viernes, 20 de abril de 2007

Viernes 20 de abril de 2007

Las Provincias

CASTELLÓN | CIUDAD
El Consell expedienta a dos chiringuitos de la playa de Castellón por carecer de licencia
Inicia diligencias contra BeCool, en la playa del Gurugú, y Groovy, en la del Pinar
REDACCIÓN/ CASTELLÓN

El Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) publicó ayer el inicio de los trámites para abrir sendos expedientes sancionadores contra la empresa Límite del Mar, encargada de gestionar los chiringuitos BeCool y Groovy, ubicados en las playas castellonenses del Gurugú y del Pinar, respecticvamente.

En su informe, la Conselleria de Justicia, Interior y de Administraciones Públicas se refiere a varias denuncias contra ambos locales que fueron formuladas por agentes de la Policía Nacional en las que se constata que ambas instalaciones se encontraban funcionando sin licencia de actividad ni de apertura.

A su vez, en el caso de BeCool, los agentes reseñaron en sus informes que “la fecha límite de la póliza del seguro era del 15 de junio de 2005”.

En total, durante el verano pasado, el local acumuló 10 infracciones administrativas calificadas de “graves”, lo que puede suponer para la empresa multa de 601 a 30.000 euros y, acumulativamente hasta 300.000 euros, así como suspensión de la actividad, clausura e inhabilitación por un periodo máximo de seis meses.

Por lo que se refiere al pub Groovy, la denuncia de la Policía Local de Castellón constata que el local funcionaba “sin licencia de actividad”, por lo que la empresa podría acumular las mismas sanciones que en el caso anterior.

A su vez, el DOVC también publicó ayer la apertura de expedientes sancionadores contra el bar El Poblet, situado en la calle San Francisco de Castellón, por “realizar su actividad sin licencia, incumplir el horario de cierre y utilizar medios sonoros sin autorización”, así como contra otros locales de Segorbe, Benicàssim y Almassora.

Levante

NUEVA ORDENANZA-Valencia
La federación vecinal se siente excluida del debate del ruido
La presidenta denuncia falta de información
P. Varea, Valencia

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia ha acusado al ayuntamiento de haberle dejado de lado en la redacción de la nueva Ordenanza del Ruido y Vibraciones que se aprobará hoy en la junta local de gobierno, según manifestó ayer la presidenta de la organización, Mª José Broseta, al término de la reunión sobre Urbanismo. La norma se llevará al pleno del consistorio de la próxima semana. Los componentes de la comisión vecinal valoraron negativamente la actitud hacia el movimiento vecinal y afirmaron sentirse asombrados por todo.

La organización solicitará al consistorio hoy mismo una reunión con carácter de urgencia con los concejales responsables de la redacción de la nueva normativa «porque ni siquiera conocemos el contenido del texto. No se nos ha enviado ni notificado borrador alguno. Creemos que ha habido muchas prisas por llevar el asunto al pleno y desconocemos cuáles han sido las causas de todo esto».

Broseta espera que en la reunión se les den explicaciones y recordó que «el movimiento vecinal es una de las partes importantes a tener en cuenta en esta nueva normativa pero poco podemos aportar si no se nos ha llamado ni consultado para nada. Nosotros teníamos algunas propuestas pero desconocemos si están incluidas o no».

Por su parte, la presidenta de la federación anunció que en breves fechas se iniciará una serie de reuniónes en cada distrito con las asociaciones de vecinos para valorar y analizar los cumplimientos e incumplimientos del PGOU de 1988 y cuales son las necesidades de cara a la futura revisión que se encuentra en marcha en estos momentos. Si Broseta lleva a cabo ese trabajo el movimiento vecinal tendrá disponibles sus objetivos y prioridades para un documento que quiere exponerse al público para después del verano.

Valencia
Las verbenas no podrán pasar de 90 decibelios y las orquestas tendrán limitadores de sonido
La ordenanza del ruido no entrará en vigor hasta septiembre aunque se aprobará este mes
Paco Varea, Valencia
http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=3506&pIdSeccion=16&pIdNoticia=291238&rand=1176954248852

Noventa es la cantidad máxima de decibelios que cualquier actividad musical prevista en la calle durante la noche podrá alcanzar con lo cual quienes la hagan deberán incorporar unos limitadores en los equipos para impedir superarla, según figurará en la ordenanza del ruido que se aprobará en el pleno de del ayuntamiento de este mes. En esa situación figuran las orquestas o empresas de discomoviles que contraten las comisiones festeras de la ciudad.

Así quedó ayer claro en la reunión que los grupos políticos, PP, PSPV y EU, celebraron para dar el visto bueno a la norma incluyendo las distintas celebraciones festivas de la ciudad «blindando» sus festejos para evitar casos como el del Carnaval de Tenerife en el que un grupo de vecinos paralizó los actos por el excesivo ruido.
La nueva normativa se aprobará inicialmente la próxima semana en el pleno y saldrá a exposición pública en mayo después de que los tres grupos hayan renunciando a los 10 días previstos para presentar alegaciones.Las limitaciones no entrarán en vigor en septiembre.
La ordenanza incluía en su artículo 19 la limitación de decibelios pero no contemplaba las restricciones a determinados actos festivos como los horarios de las verbenas durante fallas o San Juan o los festejos pirotécnicos. El edil de Fiestas anunció ayer un reglamento interno para estos actos. El PSPV y EU quedaron satisfechos con lo estipulado para las fiestas.

Diario Información

Elche
RESOLUCIÓN
La Síndica de Greuges insta al Ayuntamiento a que limite el ruido en recintos festeros
El organismo recomienda a la Administración que establezca mecanismos para controlar la contaminación sonora en las fiestas patronales
M. SABUCO

L a Sindicatura de Greuges de la Comunidad Valenciana ha realizado una recomendación formal al Ayuntamiento de Elche para que «proceda a establecer mecanismos que permitan limitar y controlar el nivel de ruido por los recintos festeros, compatibilizando de esta manera el disfrute de las fiestas por parte de los participantes en ellas con los derechos legítimos de terceros que pudieran verse afectados por las emisiones de ruido provocadas por los mismos», se indica en una resolución de hace un mes de la Síndica de Greuges, Emilia Caballero, ante la queja formulada por un particular, en agosto de 2005, por las molestias que le ocasionaron «el alto volumen de la música y el alboroto» de las dos carpas instaladas durante las fiestas patronales en el patio del colegio público La Asunción.

En el escrito de la Sindicatura remitido al Ayuntamiento se hace constar que durante las fiestas patronales, del 8 al 15 de agosto, se establece un horario diario de apertura de los recintos festeros y barracas hasta las cuatro de la madrugada de manera general y el 13 y 14 de agosto (Nit de l'Albà y Nit de la Roà), hasta las seis de la mañana. Asimismo, se hace constar que la Comisión Gestora de Festejos Populares instala una barraca en las fiestas, pero que no todas las comisiones se agrupan en la misma, como ocurre con la de Baltasar Tristany cuyo funcionamiento ha sido objeto de una queja formal. Tras el análisis de la situación y de los argumentos de las partes, así como haciendo referencia a sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, se indica por parte de la Sindicatura de Greuges que «la hipotética pasividad municipal ante los efectos perjudiciales para la salud provocados por esta actividad podría generar la responsabilidad patrimonial por funcionamiento anormal de la Administración, con la consiguiente obligación de indemnizar los daños y perjuicios que se le pudieran irrogar a los vecinos colindantes».

La normativa sobre contaminación acústica establece lo que se puede entender como una excepción para los actos de carácter oficial, cultural, festivo, religioso o fiestas populares, al dejar a la autoridad la capacidad de eximir, con carácter temporal, del cumplimiento de los niveles de perturbación máximos fijados por la normativa. No obstante, «esta excepción no debe ser interpretada en el sentido de entender que dichas fuentes se hallen habilitadas para emitir ruidos sin ningún tipo de límites y controles».

Por otra parte, la Sindicatura ha echado en falta en este caso la existencia de los permisos a que obliga la ley para este tipo de instalaciones, precisando que «a pesar de nuestra expresa petición en este sentido, no consta en el expediente que se haya tramitado la oportuna licencia municipal de actividad con los requisitos y condiciones contenidas en la ley», por lo que se recomienda al Ayuntamiento que «la tramitación de las autorizaciones para la instalación de las carpas (u otras instalaciones eventuales, portátiles o desmontables), en los recintos festeros, se gestione y autorice de acuerdo con los requisitos y exigencias marcadas por la Ley de Espectáculos Públicos, Actividades recreativas y Establecimientos Públicos».

LaMalla.net

Província de Barcelona
Els vehicles retransmeten automàticament les dades al centre de control de la Diputació
Dos Smart mesuraran el soroll ambiental als municipis barcelonins

Els cotxes estan equipats amb analitzadors de soroll
La Diputació de Barcelona ha posat en marxa un servei mòbil de control de soroll, que permetrà mesurar el soroll ambiental de llarga durada en qualsevol punt d'un municipi. Es tracta de dos vehicles de la marca Smart adaptats i equipats amb analitzadors de soroll que transmeten automàticament les dades al centre de control de la Diputació. Una de les unitats mòbils cobrirà la ciutat de Barcelona, l'altra es cedirà de forma itinerant als ajuntaments que ho demanin.

Faro de Vigo

Cangas tramita 4 denuncias por ruido en la Avenida de Marín y el Casco Vello
Los expedientes abiertos se refieren todos a casos de contaminación acústica en locales de copas.
Juan Calvo / CANGAS (Pontevedra)

El ruido parece no ser un problema para los habitantes de Cangas. Tan sólo cuatro denuncias hay en el Concello por contaminación acústica, todas ellas relacionadas con la movida nocturna. Se trata de locales de copas en los que los decibelios superan el límite de lo permitido por la ley. Los expedientes que tiene abiertos el Concello de Cangas son siempre a raíz de una denuncia de terceros. Acostumbra a ser el vecino que se ve afectado directamente por la contaminación acústica quien acude al ayuntamiento, previamente hubo de por medio numerosas quejas y la intermediación municipal, con el fin de encontrar una situación no traumática.

Por lo que señalan las estadísticas, la mediación municipal debe ser fructífera, de lo contrario no se explicaría el número tan bajo de denuncias formales en un año. De las cuatro denuncias contra locales de copas, tres se ubican en la avenida de Marín y una en el Casco Vello.

Empresa independiente
Una empresa independiente es la que se encarga de realizar las medidas acústicas en los locales denunciados y también la de asesorar para corregir los defectos que pudiera haber en los aislamientos. Para el gobierno local, la contaminación acústica que provoca la movida se encuentra más o menos controlada. Asegura que el hecho de concentrar el botellón en una sola zona, detrás de la casa consistorial, en el helipuerto, donde se concentran un sábado por la noche, entre 400 y 600 chavales.

El concejal de Obras y Policía, Pío Millán, reconoce que en los habitantes de las calles que dan acceso a la zona del botellón empiezan a quejarse, aunque desde el ejecutivo insisten en que la situación es normal.

Respecto al Casco Vello, el gobierno local mantiene el control gracias a su política de no conceder licencias municipales para la instalación de pubs. De esta forma tan sencilla, sin necesidad de la elaboración de un mapa de ruidos, el gobierno local evita lo que dañó a muchos cascos históricos en Galicia, que fue la proliferación de los bares de copa. También es verdad que estos negocios ayudaron a dinamizar las zonas. No obstante, en el Plan de Emergencia se elaborará un mapa de ruidos en el municipio de Cangas.

Botellón
Una buena parte de la contaminación acústica que se genera en las noches del fin de semana procede de la práctica habitual del botellón. Sin embargo, los jóvenes se suelen concentrar en el entorno del helipuerto por lo que en cierto modo las molestias por ruidos a los vecinos quedan un tanto atenuadas.

El País

Las fiestas en Valencia podrán llegar a los 90 decibelios de ruido
D. B. - Valencia - 19/04/2007

La comisión del ruido del Ayuntamiento de Valencia acordó ayer fijar en 90 decibelios la contaminación sonora permitida en las futuras ferias y fiestas de la ciudad. El límite quedará fijado en la próxima ordenanza municipal de ruidos y vibraciones, pendiente de su aprobación definitiva desde hace más de un año. El concejal responsable del texto, Ramón Isidro, descartó que la nueva normativa quede aprobada en los próximos plenos municipales.

Isidro achacó el pasado martes al "necesario consenso" la interminable aprobación del nuevo marco que debiera acabar con el problema de la contaminación acústica en Valencia. "Igual que nos excluyen para lo bueno, nos meten en el saco para lo malo", respondió la concejal socialista Carmen del Río para negar la excusa del Ayuntamiento. "La excepcionalidad de algunos barrios", "la necesaria participación de los 14 jefes de servicio" o "el agobio durante las Fallas". Isidro esgrimió todo tipo de factores para justificar la tardanza en la elaboración de la norma.

El último punto de la ordenanza, tratado ayer, bajó el límite del ruido para las comisiones falleras de 130 a 90 decibelios. Del Río solicitó la exclusión de los días previos a las fiestas entre la excepción. Pero esa opción quedó descartada. La concejal socialista advirtió de que los 90 decibélios aceptados "puede que no sean tan maravillosos si tenemos en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud" que sitúa en 65 el nivel de ruido soportable. El borrador de la ordenanza mantiene la opción de las declaraciones ZAS para aquellos entornos especialmente ruidosos, que el Ayuntamiento sólo ha aceptado por sentencia.

REPORTAJE
Ese maldito soniquete
Cuatro de cada diez madrileños sitúan el ruido como uno de sus principales problemas
J. SÉRVULO GONZÁLEZ - Madrid - 16/04/2007

¿Quién dice que la marcha es divertida? Lo será para los que la disfrutan. Los vecinos que la sufren no hacen más que quejarse del ruido de los bares. La música que desprenden los locales de copas, las obras en plena calle, y el tráfico de vehículos sitúan a Madrid como una de las capitales más ruidosas de Europa.

"El principal generador del sonido en las ciudades es el tráfico de los coches. Pero éste es el menos molesto de todos", explica Jorge Pinedo, de la asociación Juristas contra el Ruido. "Es una contaminación que tenemos asumida. La que realmente molesta es la que provocan los pubs, los botellones...", añade. Según la asociación, todos los fines de semana muchos vecinos presentan denuncias por este motivo.

La contaminación acústica se ha convertido en uno de los principales problemas de los ciudadanos. De hecho, cuatro de cada 10 madrileños dice sufrir problemas de ruido, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Éstos, son muchos afectados: unos 419.000. Y es que, vivir expuesto a un soniquete continúo hace la vida más difícil. "Un aumento del ruido de tres decibelios supone un incremento de las visitas a urgencias de un 5%", asegura Daniel Bernabéu, médico y miembro de la Plataforma Estatal de Asociaciones contra el Ruido (Peacram). "Una exposición continua puede provocar estrés, aumento de la presión arterial... y afectar a la salud", añade el médico.Además, según un informe del Centro Superior de Investigaciones Científicas, los niños que van a colegios situados en zonas ruidosas (industrias, aeropuertos, carreteras con mucho tráfico...), aprenden a leer más tarde, presentan mayor agresividad, peleas y riñas frecuentes, mayor tendencia al aislamiento... todo un problema.

Y en Madrid es fácil encontrar algún foco de contaminación acústica. La multitud de obras que jalonan las calles de la ciudad han convertido el repetitivo pi, pi, pi, que emiten algunos camiones o excavadoras cuando dan marcha atrás en un sonido conocido por todos. Muchos otros vecinos han aprendido a vivir con el estruendo que hacen los vehículos en sus salones. Las calles de Madrid suenan a coches; 13 calles de la capital superaron el mes pasado el nivel máximo recomendado por organismos internacionales, fijado en 65 decibelios. El dato es significativo porque sólo hay estaciones de medición en 25 vías. "Esto supone que casi la mitad supera el límite", dice un ecologista. Las zonas más molestas son el paseo de Recoletos, glorieta de Gregorio Marañón, avenida de Ramón y Cajal y Santa Eugenia.

"La OMS sitúa a España como el país más ruidoso de Europa. No es de extrañar que haya muchas denuncias por estos casos", indica Pinedo, quien sostiene que "los ayuntamientos no son eficientes en la lucha contra la contaminación acústica". Por eso, el Ministerio de Medio Ambiente prepara una norma que desarrolle la ley del ruido.

El Ayuntamiento de Madrid lanzó en 2003 un plan para reducir los efectos de este tipo de contaminación. En los últimos tres años, el Consistorio ha realizado 40.513 inspecciones que han derivado en 2.436 expedientes sancionadores. Según los expertos, los datos son algo pobres y califican esta cifra como "ridícula" para una ciudad con más de un millón de hogares.

La concejal de Medio Ambiente, Paz González, detalla orgullosa que sólo durante el año pasado se realizaron 16.320 inspecciones, un 76% más que tres años antes. Pero la satisfacción de la edil no convence al presidente de Peacram, quien sostiene que "para valorar los datos habría que conocer el número de denuncias que han puesto los vecinos". Pero éstos no están disponibles, según una portavoz municipal. "Hay muchas denuncias que cuando llegan los agentes no se pueden comprobar", argumenta.

"Tampoco dicen que sólo hay un inspector de medio ambiente para cada tres distritos, ni que la Policía Municipal no tiene sonómetros", protesta Pinedo. El Consistorio rechaza la cifra: "Hay unos 200 inspectores", aseguran. El truco: suman a todos los funcionarios con competencias medioambientales.

Desde la plataforma contra el ruido se quejan, también, de que "la mayoría de los problemas los causan los bares y, sin embargo, en el informe municipal sólo hay 23 expedientes tramitados a estos locales". Una portavoz municipal justifica que el problema no está en los locales de copas, sino en el trasiego de gente. "En el ruido que provocan al entrar y salir del local", apunta. A pesar de la dificultad de sancionar estas actividades, los hosteleros deben andarse con ojo, porque ya existen sentencias contra el ruido de los pubs.

LAS CIFRAS DEL SONIDO

El 38,8% de los madrileños reconocen que sufren problemas de ruido.

Las calles más estrepitosas son: Recoletos, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal y Santa Eugenia.

El Ayuntamiento de Madrid ha realizado 40.513 inspecciones por contaminación acústica en los últimos tres años.

En 2006, el Consistorio recaudó 2,6 millones de euros por sanciones relacionadas con el ruido.

Desde 2003, se han revisado 3.312 vehículos por contaminación acústica.


ENTREVISTA: JESÚS PÉREZ CANTERO Afectado por los bares
Dormir entre la 'movida'
D. B. - Madrid - 16/04/2007

No se oye nada porque es miércoles por la tarde y ninguno de "los más de 89 bares" que cercan su casa está abierto. Pérez, que tuvo que cambiar su dormitorio de ubicación mediante una obra, asegura que aún los fines de semana en el interior de su domicilio se registran más de 60 decibelios. Las fachadas de la calle de San Vicente Ferrer, la suya, muestran ese blindaje en los huecos de las ventanas. "Pero no es suficiente", insiste.

"Las casas vibran por la música de los bares y en las aceras se juntan cientos de personas que deambulan, beben, vomitan y orinan hasta las siete de la mañana", describe antes de rectificar el horario: "Bueno, los últimos de Filipinas se marchan sobre las nueve". Lleva 14 años en el barrio y ni siquiera recuerda la cantidad de denuncias que ha puesto. Algunas han tenido éxito y ha visto cómo cerraban algún establecimiento especialmente molesto. Pero "enseguida se meten otros". Los vecinos reclaman al Ayuntamiento. A quien ya no se atreven a increpar es a los jóvenes que acampan en sus portales. "Es peor, porque entonces se entretienen tirando botellas e insultándote toda la noche".


ENTREVISTA: SISINIO HERNANDO Afectado por las obras
Una grúa en el balcón
D. BORASTEROS - Madrid - 16/04/2007

"Hay menos movimiento y parece que han terminado con las inyecciones de cemento". No habla un ingeniero. Ni un capataz. Es la voz aliviada de Sisinio Hernando, jubilado de 82 años y vecino del número 164 de la avenida del Manzanares, en Carabanchel. Un experto en obras: su sofá está a unos dos metros de la ventana y a unos cuatro de las grúas y perforadoras que han estado durante tres años taladrando los túneles de la M-30. En casa de Sisinio se abren las ventanas un cuarto de hora "para ventilar la casa".

Es lo bueno del invierno, aunque según éste, "siempre hay ruido desde hace tres años". Mucho ruido: más de 100 decibelios. Con la inauguración del túnel ha llegado la paz al barrio. Pero aún queda mucho.

Durante muchos meses las molestias fueron continuas. Los mastodontes de hierro que trabajaban en turnos de 24 horas reposan casi al alcance de las manos de Sisinio, ocupante de un primer piso. Él, optimista y positivo, dice que aunque "ruido sigue habiendo, se ha reducido bastante".

La avenida del Manzanares está cercada por maquinaria pesada. Los callejones que conducen hasta la avenida están cerrados, menos un carril para el acceso de los camiones que ahora limpian la ribera del Manzanares. Además, con la apertura de los túneles en dirección a la carretera de Extremadura, se ha intensificado mucho el tránsito de coches ruidosos que justo a la altura de la calle respiran en superficie antes de volverse a meter bajo tierra.

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