miércoles, 13 de enero de 2010

Miércoles 13 de enero de 2010

 
ORINAR EN LA VÍA PÚBLICA PROVOCÓ 151 MULTAS EN EL ÚLTIMO AÑO EN CASTELLÓN.

El botellón copa las denuncias de la ordenanza de convivencia

La policía puso 1.563 sanciones en el 2009 y 558 eran por beber en la calle.Otras causas son mendicidad, incluidos gorrillas, y venta de coches en las calles.

Mediterráneo - 13/01/2010   -  MERCHE MARTINAVARRO

Una de cada tres denuncias realizadas en Castellón aplicando la ordenanza municipal de convivencia ciudadana es por hacer botellón. La Policía Local puso en el 2009 un total de 1.563 sanciones, de las cuales 558 fueron por consumir bebidas alcohólicas en la vía pública, principalmente en las zonas del Mercado del Lunes, polígono de los Cipreses, calle Lagasca...

Realizar actos de mendicidad, incluidas las actuaciones de los gorrillas en las proximidades del Hospital General de Castellón, Hospital Rey don Jaime y estación de Renfe, supusieron 269 multas. La aplicación de la normativa local también permitió reducir la venta ilegal de coches en las calles, una situación denunciada en su día por Astrauto y de la que este periódico se hizo eco. Y es que el reparto de folletos y octavillas en los vehículos para la venta ilegal conllevó 222 denuncias.

Asimismo, 151 personas fueron multadas por realizar necesidades fisiológicas en la calle, principalmente orinar, durante el último año, sobre todo durante las fiestas de la Magdalena.

El principal objetivo de la ordenanza es, según manifestó a Mediterráneo el concejal de Seguridad Pública, Joaquín Torres, "conseguir una ciudad más habitable, donde se pueda convivir sin incidentes y respetando los derechos de los castellonenses y el estado de calles y elementos urbanos". Torres resaltó el papel de la Policía Local para su desempeño y añadió que "con este nuevo texto se pretende llegar a un cumplimiento de las normas sociales y hacer de Castellón un referente en cuanto al comportamiento de sus ciudadanos y la proyección de la ciudad".

El ejercicio de la prostitución en caminos rurales eludió el año pasado las quejas vecinales.

 

VALENCIA

8.200 euros por hacer ruido

13.01.10 - PACO MORENO | VALENCIA.

  • La sanción ya es firme y fue aprobada por la junta de gobierno al ser calificada de muy grave en la normativa de contaminación acústica
  • Un conductor recibe una multa millonaria por circular sin tubo de escape en Patraix

Ocurrió en el cruce de las calles Campos Crespo y Chera, en pleno barrio de Patraix. Joel Amos M. F. circulaba en un vehículo con un tubo de escape defectuoso llamado «escape libre» según detalla el edicto del Ayuntamiento publicado ayer en el Boletín de la Provincia. El documento incluye la sanción que le impuso la Policía Local por este hecho. Nada más y nada menos que 8.200,01 euros.

Una cuantía millonaria y que hizo necesario que el expediente pasara por la junta de gobierno al ser calificado de «muy grave». El incidente ocurrió el pasado 6 de febrero a las cinco y media de la tarde y desde entonces no ha parado el proceso administrativo, en el que el afectado, según figura en el edicto, no ha presentado alegaciones.

A Joel Amos le quedan ahora un recurso de reposición en el propio Ayuntamiento o uno por la vía contenciosa en un juzgado. En caso de que se demore en el pago, la normativa prevé incluso el embargo de cuentas corrientes, nóminas y propiedades del conductor multado al producir un exceso de ruido con su vehículo.

Las sanciones por incumplir la ordenanza de contaminación acústica se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años. La Policía Local está más sensibilizada ante las quejas vecinales, aunque es muy poco frecuente que se llegue a los niveles de multas de 8.000 euros, como ha ocurrido ahora.

Las más habituales van de los 150 a los 200 euros, principalmente por tener el volumen de la música muy alto, molestar al vecindario por gritos en algún altercado o incluso tocar instrumentos musicales en la calle sin autorización.

Un repaso en el Boletín de la Provincia ofrece casos curiosos como los 250 euros que le cayeron a Daniela E. por tener la música demasiado alta y provocar el enfado de algún vecino de su finca. Otros edictos reflejan con claridad el origen del ruido: «gritos, risas y alboroto de jóvenes que trascendía al exterior de dicha vivienda», es decir, una fiesta nocturna que acabó con una sanción de 200 euros para los dueños de la casa donde se celebraba el guateque.

El ruido también fue el motivo de las críticas ayer de la concejala socialista Carmina del Río, quien junto al recién nombrado edil de este grupo Francisco Carsí se quejó de la «falta de ambición» del plan municipal contra el ruido, al querer reducir sólo con las acciones previstas entre 0 y 10 decibelios, pese a que algunas calles de la ciudad superan ampliamente los límites permitidos de polución acústica.

El mismo plan contra el ruido detalla medio centenar de calles donde se superan de media los 75 decibelios, muy por encima de los niveles recomendables. El tráfico es la principal causa de este tipo de contaminación y el documento detalla que el 60% de los casos se produce en los distritos de Ciutat Vella, Ensanche y Extramuros.

Como adelantó LAS PROVINCIAS, la intención del gobierno municipal es promover en calles de estos distritos más controles de velocidad con radares e incluso la limitación de la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora.

Esto último se implantó ya en el barrio del Carmen, con el propósito de concienciar a los conductores de la necesidad de no circular por encima del límite en calles tan estrechas como las del centro histórico. Del Río explicó que los planes acústicos deberían haber incluido «medidas para el corto plazo y no sólo para el medio y largo plazo, así como una calendario de su puesta en funcionamiento».

La concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, replicó que Valencia «fue la primera ciudad en tramitar los planes de acción», una obligación pedida por la Unión Europea a todos los Ayuntamientos y que consiste en definir las iniciativas para reducir el ruido en el casco urbano, sobre todo en zonas residenciales y hospitalarias.

Coches a menos velocidad para reducir el ruido

El Ayuntamiento de Madrid creará zonas de velocidad limitada a 30, 40 o 50 kilómetros por hora según las necesidades acústicas de las diferentes calles con el objetivo de reducir el ruido, dentro del Plan en Materia de Contaminación Acústica que se desarrollará hasta 2015

Martes, 12 de Enero de 2010  -  DESARROLLOINTELIGENTE.ORG

Este proyecto, presentado el pasado 22 de diciembre por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, incluye cinco líneas de actuación que pasan por sensibilizar y educar contra el ruido, fomentar una movilidad sostenible, actuar sobre el ruido del ocio nocturno, mejorar el paisaje urbano y ordenar el territorio con criterios de lucha contra la contaminación acústica.

Precisamente dentro del segundo eje de medidas se incluye una propuesta para categorizar los viales según la velocidad, con el objetivo de reducirla y, así, disminuir el ruido aerodinámico y de rodadura. Para ello, el Consistorio estudiará la reducción del límite de velocidad según cada calle, en función de sus necesidades acústicas y de movilidad.

En concreto, la idea sería crear tres zonas diferentes. En la Zona 30, que incluiría los viales aledaños a edificios educativos y hospitalarios entre otros, el límite de velocidad estaría en los 30 kilómetros por hora, mientras que en la Zona 40 se podría circular a 40 kilómetros por hora y en la Zona 50, a 50.

Asimismo, se delimitarán zonas de influencia asociadas a parques de bomberos y centros hospitalarios para que los vehículos de emergencias sólo usen sus sirenas en ellas, facilitando a su vez el acceso de estos vehículos por otros medios. En cuanto al transporte de mercancías, quedará restringido el reparto en las zonas residenciales durante el horario nocturno.

Más radares

Con el objetivo de que la medida se cumpla, el Gobierno local estudiará también instalar más radares en el interior de la ciudad, especialmente en estas zonas con velocidad limitada y se instalarán señales variables, que llaman más la atención de los conductores y permiten ajustar los límites de velocidad a la fluidez del tráfico, al horario y a las condiciones meteorológicas.

Mientras, allí donde se puede circular a más de 50 kilómetros por hora se propondría sustituir el asfalto por otro poroso o 'thin layer', que ayudara a reducir el ruido. En las zonas del centro donde la presencia de adoquines aumenta considerablemente el ruido, se podría sustituir la piedra con "nuevas soluciones más silenciosas que no varíen el paisaje urbano".

Para ello, se estudiará la viabilidad de esta solución en cada caso, teniendo en cuenta la velocidad permitida, la facilidad de limpieza y la existencia de carriles de aceleración o desaceleración, y en caso de permitirse el cambio de capa asfáltica, se aprovecharán las tareas de mantenimiento de Madrid Pavimenta Madrid para sustituirlo. Asimismo, se sustituirán los cruces con semáforo conflictivos por rotondas a la vez que se instalan chicanes para cambiar las trayectorias de las calles, aumentando así la seguridad viales de los peatones, dotando de más visibilidad los pasos de cebra y provocando una reducción de la velocidad y, por ende, del ruido. Lo mismo se conseguirá estrechando la calzada en algunas zonas residenciales.

No hay comentarios: