a inmovilizar los vehículos que conducían.
Para recuperar las motos, los conductores tendrán que pagar el coste de una grúa que las trasladará a un taller donde serán reparadas y después revisadas de nuevo.
Troposfera
Calidad Aire:
Valencia crea un ente gestor de la contaminación acústica
Enviado el Sábado, 03 noviembre a las 20:58:22 por troposfera
http://www.troposfera.org/modules.php?name=News&file=article&sid=2977
Ruido. El Ayuntamiento de Valencia contará con un órgano gestor de la contaminación acústica, integrados por los técnicos de los distintos servicios municipales implicados. Con una de las ciudades más ruidosas de Europa y tras sufrir varios varapalos en los tribunales de justicia, el equipo de gobierno de la alcaldesa Rita Barberá se ha puesto a trabajar en el mapa del ruido de la ciudad y tiene en trámite la nueva ordenanza.
El Periódico
POLÉMICA EN UN ÁREA DE OCIO
Conflicto en el barrio de Sants por las terrazas de la plaza de Osca
1. • El municipio otorga licencia a un bar, pero deniega el mismo permiso a otros cuatro
2. • Los locales al aire libre enfrentan a comerciantes y vecinos de la zona
DAVID PLACER / PATRICIA CASTÁN - BARCELONA
Discordia por una terraza. Algunos vecinos de la plaza de Osca, en pleno corazón de Sants, se enfrentan a los comerciantes, clientes y otros vecinos por la apertura o no de terrazas en uno de los lugares de ocio nocturno más populares del barrio.
El ayuntamiento otorgó en julio pasado licencia a un local, el Fo Bar, que solicitó permiso para colocar varias mesas. El ayuntamiento aprobó la solicitud, pero negó las peticiones idénticas que otros cuatro restauradores formularon semanas después. De hecho, hace ya seis años que no se daba licencia alguna en la zona. El ayuntamiento argumenta que algunos vecinos se quejan del ruido que produce la terraza y que, por tanto, no solo no permitirá la instalación de otras, sino que ha optado por "replantearse la situación" y, salomónicamente, no renovar la autorización de la única existente de cara al próximo año.
QUEJAS POR RUIDO
Pero los ruidos nocturnos en la plaza de Osca tienen un largo historial. Los vecinos de la zona exhiben desde hace años grandes pancartas en las ventanas y los balcones en protesta por el botellón, las guitarras y el ruido que producen grupos de jóvenes cada noche. Actualmente, ocho carteles se mantienen en las fachadas para pedir el derecho al descanso.
Los negocios de restauración de la zona siempre han anhelado la instalación de terrazas, pero el ayuntamiento se ha negado a dar permisos durante los últimos años por temor a generar descontento vecinal. Los comerciantes sostienen que la permanencia de terrazas en la plaza, y una mayor vigilancia de los restauradores de sus espacios, contribuirían a mejorar la imagen del lugar y a alejar a los grupos que supuestamente causan malestar.
La posibilidad de que el resto de los negocios de restauración también puedan obtener licencia ha incentivado este año la recogida de firmas de partidarios y contrarios a la medida. Los empresarios cuentan con más de 200 firmas de clientes, vecinos y comercios a favor de permitir mesas en la plaza. Otro vecino, molesto con la terraza, ha comenzado a recoger firmas contra la proliferación de estos espacios, según explican varios comerciantes de la zona.
COMPROMISO DE LIMPIEZA
De los seis establecimientos de restauración, cinco quieren la autorización. Dos barres y dos restaurantes han solicitado licencia de terraza, pero el ayuntamiento no ha contestado sus solicitudes. "No entendemos por qué se aprueba una petición y se niega el resto", afirma Eva Sanmartín, propietaria de un bar vecino. Lucio Tonello, encargado de otro negocio de restauración, cree que las terrazas implicarían un compromiso de los comerciantes en el mantenimiento y limpieza de los espacios reservados al comercio. "Sería una buena medida para esta plaza porque se alejaría el público que hace botellón y que causa molestias", sostiene.
Los vecinos consultados por este diario aseguran que más que las terrazas lo que genera irritación es la conducta incívica de los jóvenes que ocupan la zona los fines de semana y a diario durante el verano. "Es un exceso quejarse por una terraza, cuando cierran a medianoche y tenemos jóvenes que gritan toda la noche", dice Gema Bruño, vecina de la calle de Riego, a pocos metros de la plaza. "Si la Guardia Urbana controlara el botellón, no tendríamos tanto problema. Es normal que algunos no quieran más bares ni terrazas. En verano no se aguanta", opina Marga Fernández, otra vecina.
El distrito de Sants insiste en que las licencias de ocupación de la vía son "discrecionales" y el ayuntamiento "puede valorar elementos de interés público para autorizarlas o denegarlas". Con ese argumento, agrega un portavoz, "también se puede cambiar de criterio si se considera que vulnera otros derechos, como por ejemplo los de los vecinos".
La cuestión está en decidir en qué bando hay, en esta ocasión, más o menos perjudicados. El sector de la restauración se ha quejado reiteradamente en los dos últimos años del estricto control municipal de las terrazas que, en pos del descanso vecinal, ha aniquilado o recortado muchos espacios consolidados. Un exceso de control, se quejan, puede dejar sin ocio a una ciudad mediterránea que tiene en esta oferta al aire libre uno de sus grandes atractivos.
El Ideal Gallego
Los hosteleros consideran una competencia desleal la alternativa nacionalista al botellón
Los hosteleros ya han opinado sobre la propuesta del primer teniente de alcalde, Henrique Tello, de poner en marcha un lugar donde los jóvenes puedan hacer botellón a sus anchas, que tenga música y que cuente además con bebida y comida a un precio ínfimo. El sentimiento general es de "susto". Y es que para el sector esta idea no sólo les perjudicaría en las ventas, señalan que su presencia sería un factor perjudicial para la salud de los jóvenes. Inciden en reclamar una ordenanza que prohíba beber alcohol en la vía pública y, mientras no se pone en marcha, exigen al Ayuntamiento que cumpla y haga cumplir las ordenanzas en vigor como son la de ruidos y limpieza, que sancionen a los sujetos y, en su caso, a sus padres.
E. L. > A CORUÑA
La asociación de hosteleros de A Coruña mostró ayer su indignación ante la propuesta del primer teniente de alcalde, Henrique Tello, de poner en funcionamiento un lugar alternativo al botellón donde hubiera música y los jóvenes pudieran beber alcohol a bajo precio e incluso matar el gusanillo con algún que otro pincho. Su presidente, Héctor Cañete, considera que esa idea "no tiene lógica", él y su homólogo en la asociación de hosteleros de la calle de La Barrera, Antonio Cao, coinciden en afirmar que se trataría de una "competencia desleal", que iría más allá del perjuicio económico a los locales nocturnos, ya que dañaría de forma muy grave la salud de los jóvenes.
Sanciones > Los hosteleros, en contra del botellón indiscriminado, demandan la puesta en marcha inmediata de una ordenanza contra esta práctica. "Desde la asociación coruñesa estamos completamente en contra de la celebración de los botellones, que se dejen de demagogia y que saquen la ordenanza", reclama Cañete. Con ello, insta al Ayuntamiento a cumplir las ordenanzas de ruidos y limpieza, además de imponer las multas necesarias y que se merezcan los que se congregan en las calles para beber. "Que sancionen, que multen a quien ensucie, grite o rompa algo, y si se trata de menores que paguen sus padres", afirma el presidente de la entidad coruñesa, quien pone como ejemplo a la ciudad de Cuenca, donde hace un año se impuso la ordenanza contra el consumo de alcohol en la vía pública y ya no existen botellones. "Allí se ha erradicado, con un saldo de 140 multas de 300 euros cada una", explica Cañete. Considera que el sector esta desprotegido: "Creemos que no pueden existir estos botellones incontrolados", afirma, "nosotros para vender alcohol en un local tenemos que tener unas licencias, insonorizar el lugar, etc, y ellos pueden montar la fiesta en cualquier parte".
Del mismo modo piensa el presidente de los hosteleros de la calle de La Barrera, Antonio Cao, quien apela al sentido común de los padres o tutores como para resolver el problema.
Mañana los vecinos afectados se reunirán para comenzar una nueva ronda de protestas.
Faro de Vigo
El ´botellón´, en el punto de mira
REDACCIÓN / PONTEVEDRA
http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=3164_15_176320__Pontevedra-botellon-punto-mira
Hacer compatible la diversión de los jóvenes con el descanso de los vecinos es el nuevo reto que se les plantea a las instituciones públicas en materia de seguridad ciudadana. En la última década, los desmanes originados en el seno de la llamada "movida", o el "botellón" juvenil han provocado una veintena de sucesos que han acabado ante el juez, o al menos que han supuesto sanciones administrativas para sus causantes.
Desde las "patrullas ciudadanas" creadas por los colectivos vecinales al principio de los años noventa y cuya finalidad era la de poner fin a los altercados y las actividades ilegales que proliferaban por las calles del centro histórico (principalmente durante la noche), hasta la propuesta del gobierno local que ahora mismo se debate, para trasladar el "botellón" del Campillo de Santa María al recinto ferial, el proceso ha pasado por movilizaciones vecinales contra la "movida", operativos especiales de la Policía con intervención de los grupos anti disturbios incluidos, la propuesta de instalar videocámaras en las calles e incluso un congreso que tenía por lema "Por una movida sana y controlada".
Los incidentes originados en la "movida" o el "botellón" comenzaron a agravarse al iniciarse la actual década. En febrero de 2000, una reyerta de jóvenes en las inmediaciones del Cruceiro de Cinco Rúas se saldaba con nueve heridos -a una de las víctimas se le tendría que extirpar el bazo- y penas de cuatro años de prisión para cuatro de sus implicados. El proceso se resolvía en marzo de 2002. Antes, reuniones especiales de la Junta Provincial de Seguridad, motivadas por sucesos como éste, y movilizaciones de vecinos y comerciantes para reclamar seguridad en el centro histórico, ponían de manifiesto que algo estaba cambiando para peor en la forma de divertirse de los jóvenes.
En la "batalla campal" de Cinco Rúas se enzarzaron en una brutal pelea dos pandillas, cuyos integrantes estaban armados con bates de béisbol, puños americanos, palos de billar y navajas, e incluso portaban pasamontañas o bufandas para ocultar su identidad. Aquel suceso tuvo posteriores coletazos, con nuevos enfrentamientos entre algunos de sus componentes.
Sólo un mes después, la Policía se vio obligada a intervenir por una reyerta en la calle Sagasta, a las puertas de una discoteca. Y unos días más tarde las fuerzas de seguridad se veían obligadas a intervenir en la calle Daniel de la Sota, por la agresión de un grupo de desconocidos a varios soldados de la Brilat y un hostelero que trató de mediar en el conflicto. Diez personas fueron llamadas a declarar por este suceso, que tuvo como consecuencia varios heridos; uno de ellos sufrió un período de hospitalización por un golpe en la cabeza que requirió puntos de sutura.
La escalada de violencia continuaría en 2001, con una pelea nocturna en la calle Michelena, que motivó la posterior detención de cuatro vecinos de Marín y tres de Pontevedra. Los implicados procedían de algún pub de la zona monumental, donde previamente se habían enfrentado.
Tres alumnos de la Escuela Naval de Marín fueron agredidos sólo un mes después por un grupo de desconocidos, en el centro histórico. El ataque se produjo en la calle Sarmiento y los agredidos sufrieron numerosas contusiones y fracturas.
Otros tres alumnos de la Escuela Naval, junto a dos civiles, serían hospitalizados en febrero de 2002 tras una pelea en la calle Benito Corbal, en la que se esgrimieron armas blancas. De nuevo la Junta Local de Seguridad se reuniría de urgencia para analizar el estado de alarma surgido en la ciudad tras este incidente.
Sucesos como estos se repetirían de nuevo en la zona vieja, donde un joven de 18 años estuvo a punto de perder el globo ocular en marzo de 2002, tras una pelea en el Cruceiro de Cinco Rúas. En esta reyerta, varios jóvenes de Marín resultaron heridos.
El caso de la herida grave en un ojo se repetiría hace unos días. El pasado 28 de octubre un vecino de Salcedo de 23 años de edad, casi pierde la visión en un ojo tras sufrir el impacto de un vaso durante una pelea entre una decena de jóvenes en el Campillo de Santa María. Continúa ingresado en el Hospital Provincial y ya ha sido sometido a dos operaciones.
Jóvenes fuera de control
Los propios agentes de Policía, que en ocasiones se han visto impedidos para controlar estas reyertas, fueron víctimas de las agresiones de jóvenes fuera de control en la "movida" pontevedresa. En julio de 2003, dos policías locales y un guardia civil de paisano fueron atacados por "una multitud fuera de control", como ellos mismo relataron, que les causó diferentes heridas cuando pretendían evitar una pelea multitudinaria registrada en la plaza del Muelle. Tras este suceso fueron identificadas dos personas, vecinas de Lourizán y Marín. Las condenas oscilaron entre multas económicas y dos años de cárcel por atentado, lesiones y daños.
Otro agente de Policía resultaría herido en octubre de 2003, al actuar en una pelea entre dos bandas de jóvenes, en la calle Benito Corbal. En un breve período de tiempo, en esta calles se produjeron tres peleas entre bandas, con otros tantos heridos.
Originó la reacción de la Subdelegación del Gobierno, enviando a Pontevedra a varias dotaciones de las brigadas antidisturbios para controlar las noches del fin de semana en la capital.
En 2005 y 2006 se seguirían repitiendo este tipo de incidentes, para los que vecinos y comerciantes reclaman una intervención decidida de las administraciones públicas. Los hosteleros de Cinco Calles temen perder clientela a causa de las peleas y por ello han solicitado mayor presencia policial y que se controle el "botellón".
Precisamente, el "botellón" provoca que en el CHOP sean atendidos cada fin de semana una media de dos a tres adolescentes con intoxicación etílica. A estos chicos se les realiza un control de tóxicos que revelan que en un porcentaje muy alto además de alcohol han consumido otras sustancias ilegales como éxtasis, marihuana o cocaína.
Un problema de salud pública
REDACCIÓN / PONTEVEDRA
El ruido es -según la Organización Mundial de la Salud-, una de las causas de degradación de la calidad de vida. Provoca efectos nocivos sobre el organismo, el comportamiento y la actividad humana, además de alteraciones psicológicas y sociales sobre quienes lo padecen. Lo saben bien los vecinos que residen en zonas como el centro histórico, Santa Clara, o el Campillo de Santa María, donde se ha instalado la "movida" pontevedresa.
Las asociaciones de vecinos de estos barrios han propuesto una solución ya adoptada en otras ciudades y que ahora estudia el gobierno local: trasladar la "movida" a zonas no residenciales, como cualquier actividad económica molesta.
Pero esta solución ha evidenciado ya, en ciudades donde lleva años implantada, sus aspectos negativos. La creación de zonas especiales para esta actividad, en algunos lugares conocidas como "botellódromos" ha encontrado detractores en quienes los ven como un gueto inseguro.
Grandes urbes como Madrid o Barcelona han comprobado las consecuencias. Son numerosas las noticias que dan cuenta de sucesos surgidos entorno a una "movida" concentrada en el puerto olímpico de la ciudad condal.
Sin embargo, en municipios más cercanos como Vilagarcía, la medida ha funcionado. Allí, los locales de copas concentrados en unas galerías comerciales, que en los años ochenta suponían el tormento de quienes vivían encima, se han trasladado a la zona portuaria, donde cafeterías, pubs y restaurantes se llenan por la noche de un público distinto al que por el día ha abarrotado el mismo recinto, pero para acudir al club náutico, el cine, el auditorio, o los parques infantiles.
Es la misma idea que en Pontevedra propuso en su día la Asociación de Hosteleros, con la vista puesta en el muelle de As Corbaceiras. En este caso la iniciativa se ha topado con la misma oposición vecinal, ya que este pequeño puerto está demasiado cerca de las viviendas.
En las grandes ciudades europeas, como Berlín o Londres, los viejos polígonos industriales y zonas portuarias decadentes, con grandes fábricas y naves industriales abandonadas, se han reutilizado para crear discotecas, cervecerías, o restaurantes.
Pontevedra está elaborando un nuevo plan de ordenación municipal. Los afectados por la "movida" quieren ver en él un lugar destinado a la diversión nocturna de los jóvenes, que en sí también es un derecho.
Demandan además el cumplimiento estricto de la ley. La condena a cuatro años de prisión al propietario de una cafetería de Barcelona, por los ruidos que producía el local y los perjuicios causados a sus vecinos; o la sanción al ayuntamiento de Valencia, castigado por el Tribunal de Estrasburgo a indemnizar con más de 8.300 euros a una ciudadana, por no garantizar su derecho a la intimidad y a la vida familiar, son penas ejemplarizantes que los afectados por la "movida" quieren que se apliquen en la ciudad.
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