Tema del día
La ley del silencio
Las ordenanzas municipales prohíben desde el bricolaje los domingos hasta los ruidos nocturnos y durante la siesta
Las Provincias - 02.02.09 - M. R.| VALENCIA
tener un perro que se haga demasiado de notar puede salir muy caro. Es más, si decide ladrar a todas horas, la Policía puede obligar al desalojo del can. Así que se lo piense, al menos si es la mascota de un vecino de Ribarroja. Es uno de los apartados reflejados en la ordenanza que durante el año pasado aprobó este municipio.
Por lo demás, este texto era muy parecido al de Valencia. "Hemos cogido como modelo la de la capital del Turia. Luego hemos adaptado alguna pequeña cosa, pero básicamente es la misma", indicó Salvador Silvestre, teniente de alcalde en Ribarroja.
La ordenanza de Valencia se hizo famosa en toda España. La normativa prohíbe lanzar tracas en lugares que no estuviesen destinados para ello. En la tierra de la pólvora, no se pueden lanzar los tan típicos petardos a la salida de una boda o una comunión. Curioso.
Pero donde ya sí que se están metiendo las ordenanzas municipales y que va a cambiar los hábitos de los ciudadanos es en el bricolaje. Se acabaron los manitas de domingo, ese que se armaba de una caja de herramientas y un chándal para montar una estantería.
Al menos en Catarroja, deberá buscarse otro momento. La ordenanza municipal que se ha aprobado durante este año prohibe el bricolaje los domingos. Así de claro. ¿Se pasa de castaño oscuro?
Algunas normativas censuran la poco sana costumbre de poner una lavadora por la noche. Cantar a horas intempestivas también está prohibido, al menos en Senyera. Esta actividad puede conllevar multas de hasta 60.000 euros.
En otros municipios hilan mucho más fino. En Alcántara del Xúquer, la ordenanza protege la siesta. El texto prohibe cantar en este tiempo. Quien se atreva puede pagarlo con una multa de 750 euros.
Tener un animal en el balcón, poner la música demasiado alta o que el ciclomotor realice un ruido excesivo. Son actividades de andar por casa que durante mucho tiempo no se han tenido en cuenta. Ahora estas ordenanzas municipales tratan de regularlas.
Y es que a los municipios, los ruidos les generan más de un dolor de cabeza. Por ejemplo, en San Antonio de Benagéber se vieron en el verano pasado con una montaña de reclamaciones de vecinos que se quejaban del ruido generado por las obras en la siesta. La decisión del Ayuntamiento ha sido salomónica: el próximo agosto no se permitirán los trabajos de construcción.
Sólo Onda y Vinaròs tienenel plan para combatir el ruido
Las localidades con más de 20.000 habitantes deben catalogar y evitar las actividades que superen los niveles de decibelios marcados por la UE
Las Provincias – 02-02-09 - MOISÉS RODRÍGUEZ | VALENCIA
Un grupo de vecinos del casco antiguo de Alicante protesta por el ruido y la basura que generan los bares de la zona durante los fines de semana.
Una avenida con tráfico incluso de madrugada. Vecinos que usan una taladradora para colgar un cuadro. Un estadio. El tren... Es un suma y sigue. Los municipios cuentan con innumerables actividades que generan ruido y muchas incumplen las normativas europeas. Por ello, las localidades con más de 20.000 habitantes censados deben catalogarlas e iniciar medidas correctoras en un exhaustivo proyecto que debe estar elaborado antes del 30 de septiembre de 2010. Cuando el tiempo empieza a apremiar, sólo dos poblaciones de la Comunitat, Onda y Vinaròs (según confirmaron fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente), tienen ya los deberes hechos.
Otros se pusieron en marcha en los últimos meses del año pasado, algunos tienen previsto hacerlo como buen propósito para 2009... y algún despistado ni siquiera habrá reparado en ello. El Plan Acústico, sin embargo, debe confeccionarse. No hay excusa porque así lo determina la Ley 7/2002 de 3 de diciembre. Las localidades con menos de 20.000 habitantes pueden elaborar este documento de forma voluntaria.
Los Ayuntamientos deben elaborar, antes que nada, un mapa acústico. Esta primera parte del trabajo consiste en detallar todas las actividades generadas en el municipio que causan ruido. Como razona la propia ley, la razón de ser de estos Planes es elaborar medidas correctoras "mejorando la calidad de vida de los ciudadanos".
Para actuar contra el ruido, primero hay que determinar cuáles son las actividades que sobrepasan los niveles establecidos por la UE. Esto es lo que fija el mapa del ruido a través de unos colores o líneas. Para ello, los Ayuntamientos deben realizar un completo análisis de todo su término municipal.
Además de esto, el Plan Acústico debe contemplar una ordenación del tráfico, sistemas para controlar los niveles del ruido y medidas para minimizar este efecto. Según indicaron técnicos municipales de varios Ayuntamientos, la elaboración de este documento requiere un trabajo de algo menos de un año.
Las mismas fuentes, por lo tanto, señalaron que aquellos Ayuntamientos que no hayan puesto en marcha su maquinaria justo dentro de un año no llegarán al plazo marcado por la Generalitat para tener el plan acústico presentado. Una vez elaborado, debe ser el organismo autonómico el que evalúe si las conclusiones están ajustadas a la realidad y al ordenamiento urbanístico del municipio.
Ninguna de las capitales
La ciudad de Valencia ya ha destinado partidas presupuestarias para elaborar el plan. Lo mismo ocurre con las otras dos capitales de provincia, Castellón y Alicante. Llama la atención, no obstante, que ninguna de ellas lo tenga aprobado.
La capital del Turia contrató en 2005 la primera parte del trabajo para la elaboración del Plan Acústico. Para ello, el Ayuntamiento realizó una inversión que rondó los 30.000 euros, y que sirvió para medir los niveles del ruido en los barrios.
Mientras tanto, los ciudadanos reclaman que se ejecute ese Plan Acústico. "Nosotros hemos presentado nuestras inquietudes con respecto al ruido, pero es básico para que se especifique cuáles son nuestras necesidades reales", indicó José Luis Ceballos, de la asociación de vecinos de San Isidro.
Este barrio de Valencia se ha quejado en los últimos meses por el ruido de los aviones, así como la contaminación acústica generada por el ferrocarril. "Tenemos el metro: hay un proyecto para soterrar las vías, pero a largo plazo. Por si eso fuera poco, nos colocaron la estación de término de Cercanías. Adif puso unas pantallas acústicas, pero eso no es suficiente".
En San Marcelino también se han producido quejas relacionadas con el ruido, según señaló Vicente Soler desde la asociación de vecinos. "Hemos pedido que vengan a hacer mediciones sobre el bulevar, donde a veces hay carreras ilegales. Nadie del Ayuntamiento nos ha notificado que las hayan realizado".
Vicente Soler comentó que el plan acústico será importante para los vecinos de toda la ciudad. "Nosotros no tenemos muchos problemas con el ocio nocturno. Los locales están en la Cruz Cubierta. Sólo hay casos puntuales de jóvenes del barrio que arman algo de escándalo".
El ocio nocturno es uno de los peores enemigos de los vecinos, pero sólo uno más de los elementos que debe contemplar el plan acústico. Llíria es una de las localidades que ya han empezado a confeccionarlo. David Conde es el técnico que está coordinando este arduo estudio iniciado a finales de 2008.
"Es un trabajo muy complejo, en primer lugar, porque hay que medir los niveles de ruido por la mañana, tarde y noche. Hemos de tener en cuenta todo el término en su conjunto", señaló Conde. "Sería un error fijarse sólo en el casco urbano, pues también nos influye, por ejemplo, la pista de Ademuz o el metro".
Para llevar a cabo este trabajo, los técnicos municipales de Llíria utilizan diferentes estrategias. "Se contratan encuestas y realizamos mediciones", afirma el técnico. En esta localidad se ha llevado a cabo una iniciativa curiosa, pero que cada vez es más utilizada: las consultas vecinales a través de un cuestionario colgado en la web municipal.
Una vez esté elaborado el plan acústico, la Conselleria de Medio Ambiente deberá darle le visto bueno y adjuntar un informe. El pleno tiene, desde entonces, dos meses para aprobarlo definitivamente.
La ley autonómica sobre el ruido estima que la situación es preocupante. Otro mecanismo para combatir el ruido son las ordenanzas municipales. En el momento en el que se dio luz verde a la normativa, según se refleja en el texto, sólo una tercera parte de los municipios contaban con un texto que regulase la contaminación acústica.
mrodriguez@lasprovincias.es
legislación
El ruido, en el Código Penal
En sus primeros párrafos, la ley 7/2002 de tres de diciembre lanza un aviso para navegantes. En el capítulo III, artículos 325 a 331 del Código Penal se mencionan los ruidos y vibraciones. Estos apartados se refieren a los delitos contra el medio ambiente.
La normativa autonómica que regula la contaminación acústica recoge que unos niveles excesivos de ruido pueden tener consecuencias negativas para las personas, tanto de orden fisiológico como psicofisiológico.
En ese sentido, la ley indica que cada vez son más los ciudadanos que sufren enfermedades relacionadas con el ruido.
Todas estas conclusiones no empezaron a recogerse hasta 1972, cuando el ruido empezó a considerarse por parte de los científicos y las instituciones como un agente contaminante.
Un asfalto especial para reducir el ruido en las avenidas
Las Provincias - 02.02.09 – REDACCIÓN | VALENCIA
Uno de los aspectos que más van a tener en cuenta los planes municipales contra el ruido va a ser el tráfico rodado. Principalmente en las localidades más pobladas, siempre hay una o varias avenidas donde el trasiego de vehículos es casi continuo.
Cualquier decibelio que pueda guardarse es poco y por ello los Ayuntamientos idean fórmulas para reducir el ruido el máximo posible. Una de las soluciones es el asfalto especial.
Por ejemplo, los técnicos de Llíria ya contemplan colocar este tipo de firme que reduce el ruido generado por los neumáticos. Siguiendo con el tráfico, otros de los mayores generadores de ruido son los tubos de escape de los ciclomotores.
Otra de las iniciativas de un plan acústico es facilitar a los vecinos que posean uno de estos vehículos los trámites para pasar la ITV. Si no lo hace la Policía podrá sancionar al propietario.
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