martes, 3 de junio de 2008

Martes 3 de junio de 2008

Mediterráneo

CRITICA LA PASIVIDAD DEL AYUNTAMIENTO HACIA LAS QUEJAS VECINALES.
El Síndic reclama el cierre de un comercio por causar molestias
Vecinos denunciaron los ruidos nocturnos de un aparato climatizador.
03/06/2008 DAVID P. SOLVES

La Sindicatura de Greuges ha instado al Ayuntamiento de Castellón a suspender de manera inmediata la actividad de un establecimiento de venta de muebles situado en la avenida de Valencia al entender que los motores de los aparatos de aire acondicionado generan ruidos nocturnos molestos a un grupo de ciudadanos desde el año 2006.

La resolución del adjunto segundo del Síndic, Carlos Morenilla, reclama al consistorio castellonense que extreme las medidas de inspección sonométrica dado que las únicas existentes las aportó la propia empresa y no los técnicos municipales.

El Síndic abrió la investigación en agosto del 2006 a instancias de un vecino afectado que, previamente, había reclamado al consistorio, hasta en cuatro ocasiones, que eliminara los aparatos climatizadores. Ninguna de las quejas obtuvo respuesta.

En ese periodo, la alcaldía sí abrió un expediente sancionador contra la empresa por carecer de la preceptiva licencia municipal, un asunto que se resolvió con el traslado de la tienda. En su resolución, el Síndic reprocha la falta de "una reacción contundente para poder garantizar los derechos de los ciudadanos afectados por el ruido".

El País

Los hogares valencianos soportan más ruido que Madrid y Cataluña
El 33,2% sufren impactos acústicos del vecindario o de la calle
MIQUEL ALBEROLA / SARA VELERT - Valencia - 03/06/2008
http://www.elpais.com/articulo/Comunidad/Valenciana/hogares/valencianos/soportan/ruido/Madrid/Cataluna/elpepiespval/20080603elpval_1/Tes/

La Comunidad Valenciana se apunta otro liderazgo. El 32,2% de los 1.721.100 hogares tiene problemas de ruido producidos por vecinos o por el tráfico y las actividades que se realizan en la calle, según los datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el Anuario Estadístico de España de 2008. Superan en 0,7 décimas a los de la Comunidad de Madrid y en 6 puntos a los hogares catalanes que experimentan este tipo de problemas, pero sobre todo rebasan con mucho el promedio de España, que se sitúa en el 26,7%. Sólo Ceuta y Melilla, ciudades autónomas muy constreñidas en el territorio y sin posibilidad de crecer, dejan atrás a la Comunidad Valenciana con un 40% de hogares afectados por el ruido.

El ruido de un bólido de Fórmula 1 es más alto que un motor de reacción

El Consell pone en primer plano los beneficios de los grandes eventos

Los datos del INE, reflejados en la encuesta de condiciones de vida que contiene el anuario, confirman una vez más lo que ya apuntaban otros estudios: el ruido ocupa una parte importante de la vida de los valencianos, a la cabeza en muchas estadísticas de contaminación acústica. Alicante, por ejemplo, está abocada a soportar por la noche ruidos por encima de los límites tolerables. Un impacto al que están sometidos al menos el 22,3% de los alicantinos y cuyo origen, entre el 80% y el 90%, proviene del tráfico rodado.

También Valencia es una de las ciudades en las que tradicionalmente el ruido ha causado más problemas, y no solo por el intenso tráfico rodado y aeroportuario (los aviones atraviesan la ciudad para aterrizar en Manises y para despegar). Tras una intensa actividad judicial por parte de los vecinos afectados, el Ayuntamiento ha tenido que declarar varias Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) en las que la actividad de los bares de copas hacía imposible la vida a los residentes.Valencia arrastra desde hace años la polémica por el exceso de contaminación acústica y las denuncias vecinales por la pasividad municipal a la hora de aplicar la ordenanza del ruido. Los jueces valencianos, el Tribunal Supremo e incluso el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo han afeado al Ayuntamiento de Valencia, gobernado por el PP, la dejación al aplicar la normativa y defender los intereses de los vecinos.

La nueva ordenanza, aprobada el pasado viernes en el pleno tras varios años de elaboración, está lejos de aplacar el debate sobre el ruido. Al contrario, acaba de abrir una nueva controversia con la inclusión de las carreras de Fórmula 1 en el circuito urbano de El Grau entre las fiestas tradicionales a las que se permite superar los límites acústicos. El problema no es que se exima de la ordenanza a los bólidos del Gran Premio de Europa que se celebrará a finales de agosto, sino que el texto prevé que también se salten los decibelios otros eventos del motor y los correspondientes entrenamientos. Así lo denunció la concejal socialista Carmen del Río, quien pidió sin éxito que la Fórmula 1 se tratara como una excepción aparte, sin mezclarla con las Fallas o el Corpus, y se eliminara la referencia a otras competiciones del motor para no provocar que Valencia se convierta toda ella en un circuito.

La concejal responsable de Contaminación Acústica, Lourdes Bernal, se aprestó a contestar que "cualquier carrera con vehículos de motor precisará de una autorización municipal" y negó que se pretenda "abrir la mano". Pero la excepción ha llegado antes que la regla. La nueva ordenanza no ha tardado ni tres días en estrenar la posibilidad de eximir de los límites de ruido a las carreras de motor.

Ayer mismo, el vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, acompañado, entre otros, por el concejal de Deportes, Cristóbal Grau, anunció la celebración en el circuito urbano de Valencia de dos nuevas competiciones. El Gran Campeonato de España de Fórmula 3 y el Open Internacional de Turismos se correrán los días 26 y 27 de julio. Rambla aseguró que estas carreras serán un "ensayo de alto nivel que facilitarán divulgar y conocer las condiciones y características del circuito urbano".

Así, los vecinos del Marítim y otros distritos cercanos al circuito soportarán un altísimo nivel de ruido en sus casas. Según algunos especialistas, a una distancia de 35 metros el ruido de los coches de Fórmula 1 es más alto que el sonido de un motor de reacción de un avión al despegar. Con el bólido en marcha, a 15 metros de una persona, el sonómetro se eleva hasta los 125 decibelios, suficiente para causar un daño permanente en el aparato auditivo.

Como comparación, valgan los parámetros de la nueva ordenanza, que prevé niveles de 65 decibelios durante el día y de 55 por las noches. De ahí las excepciones que contempla, que incluyen también a un total de 13 fiestas cuyo jolgorio queda blindado. Este periódico preguntó ayer a la Concejalía de Contaminación Acústica si las carreras de julio ya cuentan con el permiso que mencionaba Bernal para que estos eventos puedan obviar los niveles máximos de ruido, sin obtener una respuesta.

La plataforma vecinal y de ecologistas contraria al circuito ha denunciado desde el principio que el autódromo afectará negativamente a la calidad de vida de los distritos del entorno y han exigido medidas que minimicen el ruido. También la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia ha criticado que se otorgue la declaración de interés general al circuito y ha mostrado su "preocupación por el ruido, los cortes de tráfico y la calidad de vida esos días", dijo ayer su presidenta, María José Broseta.

Los días de molestias por el circuito -carreras y entrenamientos previos- ya no se restringirán a agosto, sino que comenzarán en julio. El Consell, sin embargo, pone en primer plano la atracción de estos eventos, que en palabras de Rambla "se han convertido en un elemento dinamizador de la economía". Según sus cálculos, los "grandes eventos tienen una repercusión directa de 6.000 millones de euros y generan más de 140.000 empleos".

Las Provincias

Ediciones
Alcàntera del Xùquer prohíbe hacer ruido durante la siesta
El Ayuntamiento multará hasta con 750 euros a quienes no respeten las horas de descanso, ensucien las calles u orinen en la vía pública
03.06.08 - XAVIER PÉREZ - ALCÀNTERA
http://www.lasprovincias.es/valencia/20080603/ediciones/alcantera-xuquer-prohibe-hacer-20080603.html

Una de las costumbres españolas es la siesta y, ahora más que en otro municipio, en Alcàntera del Xùquer. El Ayuntamiento ha aprobado una nueva ordenanza que sancionará desde 60 y hasta 750 euros a las obras que hagan ruido en el periodo de descanso después de comer, teniendo en cuenta la perturbación causada, el daño producido y la reincidencia.

El objetivo de esta normativa de limpieza urbana, ocupación y uso de las vías públicas y de convivencia ciudadana es regular todas las actuaciones para conseguir las adecuadas condiciones de higiene de la ciudad con el cuidado de los espacios públicos y privados, recogida, transporte y eliminación de residuos, y la circulación y convivencia entre los vecinos.

La alcaldesa, Teresa Perucho, manifestó que esta iniciativa "salió de los propios vecinos que a través de las quejas querían que se regularan aquellas actividades o acciones que fueran molestas para todos".

Alcàntera, añadió la primera autoridad del municipio, "es un pueblo agrícola, la gente se levanta muy pronto a trabajar y después de comer quiere descansar, por ello vamos a regular los ruidos de las obras de dos a cuatro de la tarde, y que podrían tener una multa de 60 euros".

Por lo que respecta a la limpieza de la vía urbana, para prevenir y minimizar la suciedad de las calles y espacios públicos no estará permitido depositar residuos en la misma o en los solares, ni enjuagar y reparar vehículos, así como tampoco cambiarles el aceite u otros líquidos en los citados lugares.

Otras de las cosas que se prohíben son el vertido en la vía pública de cualquier tipo de residuo líquido, sólido o solidificable, el abandono de animales muertos, y sacudir ropa o esteras en la calle o sobre ella desde ventanas, balcones o terrazas.


Muchas limitaciones
Manipular los residuos sólidos depositados en los contenedores de recogida; orinar en la vía pública y lanzar en la misma carteles, folletos o hojas sueltas, son más acciones que no están permitidas en la nueva normativa.

En relación a los animales domésticos, habrá que llevarlos atados, y queda prohibido que realicen sus deposiciones sobre las aceras, jardines, zonas verdes, parques infantiles y restantes elementos de la vía pública destinados al paso, estancia o recreación de todos los ciudadanos.

Por lo que respecta a la convivencia, la ordenanza señala que los ciudadanos tienen la obligación de respetar la convivencia y la tranquilidad.

No se podrán hacer ruidos en vías y espacios públicos, ni en los domicilios cuando afecten a la vecindad, especialmente entre las doce de la noche y las siete de la mañana, excepto los días de fiesta de la localidad. En período estival y días festivos tampoco se podrán realizar ruidos entre las dos y la cuatro de la tarde.

Tampoco se podrá circular ni aparcar en parques y jardines públicos, ni tampoco transitar en bicicleta por las zonas verdes ni jugar al balón en las mismas ni en plazas, calles u otros lugares no destinados a tal fin.

El incumplimiento de cualquiera de estas disposiciones o la vulneración de la normativa supondrá una infracción administrativa que se sancionará, previo expediente instruido a este efecto, con multa de hasta 750 euros en casos muy graves o reincidentes, según la alcaldesa.

Las mismas prescribirán al año y las sanciones prescribirán también en un año, desde el día siguiente en que la resolución que impone la sanción sea firme.

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