Falleros ruidosos ante el juez
ROBER SOLSONA Imagen captada durante las fiestas del pasado año en pleno centro de Valencia
ABC - Sábado, 21-02-09 - I. R. T.
VALENCIA. El fiscal no ve delito; no acusa. Pide su absolución porque no cree acreditado que los problemas de salud que sufre la denunciante guarden relación alguna con los ruidos del casal fallero denunciando.
Pero la posición del Ministerio Público no evitará que Domingo P. y Almuna C. pasen el mal tragto de sentarse en el banquillo de los acusados. Son el presidente y la secretaria de la falla Nicolás Andreu de Torrent. El ruido por las actividades que se celebran en el casal les ha llevado ante el juez. Se enfrentan a una pena de prisión. Una vecina les ha denunciado por el ruido. Serán juzgados el día 26.
Para la denunciante, los falleros son tormento; los falleros ven en la vecina una pesadilla. Han llegado a mofarse de ella; el año pasado la convirtieron en un «ninot» de su monumento. Y eso sí es objeto de reproche por parte del fiscal que habla del «insensible casal fallero» en el mismo escrito en elque pide la absolución para sus responsables denunciados.
La casa de Carmen, la denunciante, colinda con la sede social del casal fallero, ubicado en un bajo en la calle San Juan de la Ribera, en el número 17. Está enferma. Vive con su padre, de 87 años. Y dice que los ruidos dañan su salud.
Hasta en siete ocasiones ha presentado denuncia ante la Policía Local. Su batalla empezó en 2005. La primera denuncia data del 10 de enero; luego vino otra el 1 de marzo. Siguió una tercera el 5 de noviembre. Interpuso otra el 16 de diciembre y el 28 de diciembre presentó dos más. En 2006, el 20 de diciembre volvió a la carga.
Su insistencia dio resultado. El Ayuntamiento, según recoge el escrito del Ministerio Público, prohibió la realización de actividades en el casal. La falla recurrió esta resolución administrativa.
Decibelios no nocivos
Carmen acudió entonces a la vía penal; buscó el amparo de los tribunales. Dice el fiscal que, según la Policía Local, los ruidos que produce el casal no exceden de «los normales por la actividad lícita que se efectuaba en el local».
Explica que la denunciante sufría un trastorno de personalidad previo, que se ha visto agravado por las «continuas actividades molestas del casal» que, además, le han producido crisis de ansiedad. Pero añade el responsable del Ministerio Público que no se ha realizado medición técnica alguna de los decibelios para comprobar si estos alcanzaban unos niveles que pudieran llegar a ser «nocivos para la salud de cualquier ser humano».
ZARAGOZA
El Justicia insta a la DGA a proteger del ruido a los camareros de pubs
La ausencia de denuncias por la eventualidad de los contratos y la falta de actuaciones de oficio deja indefensos a los afectados
Heraldo – 21-02-09 - J. L. VELASCO. Zaragoza
La Organización Mundial de Salud avisa: una exposición prolongada a una fuente de ruido potente supone a largo plazo un riesgo de pérdida de audición. Sitúa el umbral de peligrosidad en los 75 decibelios, un nivel notablemente inferior al que se detecta en los bares de copas y discotecas. Estas dos realidades, enfrentadas sobre el papel, colocan al gremio de los camareros como colectivo de riesgo de sufrir daños en los sistemas auditivos.
Así lo ha considerado el Justicia, Fernando García Vicente. Tras analizar antecedentes y estudiar el tema, ha enviado una sugerencia al consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Alberto Larraz. En ella le insta a promover medidas de "información, investigación, prevención y control" en la aplicación del decreto que protege la salud de los trabajadores contra los riesgos de la exposición al ruido, concretamente en los sectores de ocio y música.
El colectivo de camareros de bares de noche es variable y poco organizado. Además, su exposición a la fuente de ruido no se prolonga durante muchos años. CC. OO. contestó al escrito del Justicia diciendo que "es difícil que haya quejas desde el colectivo de trabajadores" debido a las "especiales características del sector, donde predominan los empleados jóvenes, la informalidad de la contratación y la tolerancia cultural al ruido".
Sin embargo, dicen desde este sindicato, "esta situación no debe ser explicación para la inacción empresarial ni pública". CC. OO. propone elaborar una guía técnica, informar a los trabajadores y reducir los riesgos de ruido al nivel más bajo posible. UGT, por su parte, incidió en la necesidad de hacer controles para hacer un diagnóstico precoz de cualquier pérdida de audición. La DGA, por su parte, dijo actuar por denuncia de algún trabajador, de oficio o con actividades programadas. Sin embargo, las primeras apenas existen y no hay ningún programa concreto de vigilancia en el borrador de planificación para el 2009.
Para probar los niveles de ruido que hay en los bares, el Justicia recoge el caso de una medición hecha en un domicilio que llegó a 99,7 decibelios. Es fácil imaginar que el índice sonoro en el interior del local sería altísimo.
Sucesos
Apuñala a su vecino por el ruido de una fiesta
19.02.09 – Las Provincias - J. MARTÍNEZ - | VALENCIA
Siete y media de la mañana del lunes. Un vecino de la calle Santos Justo y Pastor de Valencia lleva toda la noche sin dormir debido al ruido procedente de una vivienda de su finca. Allí se celebra una fiesta con gran alboroto.
Los ánimos están muy alterados. El hombre de 48 años llama a la puerta de sus vecinos escandalosos y les echa en cara su conducta incívica. De los insultos y amenazas pasan en pocos segundos al enfrentamiento cuerpo a cuerpo.
El vecino enfadado esgrime un cuchillo e intenta zanjar la discusión con violencia. La víctima (el alborotador) para la cuchillada con su brazo y sufre un profundo corte en la mano. Son momentos de gran tensión. Una joven brasileña -que se encontraba en la fiesta- recibe un cabezazo en la frente al salir en defensa del compatriota apuñalado.
Tras tener conocimiento de los graves hechos, una patrulla de la Policía Nacional acude con urgencia al lugar y arresta al autor de la agresión. El detenido no tiene antecedentes policiales. La pareja brasileña fue asistida por el personal sanitario de una ambulancia.
Venta a menores
La ley prevé multas de hasta 60.000 euros por el ruido de los petardos
La imposibilidad práctica de efectuar mediciones limita la intervención de policía y ayuntamientos
Autor: Alfonso Andrade La Voz de Galicia - 20/2/2009
Venta ilegal a menores, riesgo de perder dedos por una manipulación incorrecta, contaminación acústica... La llegada del carnaval alerta a autoridades y ciudadanos sobre los problemas que acarrean los petardos. El del exceso de ruido no es menor. Quienes los tiran, en general jóvenes, unen a veces varias mechas para conseguir detonaciones muy violentas que están prohibidas.No todos los concellos gallegos regulan la contaminación acústica mediante ordenanzas municipales, y menos por petardos. Los que no lo hacen se rigen por la ordenanza tipo de la Consellería de Medio Ambiente, aprobada por decreto en el 2002. En ella se recogen respectivamente como falta leve, grave y muy grave la superación hasta 5, más de 5 y 15 decibelios de los valores límite de ruido admitidos, sea cual sea la fuente. Y esto puede acarrear multas desde los 60,10 euros de los casos más leves hasta los 60.000 de los más graves (excepcionales).
Según esto, el ruido de los petardos puede ser motivo de sanción, pero policía y concellos se dan de bruces con la realidad cuando quieren ir por este camino. «El tema del ruido es competencia municipal, pero la cuestión es cómo se mide eso. Es muy difícil acreditarlo», explica Pablo Lago, responsable de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.
Por eso la actuación municipal se orienta más al control de la venta ilegal a jóvenes y al empleo en determinadas zonas. El Concello de Lugo, por ejemplo, prohíbe el uso de los productos pirotécnicos en vías y espacios públicos para evitar que se moleste a los vecinos. Cuando los que transgreden la norma son menores, la policía se limita a requisar el material.
Menores de 8 años
Este carnaval será el último en que los niños de 8 a 11 años podrán tirar petardos. Un decreto del 2007 modificó el Reglamento de Explosivos de 1998 y elevó la edad mínima para la tenencia de artefactos pirotécnicos a 12 años. Hasta entonces era de 8. Pero tras la aparición del decreto, el Ministerio de la Presidencia aprobó una moratoria (BOE 10/3/07) hasta que se realice la trasposición a la normativa europea, ya con los 12 años como edad mínima. La fecha límite es el 4 de enero del 2010.
El subdelegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Pose Mesura, se hizo eco de la advertencia de la Guardia Civil sobre la venta ilegal de petardos a menores, recogida ayer por La Voz, y apeló a «la responsabilidad de los padres» para que no permitan que sus hijos compren petardos peligrosos e ilegales.
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