viernes, 26 de octubre de 2007

Jueves 25 de octubre de 2007

Levante

Ashotur considera probado que los locales de ocio no son culpables del ruido en Lagasca.
























Mediterráneo

HOSTELERÍA Y TURISMO.

Ashotur elogia que el estudio exculpe del ruido al sector

25/10/2007 D. PÉREZ

http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=332177

La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur) aseguró ayer que el reciente estudio de la oenegé Controla Club sobre el ocio en la calle Lagasca demuestra que el problema acústico que sufre este ámbito de la ciudad no es achacable a los empresarios sino "a la falta de concienciación y sensibilización ciudadana ante el ruido".

Cabe recordar que, según la encuesta realizada a más de 1.200 jóvenes clientes de los locales de Lagasca, solo el 51% de ellos considera el ruido de la zona como un problema importante.

Desde Ashotur recordaron que el sector de la hostelería y el turismo representa en la Comunidad el 13,8% del PIB --es decir, 12.017 millones de euros-- y crea el 14,1% del empleo --esto es, 289.236 puestos--. "Situaciones como la declaración de zonas ZAS no hacen sino criminalizar de manera gratuita un sector, como es el del ocio nocturno, al que el 71,88% de los ciudadanos valora positivamente.

La encuesta también refleja que el 68% de los jóvenes achaca el ruido nocturno a alteraciones del orden público; un 59,9% a la mala insonorización de los locales y un 59,2% a gritos en la calle.

El País

Los jóvenes de Castellón pasan del ruido nocturno

M. F. - Castellón - 25/10/2007

http://www.elpais.com/articulo/Comunidad/Valenciana/jovenes/Castellon/pasan/ruido/nocturno/elpepuespval/20071025elpval_14/Tes

El ruido y las molestias que causa a los vecinos el ocio nocturno es un problema menor para los jóvenes de Castellón, según el primer estudio sobre el impacto del ocio elaborado en la ciudad en una de las zonas de mayor actividad nocturna. Entre las consecuencias de ese ocio que más preocupan se sitúan los accidentes de tráfico y la seguridad vial. La encuesta realizada a 1.200 jóvenes indica que entre los 12 posibles conflictos señalados, el ruido ocupa los lugares 10 y 11, aunque el 51% de los encuestados opina que es un problema importante o muy importante. Los mayores porcentajes son para los accidentes de tráfico derivados del ocio nocturno, que preocupan al 85,11% de encuestados, problemas por el consumo de alcohol y drogas (77%) y las peleas (72%).

El estudio, que refleja la opinión de personas de entre 15 y 35 años, fue realizado "a pie de discoteca" por personal de la ONG Controla Club. Su vicepresidente, Vicente Pizcueta, destacó, como una de las conclusiones más relevantes, la mella que han hecho entre los jóvenes las campañas de sensibilización en seguridad vial y prevención del consumo de drogas.

Otro de los apartados de la encuesta hacía referencia a la voluntad de actuar y comprometerse para solucionar los problemas y reducir el impacto negativo del ocio nocturno. En este caso, los encuestados repartieron responsabilidades, ya que el 67,2% apuntó a la Administración y a los empresarios como responsables de adoptar medidas, mientras el resto consideró que son los propios ciudadanos los que más deben comprometerse.

Entre las conclusiones destaca que el debate sobre el ruido y las molestias vecinales está en "fase inicial", ya que las entrevistas se realizaron en la zona de Lagasca de la capital de La Plana, donde se ha registrado una gran polémica, precisamente, por la concentración de locales que ha provocado la protesta de los vecinos. El estudio sostiene que "apenas ha habido campañas de sensibilización, lo que hace necesario intensificar la labor sobre el civismo y la convivencia ciudadana".

Tras conocer las conclusiones, la concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Castellón, Carmen Amorós, anunció que propiciará la presencia de mediadores sociales en esa zona para incidir en la necesidad de conciliar el ocio de los jóvenes con el descanso de los vecinos.

Madridiario

El soterramiento de la M-30 reduce el ruido que soportaban 250.000 vecinos

24-10-2007 - Carmen M. Gutiérrez - Fotografías: Juan Luis Jaén

El soterramiento de la M-30 ha reducido la contaminación por ruido que soportaban 250.000 vecinos de Madrid, según los datos aportados este miércoles por el director general de Calidad, Control y Evaluación Ambiental del Área de Medio Ambiente, Manuel Tuero, durante su ponencia en las V Jornadas de Medio Ambiente, organizadas por Madridiario.

http://www.madridiario.es/2007/Octubre/medioambiente/medio-ambiente/42552/soterramiento-m-30-reduce-ruido-soportaban-250000-vecinos.html

El tráfico es uno de los principales causantes del ruido, por lo que el soterramiento de la M-30 llevado a cabo durante la anterior legislatura consiguió que 250.000 vecinos vivieran más tranquilos y con menor contaminación acústica. Sin embargo, como aseguró Tuero, esta medida no es trasladable a otros casos por su magnitud hercúlea. Pero existen otras soluciones al ruido en las ciudades.

El color rojo señala las zonas más contaminadas en el mapa acústico de Madrid Para reducir la contaminación acústica, en primer lugar, hay que conocer dónde se localiza. Para ello, el Ayuntamiento ha realizado ya tres mapas del ruido. El último fue presentado en septiembre y dio como resultado que los 'puntos negros' en esta materia son en este momento la M-40 y el Paseo de Recoletos.

Según explicó Tuero, existen dos maneras de hacer un mapa del ruido: el modelo predictivo, basado en cálculos, o con mediciones puntuales, que "garantiza la exactitud". Así, se realizó el estudio de la contaminación acústica que acaba de presentarse y se encuentra en periodo de alegaciones.

Los niveles de ruido permitidos varían según los usos del suelo. En una zona residencial, por la noche, no se pueden superar los 55 decibelios de máxima, mientras que una zona por la discurran grandes infraestructuras de transporte está permitido que se alcancen los 75 decibelios.

El auditorio de la Casa Encendida durante la intervención de Manuel Tuero Para corregir los excesos de ruido que pueden darse, las soluciones propuestas por el director general consisten en variar la circulación del tráfico o reducir su intensidad, utilizar asfalto poroso o cambiar los semáforos de ubicación. Además, el Ayuntamiento también utiliza medidas preventivas para reducir la contaminación acústica, como son los controles a vehículos, que sirven para comprobar si se adaptan a los niveles con los que han sido homologados.

Reuters

Tim Robbins realiza cruzada contra el ruido en nueva película

Martes 23 de Octubre, 2007 2:59 GMT148

http://es.today.reuters.com/news/newsArticle.aspx?type=entertainmentNews&storyID=2007-10-23T125935Z_01_PAN346549_RTRIDST_0_OESEN-CINE-ITALIA-RUIDO.XML

ROMA (Reuters) - ¿Alguna vez ha soñado con destrozar aquel auto en su vecindario cuya alarma tiene el mal hábito de encenderse en medio de la noche?

El director estadounidense Henry Bean solía hacer eso, entrar a los vehículos de otras personas para desactivar sus alarmas, para poder tener un sueño reparador. Terminó ante los tribunales y en la cárcel, hasta que decidió parar y hacer una película sobre ello.

"Noise", la provocativa segunda película de Bean, está protagonizada por Tim Robbins, como David, un hombre de una familia de clase alta que enloquece por los ruidos altos de Nueva York: chirriantes camiones de basura, bocinas, buscapersonas de seguridad y, lo peor de todo, alarmas de coches chillando a todas horas.

David se vuelve tan obsesionado por el ruido que se convierte en un vigilante vestido de negro, "El rectificador," realizando su propia cruzada contra esas malditas alarmas que destruyen su calma.

Tras terminar en la cárcel y casi arruinar su matrimonio, decide continuar su lucha de manera legal, reuniendo firmas para una petición que espera poner la cuestión sobre el tapete en una próxima elección del consejo.

La iniciativa es inmensamente popular, pero se ve bloqueada por el falso alcalde de la ciudad, interpretado por William Hurt, quien fuerza a David a recurrir a una estrategia extrema para dar a entender su punto.

"Forzar la entrada a un auto cuya alarma está sonando desde hace horas, ser arrestado, ir a la cárcel, comparecer ante un juez, todo eso me sucedió a mí, yo hice eso," dijo a periodistas Bean, quien vive en Nueva York, tras el estreno de su película en el festival de Roma, ante la aclamación de la crítica.

"Cuando me arrestaron ya lo venía haciéndo mucho. Lo había estado haciendo durante años. Pero cuando pasé la noche en la cárcel y me costó varios miles de dólares, comencé a pensar que no estaba llegando a ningún lado continuando por este camino", agregó.

"Confieso que un par de veces no pude controlarme después, y salí y lo hice nuevamente y no me arrestaron en esas ocasiones (...) De hecho, nunca encontrarán un policía que les diga que estas cosas (alarmas de vehículos) hacen algún bien", expuso.

La película es la aguda y por momentos hilarante segunda parte de una trilogía de Bean que explora el fanatismo religioso, político y artístico.

/Por Silvia Aloisi/.*.

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