sábado, 19 de mayo de 2007

Domingo 20 de mayo de 2007

La Opinión de Málaga

[Nota del Blogger: la ciudad de Málaga contrató el Mapa Acústico en licitación del BOE (aquí en el BOP del 10 de abril – a pesar de ello, y con la colaboración de Castelló Sense Soroll se presentaron 20 empresas al concurso -) por unos importes similares, por ello continuaremos con el seguimiento paralelo de los dos Mapas. Se adjudicó a tres empresas, el laboratorio ambiental granadino Cavendish, Proceso Digital de Audio y Eygema. Esperemos que aquí se opte por la seriedad, ganaremos todos]

MEDIO AMBIENTE | Quiere tener el mapa en cuatro meses
El Ayuntamiento inicia el plan de ruidos y ya ha medido 150 calles
CHUS HEREDIA. MÁLAGA.

El ruido se ha convertido en una preocupación de primer orden para los vecinos y las autoridades. El problema representa algo más que simples molestias e, incluso, llega a acarrear problemas de salud, tales como insomnio, irritabilidad, sorderas... El Ayuntamiento ha arrancado por fin su mapa de ruidos, que consiste en realizar un diagnóstico de la situación en 500 puntos de la ciudad. El programa no sólo se está llevando a cabo en el Centro, sino que también se extiende por los barrios. La cercanía de bares, obras como las del metro o grandes centros comerciales son algunos de los factores que se tienen en cuenta para seleccionar las zonas de medición.

En estos días, no resulta extraño observar, al caminar por el Centro, micrófonos que penden de algunas ventanas y balcones. Se trata de unos dispositivos dotados con un sistema de memoria para registrar los sonidos captados durante 72 horas. El laboratorio ambiental granadino Cavendish, Proceso Digital de Audio y Eygema son los tres adjudicatarios de un estudio de campo cuyo importe roza los 300.000 euros.

Balance. Se quieren medir medio millar de zonas del casco urbano malagueño y, hasta la fecha, ya se ha completado el proceso en 150 puntos, según ha podido saber La Opinión. A partir del cierre de la captación de datos, las consultoras los estudiarán y elevarán sus conclusiones al Área de Medio Ambiente municipal.

En este sentido, se está prestando especial interés a las áreas catalogadas como ZAS (zonas acústicamente saturadas). En un primer estudio realizado por el Ayuntamiento en el año 2000, se detectaron 13 calles en el Centro con este problema. Medidas restrictivas como el veto para situar terrazas de bares en estas calles o abrir nuevos negocios de este tipo en ellas, han conseguido reducirlas a dos, pero eso no significa que se hayan levantado las restricciones.

Bares en tiempo real. El Ayuntamiento también tiene otro proyecto en marcha de características similares, que consiste en un control `on-line´ de los ruidos emitidos por los bares. El plan tiene un presupuesto de 134.000 para la instalación de todo el sistema y podría estar listo en verano. Se trata de complementar las inspecciones que actualmente realiza sobre el terreno la Policía Local. La iniciativa está basada en el modelo de la ciudad de Vitoria, una de las más avanzadas del país en este sentido.

Ruido. La Organización Mundial de la Salud (OMS) entiende que ruido, en términos generales, es la superación de los 65 decibelios durante el día y los 55 por la noche. No obstante, esta definición tiene sus particularidades en los aledaños de centros hospitalarios o educativos, pero es la base utilizada para trabajar en proyectos como la huella acústica del Aeropuerto, que pretende aislar del ruido a aquellos vecinos cuyas casas se encuentran en el área de influencia de vuelos. También utilizan esta base los proyectos para amortiguar mediante pantallas acústicas los impactos de las carreteras, los trenes o los metros.

Levante



















A PIE DE ASFALTO
«Valencia, ¿la nueva Montecarlo Eso es imposible»
Los monegascos señalan la tradición y el ruido como lo mejor y lo peor de un gran premio que consideran único
Moisés Domínguez, Montecarlo. enviado especial

«¿Valencia el nuevo Montecarlo . ¡Imposible!. Nada se puede comparar a esto» espeta el jefe de la policía municipal del Principado de Mónaco, Christophe Samarati. «Sobre todo, porque lo de ustedes lo tienen que hacer y tienen que amoldarse. Eso aquí no pasa».

El circuito para la ciudad o la ciudad para el circuito. Esa parece una de las principales diferencias entre el trazado del circuito de Montecarlo y lo que se pretende que sea el de Valencia. Pero coincidentes, eso sí, en buena parte de las bondades y problemas que genera un Gran Premio.

Si Valencia tiene claro que va a albergar el Mundial de Fórmula 1, tiene que hacerse a la idea que, en una parte de la misma, tendrá unas segundas fallas en otoño. Con la diferencia de que el paso de 22 bólidos, desde el McLaren al Super Aguri, garantiza decibelios como para imaginar una mascletà de varias horas. Y que la instalación de gradas multiplica por seis el tiempo y las molestias de las carpas. Eso sí, en este caso a cuenta tan sólo de alguna sufrida zona, no de la ciudad global. A cambio, una riada humana callejeando, para alegría de la hostelería.

Una de las principales diferencias entre los dos trazados es su perdurabilidad. Montecarlo tiene unas calles y a los coches se les dice: «a correr por aquí». Más aún: el recorrido que hacen los monoplaza se puede hacer en automóvil, sin cometer ninguna ilegalidad de tráfico, salvo un mínimo desvío de 50 metros a la altura del casino.

Valencia, por contra, tendrá que construir el circuito y hacerse a la idea de que será permanente. El día que las rotondas y paseos se destruyan para una primera edición, será muy complicado rehacerlos cada año, salvo algunas obras menores. También se antoja muy complicado compatibilizarlo con la disputa de la Copa del América, salvo también que se produzcan cambios en el trazado presentado inicialmente.

«Aquí no se ha tocado prácticamente nada de las calles desde que se hizo el circuito. Lo que se ve ahora es lo mismo que hace décadas. Tan sólo se hizo más severa una de las chicanes después que un piloto se cayó al agua. Pero eso es todo» comenta Samarati, quien se atreve a hacer un diagnóstico, viendo el proyecto del trazado valenciano. «Háganse a la idea de que lo que se construye, se queda».

70 días de preparación y desmontaje
Montecarlo es un caos en sí mismo. Está literalmente excavado en un acantilado. Sus calles son estrechas y sinuosas y los embotellamientos son moneda de uso corriente. La preparación del circuito se realiza bajo la idea de molestar lo menos posible, pero hay cosas para las que los milagros no existen. Por ejemplo, hay que instalar gradas y la totalidad del circuito se reboza de quitamiedos y vallas protectoras. Los trabajos empezaron el 10 de abril y el plan de trabajo anuncia que el 20 de junio, por la tarde, quedará retirado el último vestigio. Hasta 2008.

Circulación el día de la carrera
Desde hace días, el peatón tiene que sortear vallas y tribunas prefabricadas mientras transita por las calles más céntricas de la ciudad, donde se agolpan también racimos de neumáticos que harán las veces de quitamiedos. Da la sensación de que las molestias son mayores para los peatones que para los conductores. «La circulación se mantiene hasta el día que empiezan los entrenamientos. Y cuando las sesiones han terminado, se vuelve a permitir el tránsito como si nada pasara. Procuramos que la ciudad no se convierta en un caos y así, por ejemplo, no se organizan espectáculos, conciertos ni nada parecido en los alrededores del circuito».

Los dos circuitos se parecen en el hecho en que una parte discurre por zonas urbanas (realmente, en el caso de Valencia, por urbanizar) y otra parte, por el puerto. Montecarlo tiene dos: el de Fontveille y el de Hércules. Este último es el que se reconvierte a circuito y donde se arracima la mayor cantidad de lanchas, yates y megayates, con banderas de la más remota conveniencia.

Hay otro aspecto a considerar: la tradición. Que absorbe una parte de las molestias. Suena mucho a lo que sucede en la fiesta fallera. «Claro que hay ruido, claro que hay multitudes, claro que hay molestias... pero es algo que va con el Gran Premio. Y la mayoría de los monegascos quieren que continúe. De hecho, cada vez se extrema más la seguridad para que nunca nos lo quiten. Para alguien que es de aquí, albergar esta carrera también es un orgullo. Piense que hay una diferencia entre ustedes y nosotros: el monegasco se ha criado con las carreras y las asume como algo de su propia existencia. Para ustedes, todo esto les va a caer de nuevo, en lo bueno y en lo malo».

En el Principado no hay organizado ningún colectivo anti circuito. Pero sí un éxodo masivo cuando la ciudad empieza a oler a aceite. Jaume Destort ha pasado buena parte de su vida por allí, aunque no olvida la ascendencia castellonense de su abuela. Es un conocido comerciante, por cuya Tienda de Jaime, junto al palacio de los Grimaldi, pasa casi todo el turismo de habla hispana. «Cuando se acerca el día del Gran Premio, cojo a mi madre y la saco de aquí. Vive cerca del circuito y cuando los coches están rodando, no se entiende nada. Además, todo se pone muy incómodo. Tienes problemas para cruzar la calle, hay cables por todas partes... incluso yo cierro la tienda, porque se ponen los tenderetes alrededor del circuito y no suben tanto aquí arriba. Nos vamos y hay muchas personas que hacen lo mismo. No veas además cómo se pone de gente». A cambio, la carrera tiene su lado bueno: trae dinero. El propio Jaime tiene, en su tienda de souvenirs, varias estanterías dedicadas a la Fórmula 1. «Eso sí, se vende todo el año y muy bien».

«El ruido no te lo imaginas»
Es precisamente el ruido uno de los aspectos tan inevitables como molestos. Un campo abonado a las plataformas anti contaminación acústica. «No te lo puedes imaginar -dice Jacques, camarero de una cafetería próxima al circuito- Hay que estar cerca de estos coches para saber cómo suenan. Se oye en todo el Principado. Como te molesten los ruidos, olvídate». Los oídos se irán acostumbrando este fin de semana, porque el circuito alberga un Gran Premio de coches de época.

Uno de los principales problemas de organizar un Gran Premio es, evidentemente, levantar los graderíos. En Montecarlo, cualquier recoveco es bueno para poner una grada de 60 asientos. El paseo marítimo desaparece durante un par de meses para dar paso a los dos graderíos más grandes, uno de los cuales incluye palcos privados. «Todos los que, de alguna forma, tenemos algo que ver en el desarrollo nos reunimos para organizar un calendario y que las molestias sean las menos posibles. Creo que lo logramos, pero está claro que si hay que poner una pasarela en medio del bulevar Alberto I (donde está la salida), hay que cortar el tráfico durante un tiempo» comenta el inspector Saramati.

«Aquí tocas el coche con la mano»
Y aunque las gradas se llenan, tienen una competencia desleal en los cientos y cientos de balcones, desde donde se pueden ver las carreras perfectamente. «Por supuesto, hay un auténtico mercadeo en los apartamentos, que se llenan» reconoce Patrick Mannoury, del Automobile Club de Mónaco. Son los organizadores de la prueba, pero no parecen preocupados por la aparición del nuevo Montecarlo. «En absoluto. Esta carrera es diferente a cualquier otra. Aquí prácticamente puedes tocar los coches con la mano. Eso no lo puede dar ni Valencia ni ningún otro circuito».

Mediterráneo

LA MAYORÍA DE CONDUCTAS PROBLEMÁTICAS DE LOS JÓVENES SE ARRASTRAN DESDE LA INFANCIA.
Decenas de padres piden ayuda para tratar a hijos adolescentes
Los servicios sociales municipales y los psicólogos dicen que muchos progenitores están desbordados.Los expertos aseguran que los conflictos en el seno familiar son cada vez más frecuentes en la provincia.
20/05/2007 ELENA AGUILAR

Quédense con mi hija, por favor". La frase la pronunció Mónica López, madre de una adolescente de 13 años, el pasado mes de abril. Pedía ayuda a los servicios sociales asturianos porque ya no sabía qué hacer con su hija. El caso de Mónica puede parecer extremo, pero no es tan raro. En Castellón, solo en el último año, decenas de padres han acudido a los servicios sociales de los ayuntamientos y a las consultas psicológicas en busca de ayuda y apoyo para tratar a sus hijos adolescentes. La situación les desborda.

Los conflictos entre padres e hijos adolescentes van en aumento. "Tenemos muchos casos de padres que acuden al servicio porque ya no pueden más. Están hartos de que les llame la Policía o que desde el instituto les digan que sus hijos hace días que no aparecen por las aulas", cuenta Mar Mulet, jefa del Negociado de Infancia y Familia y coordinadora del Servicio Especializado de Atención a la Familia e Infancia (SEAFI) del Ayuntamiento de Castellón.

La mayoría de los municipios grandes de la provincia de Castellón cuenta desde hace un par de años con un SEAFI, una unidad financiada por los propios ayuntamientos y por la Conselleria de Bienestar Social y en la que trabajan un equipo multidisciplinar de psicólogos, trabajadores sociales y educadores.

HABLAR CON LAS DOS PARTES Los rifirrafes entre padres e hijos conforman buena parte del grueso de los casos con los que trabajan estos profesionales. "Lo primero que hacemos es hablar con las dos partes para tratar de analizar donde está el problema, ya que a menudo no es solo del chaval de 14 ó 15 años", aseguran Neus Renau y Antolí Gozalbo, trabajadora social y piscólogo del SEAFI de Burriana, respectivamente, que solo durante el 2006 atendieron 24 casos.

Aunque todas las fuentes consultadas señalan que es muy difícil generalizar, hay pautas de comportamiento que se repiten caso tras caso. Adolescentes que gritan e insultan a sus padres, que no conocen de normas ni de disciplica e, incluso en las situaciones extremas, han llegado a agredir a su progenitores. "La solución pasa necesariamente por un trabajo conjunto de toda la familia, por establecer normas y buenos hábitos e ir y premiar lo positivo", añade Neus Renau.

Pero, ¿es posible que una familia salga airosa de unas situaciones como éstas? La respuesta es sí. "Hay muchos casos que se resuelven favorablemente, aunque también es verdad que precisan de mucho esfuerzo, incluso de dos años de trabajo", dice Susana Font, del SEAFI de Vila-real.

Lo que nadie pone en duda es que los conflictos entre padres e hijos han ido en aumento en los últimos años. "En las últimas décadas han cambiado los modelos educativos, ha entrado en escena la televisión, las videoconsolas y la publicidad y las familias pasan mucho menos tiempo juntas. Hay poco tiempo para educar", argumenta Ferrán Martínez Gómez, psicólogo y responsable de Isep Clinic Castelló.

DESDE LA INFANCIA En la mayoría de los casos, el problema del adolescente viene ya desde la infancia. "Los conflictos de ahora son consecuencia de unos hábitos ya iniciados en la infancia, cuando el niño y la niña eran aún muy pequeños. Lo que ocurre es que cuando el hijo tiene 13 ó 15 años es cuando los padres se sienten desbordados", subraya la psicóloga castellonense Eva Chabrera, entre cuyas especialidades está el tratamiento de chavales adolescentes con conductas conflictivas.

LA MAYORÍA PERTENECE A FAMILIAS DE CLASE MEDIA-ALTA.
Las casos de violencia juvenil se multiplican en pocos años
Los profesionales alertan del aumento de los malos tratos de hijos a padres.La Fiscalía tiene constancia de unas 30 agresiones en toda la provincia.
20/05/2007 E. AGUILAR

Preocupante. Los expertos lanzan la voz de alarma. Los casos de violencia de hijos a padres se han multiplicado en pocos años y lo han hecho en prácticamente todas las provincias del país. En Castellón, y según los datos que maneja la Fiscalía de Menores, en el último año se ha registrado una treintena de agresiones. Y otro dato: la coordinadora de la Sección de Menores de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Teresa Gisbert, asegura que desde el 2001 las denuncias han crecido un 2.000%.

Por lo general, los menores que maltratan a sus padres son pequeños tiranos, niños que desde pequeños insultan a los progenitores y aprenden a controlarlos con sus exigencias, hasta convertirse en una pesadilla para ellos. Cuando crecen, los casos más graves pueden llegar a la agresión física. El perfil de esos menores es el de un adolescentes, de entre 14 y 15 años, perteneciente a una familia de clase media alta, y que tiene graves problemas de comunicación. Además, normalmente responden a las normas establecidas por sus padres con un "hago lo que quiero".

EL PROTOCOLO El proceso judicial establecido una vez la Fiscalía recibe la denuncia tiene distintas etapas. Una vez se tiene conocimiento del caso, la Fiscalía se hace cargo del menor, que es atendido por expertos psicólogos y es alejado momentáneamente de la familia o recibe la mediación familiar. Sin embargo, cuando la agresión va asociada a un trastorno de la personalidad, la medida consiste en asegurar el tratamiento psicológico al joven. En otros casos, la situación familiar es tan grave que se saca directamente al menor del domicilio, para ingresarlo en un centro como medida cautelar.

Málaga Hoy

Ruido: La ordenanza que nunca llega
19/05/2007 11:47 Esperanza Codina. MÁLAGA.

Es un círculo vicioso en el que todo el mundo participa, pero que nadie soporta. El tráfico genera un ruido atroz, pero gran parte de los malagueños se mueve en coche; el martillo neumático de las obras se mete sin remedio en los oídos, pero se construye a destajo; la música de los bares y las terrazas molestan a los vecinos, pero uno de los ocios más extendidos es tomar copas. La contaminación acústica envuelve el ambiente y las administraciones se afanan en buscar soluciones con normas que no terminan de cuajar. Existe una ley estatal sobre contaminación acústica y un reglamento andaluz al que los ayuntamientos con más de 20.000 habitantes deben adecuarse con una ordenanza que controle la emisión de ruidos. Pero el trabajo está sin hacer.

Sólo dos municipios de la provincia de Málaga -Antequera y Estepona- tienen en vigor la normativa municipal contra ruidos y vibraciones exigida por la Junta para adaptarse al decreto autonómico aprobado en 2004. Los ayuntamientos tenían un año de plazo para sacar adelante la ordenanza.

En la capital, la normativa se redactó con más de un quebradero de cabeza y fue incluso atrevida: el borrador osó prohibir el botellón en la calle, que en ese momento se practicaba cada fin de semana en la Plaza de la Merced, y el texto definitivo impedía los trabajos caseros de bricolaje los domingos y festivos. El veto de beber en la calle fue un espejismo y la ordenanza llegó a Pleno para ser aprobada inicialmente sin el polémico punto. Eso y la publicación en el Boletín Oficial de la Provincial (BOP) fueron los únicos trámites que se cubrieron.

Era el verano de 2006 y no ha habido más avances, sólo las críticas y alegaciones -recibió 101- de los vecinos, que veían la norma poco rígida, y de los hosteleros, que la consideraron demasiado restrictiva.

El gobierno municipal justifica el parón en que debe adaptar la ordenanza a la nueva ley estatal sobre evaluación y gestión del ruido ambiental, que afectará también al reglamento de la Junta. La edil de Medio Ambiente, Patricia Marín, resalta el trabajo realizado por su área y sostiene que el Ayuntamiento "ha estado muy atento" en esta materia para que "conviva el ruido industrial y el descanso de los ciudadanos", con multas y el cierre de establecimientos demasiado ruidosos.

Málaga debe tener listo antes del próximo julio un mapa de ruidos que establezca las zonas acústicamente saturadas, es decir, las que superan en 10 decibelios los límites de ruido permitidos. Tras el documento, el Ayuntamiento debe idear un plan de acción en estas franjas y adoptar medidas como la restricción del tráfico o la prohibición de añadir zonas de ocio.

De las menos ruidosas

Igual sorprende, pero Málaga es la segunda capital andaluza con menos contaminación acústica. Sólo tiene más bullicio que Huelva, que es la menos ruidosa de la comunidad. La conclusión es de un estudio de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta presentado en enero y elaborado en los 237 municipios andaluces que tienen más de 10.000 habitantes. Sin embargo, los 65,7 decibelios de contaminación acústica que soporta a diario la capital superan los niveles fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que están en los 65 de día y los 55 de noche.

De noche la ciudad se vuelve más ruidosa y los 60,3 decibelios medidos la sitúan en el quinto puesto de las capitales andaluzas. El tráfico es el causante del 60 por ciento de los casos de ruido, pero los que más se perciben son los que emiten los locales de ocio y los comercios.

En la provincia hay un poco de todo. Marbella y Estepona son los municipios menos ruidosos (63,6 decibelios), seguidos de Fuengirola (65,3), Torremolinos (65,8), Benalmádena (66,0), Vélez-Málaga y Ronda (66,7) y Antequera (67,1). Todos superan los límites de la OMS, menos Marbella y Estepona.

¿Un precedente?

La mayor pena impuesta en España por una denuncia de contaminación acústica es muy reciente y ha dado que hablar. La Audiencia de Barcelona condenó a finales de marzo a cuatro años de prisión al propietario de un bar del barrio barcelonés de Gracia por provocar ruidos que impedían el descanso de los vecinos. Además, el establecimiento será clausurado de manera provisional durante tres años. El fallo da un toque de atención al Ayuntamiento porque no ha sido capaz de atajar los problemas que ocasionaba el bar al descanso de los ciudadanos.

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