lunes, 12 de octubre de 2009

Lunes 12 de octubre de 2009

 

Los jóvenes protestan por la prohibición municipal de hacer música en el Retiro

  • Una ordenanza municipal ha prohibido las habituales tamboradas.
  • Fuentes municipales defienden la medida por el "ruido" habitual.
  • Este domingo grupos de músicos se han concentrado en protesta.

AGENCIAS / 20MINUTOS.ES.  -  11.10.2009

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 Personas tumbadas en la hierba del parque del Retiro un día de sol. (Imagen: ANTONIO LARA)

El pasado fin de semana El Retiro se quedó huérfano de la música que habitualmente traen consigo los centenares de jóvenes que se acercan al parque. El Ayuntamiento, haciendo valer una ordenanza del 2004 aún no aplicada, ha prohibido tocar tambores y demás instrumentos musicales de percusión en el recinto del parque.

Los jóvenes, descontentos con esta medida, habían convocado para este domingo una concentración junto al monumento de Alfonso XII en protesta, y a la que se proponía se acudiese con instrumentos de viento o de cuerda, que no figuran como prohibidos en la normativa, y para aquellos que no los tengan, simplemente dar palmadas, todo con el objetivo de "defender la música".

Oficialmente, la postura del Ayuntamiento de la capital es clara y contundente: el ruido se escucha en todo el parque

Pero no todos los ciudadanos que acuden a pasear al parque están descontentos con la aplicación de la llamada oficialmente y pomposamente Ordenanza de Protección de la Atmósfera contra la contaminación acústica. "Si quieren disfrutar de su música se busquen un local insonorizado", alegan algunos ciudadanos en la información recogida por El Mundo.

Oficialmente, la postura es clara y contundente. Una portavoz de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid afirma que "el ruido se escucha en todo el parque". La reacción del Ayuntamiento madrileño se ha producido "a partir de la gran cantidad de quejas de vecinos y usuarios del parque", sostiene.

Esta no es la única ordenanza controvertida que en los últimos meses ha influido en el cotidiano disfrute del Retiro. El pasado mes de junio, el Ayuntamiento de Madrid modificó la ordenanza para poder pasear perros sin correa en los parques municipales unas semanas después de que los vecinos se concentraran en El Retiro pidiendo ampliar el horario para poder pasear a sus perros libremente.

M. AMBIENTE | Gallardón declara la guerra a las 'timbaladas'

Prohibido tocar el tambor en El Retiro

 

Jóvenes protestan en El Retiro contra la prohibición de tocar el timbal en la calle. | Marta Arias

Jóvenes protestan en El Retiro contra la prohibición de tocar el timbal en la calle. | Marta Arias

Víctor Martínez | Madrid   El Mundo - 11/10/2009        -     Comentarios 134

Silencio absoluto en El Retiro. La fiesta de tambores, el pan de cada fin de semana junto al estanque del parque, ha sido clausurada. El Ayuntamiento que preside un melómano, como es Alberto Ruiz-Galladón, ha mandado a la Policía Municipal que acalle los tambores. El domingo pasado los agentes ya actuaron y no hubo música.

La corporación aplica la Ordenanza de Protección de la Atmósfera contra la contaminación acústica. Los músicos, que dicen ser los principales afectados, señalan en una misma dirección: el culpable es el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Otros usuarios del recinto y vecinos de la zona aplauden al primer edil por su "magnífica decisión".

Los músicos, de todas las edades, se manifestaron este domingo para expresar su disconformidad. "Si no podemos tocar los tambores tocamos las palmas", debieron de pensar los jóvenes en el parque. Y así estuvieron todo el día, tocando palmas y cantando a las autoridades. Y así lo harán, dice uno de ellos, hasta que les dejen "volver a disfrutar".

La manifestación musical estaba convocada esta tarde junto al monumento de Alfonso XII. A través de un grupo creado en la red social Facebook con el nombre 'Por la percusión en el Retiro que ha prohibido Gallardón' se instaba a que el mayor número posible de personas acudieran a manifestarse "con instrumentos de cuerda o viento", que según dicen "parecen no estar prohibidos aún".

Agradecidos con la prohibición

Pero no todo el mundo está contra la prohibición. Si se decide a pasear por El Retiro en un momento álgido de la 'timbalada' encontrará opiniones diversas. Hay personas que agradecen que, al margen de los tambores, se pueda escuchar el sonido de las aves y los pájaros que habitan el parque. Hay quien propone a los afectados que "si quieren disfrutar de su música se busquen un local insonorizado". Para el alcalde, agradecimientos por hacer del parque "un sitio de respeto y convivencia".

También se proponen soluciones salomónicas como "buscar un horario fijo para esta celebración, por ejemplo un par de horas cada fin de semana". Y están los que, más allá del ruido, acusan a la batucada de ser excusa para un "libre intercambio de drogas". Los músicos, en su mayoría jóvenes, no entienden la decisión del Ayuntamiento y le acusan de "querer sacar dinero de donde sea tras la descorazonada".

Otros no comprenden por qué son ellos los "perseguidos" y no los cientos de miles de coches que cada día "inundan de ruidos y polución la capital". Entre ellos Lara, por ejemplo, que explica que "el sonido de los tambores no se escucha en todo el parque", y propone a la gente "alejarse del lago en busca de tranquilidad y dejar a los demás que se diviertan como quieran".

Muchas quejas de vecinos

Una portavoz de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid afirma que "el ruido se escucha en todo el parque". La reacción del Ayuntamiento madrileño se ha producido "a partir de la gran cantidad de quejas de vecinos y usuarios del parque", sostiene. Y concluye tajantemente: "Es un elemento que no combina con las otras actividades que se realizan en El Retiro y que sólo contribuye a la degradación acústica del recinto".

Desde hace años los aficionados a los tambores del Retiro se concentran junto al estanque, en la estatua de Alfonso XII. Han protagonizado algunas anécdotas que les han dado mala fama. Entre ellas, dos operaciones policiales contra el tráfico de hachís, en las que descubrieron que los 'camellos' se avisaban de la presencia policial tocando los tambores. Aunque claro, estos eran los traficantes, no la gente que normalmente acude a la estatua.

Una familia denuncia que está «martirizada» por el ruido de un bar

Los padres han puesto el caso en manos de la fiscalía de menores porque consideran que la situación perjudica el desarrollo de su hijo, de 23 meses

Diario de Ibiza – 11-10-09

El bar musical El Soto se encuentra en la esquina de las calles Ramón Muntaner y Joan Xicó de Vila.

El bar musical El Soto se encuentra en la esquina de las calles Ramón Muntaner y Joan Xicó de Vila.  MOISES COPA

IBIZA | PEP RIBAS «Hemos pasado tres meses de auténtico infierno. Hemos aguantado todo el verano, pero ya no podemos más. La situación es insostenible. Estamos martirizados». Así se expresa Laura Vallejo, una ibicenca de 33 años, madre de un niño de 23 meses, quien mantiene que desde principios de agosto ni ella ni su marido ni su hijo pueden conciliar el sueño por las noches, por el ruido procedente del bar musical El Soto, contiguo a su vivienda. Al considerar que esta situación puede afectar gravemente al desarrollo de su hijo, los padres han interpuesto la correspondiente denuncia en las oficinas de la fiscalía de menores.


Laura, acompañada por su marido, Antonio Coll, muestra un fajo de papeles con las denuncias presentadas en los juzgados de Ibiza, tres desde el 21 de septiembre, y también certificados médicos que acreditan que se encuentra en tratamiento médico por dolencias que sufren debido al insomnio. A ella se le ha diagnosticado gastroenteritis y ansiedad y está a la espera de una consulta con el psiquiatara.


Antes de acudir a los juzgados este matrimonio había denunciado la situación ante la Policía Local de Vila, lo que motivó una serie de mediciones sonométricas en su domicilio, según las cuales el bar sobrepasaba los niveles de ruido permitidos. Entre el 7 de agosto y el 4 de octubre la policía de Medio ambiente realizó diez mediciones que resultaron positivas, es decir, constataron que el bar superaba el límite de ruido permitido.


«El ruido es inaguantable»
Aseguran que a consecuencia de estas actuaciones, se precintó el equipo de música durante varios días, aunque el precinto fue retirado tras una medición que resultó negativa. Al reproducirse las molestias y las consecuentes denuncias, la Policía obligó al responsable del local musical a instalar un limitador de decibelios, pero ese equipo ha sido «puenteado» y se han instalado otros altavoces exteriores, con lo que el ruido vuelve a ser «inaguantable».


Laura asegura que los tres miembros de su familia son los únicos vecinos afectados por esta situación, ya que su vivienda es contigua al local, mientras que las restantes del bloque están separadas del bar. Ella está convencida de que existe alguna solución técnica para insonorizar debidamente el bar. Afirma que ha encargado por su cuenta un estudio sobre vibraciones que ha dado negativo, por lo que el problema se ocasiona porque el sonido se filtra por alguna parte.


El principal perjudicado es su hijo, cuyo dormitorio linda con el bar. En esta habitación el ruido resulta molesto incluso cuando las mediciones sonométricas efectuadas por la Policía Local indican que el volumen está dentro de lo permitido (por debajo de los 25 decibelios), apunta Antonio. «Nosotros no tenemos ningún interés en que este señor tenga que cerrar su negocio ni que pague multas al Ayuntamiento, por muy elevadas que sean, porque estas no resuelven nuestro problema –comenta Laura– . Lo único que pedimos es que insonorice debidamente su local, con el fin de que no-sotros podamos dormir».


El matrimonio señala que el propietario del bar El Soto les ha ofrecido a través de una tercera persona cambiarles su vivienda por un piso en Can Misses, pero ellos no aceptan esta solución. Esta casa ha sido la vivienda familiar de Laura desde que nació y la ha heredado de su padre, y no está dispuesta a abandonarla porque un vecino se esté excediendo con los ruidos. «Que insonorice el local, que si tiene dinero para comprar un piso en Can Misses, también lo tendrá para algo a lo que está obligado por ley», sanciona la vecina afectada.

Ester Manrique

«La ZAS puede acabar con la esencia de Juan Llorens»

Presidenta de la nueva Asociación de Vecinos de Juan Llorens. Su oposición a las medidas del Ayuntamiento para rebajar el ruido y su disconformidad con la actual asociación la han llevado a liderar un nuevo proyecto vecinal que equipare ocio y descanso y conserve el carácter del barrio.

 

Ester Manrique Balaguer, en plena calle Juan Llorens.

Ester Manrique Balaguer, en plena calle Juan Llorens.  levante-emv

Levante  -12-10-09  -

JOSÉ PARRILLA VALENCIA ­­

¿Por qué surge la necesidad de crear una nueva asociación habiendo ya otra?
Por la necesidad de tener una representación fidedigna de las opiniones del barrio. La asociación actual está compuesta por muy poquita gente y no representa el interés de la mayoría, por tanto decidimos crear una que sí lo haga, una asociación que no sólo defienda el derecho al descanso sino también el derecho al ocio. La Asociación de Arrancapins-La Petxina únicamente lucha contra el ruido, nosotros queremos mejorar el bienestar general y buscar soluciones no tan radicales.


Lo que ha desencadenado todo esto es la implantación de la Zona Acústicamente Saturada ¿Qué no les gusta de la ZAS?
Lo primero el cierre de las terrazas tan temprano. En verano a la gente le gusta bajar a tomar una cerveza o a cenar y, claro, no les gusta que a las once de la noche los levanten. Pero el remate ha sido el corte del tráfico. Es horroroso. Hace tres semanas volvía a casa a la una de la madrugada y lo primero que me hicieron fue hacerme soplar. Pero es que luego tuve que identificarme y como aún no tengo en el DNI la nueva dirección me exigieron que presentara un recibo de agua o de luz a mi nombre. No puedo circular por las calles de mi barrio. ¿Qué soy, un criminal? Y como yo piensan muchas personas.


¿Pero entenderán que también existe el derecho al descanso?
Por supuesto que la gente tiene derecho al descanso, igual que al ocio. Si realmente el corte de tráfico funciona y bajan los decibelios, no hay problema, que hagan la calle peatonal los fines de semana. Hay muchos sitios donde ponen barreras y los vecinos pueden entrar con una llave. De esta manera ya no se daría la imagen de barrio conflictivo que se da ahora, con tantísima policía en un extremo de la calle y en otro.


Ustedes también inciden mucho en la salida de los pubs.
Correcto. Realmente yo creo que la punta de ruido está al cierre de los locales, a eso de las tres de la madrugada. La gente sale, hace corrillos, monta escándalo, si han tomado dos copas suben la voz... Si la policía viniera a ayudar al desalojo de la calle, en diez minutos estaría vacía y no habría más problemas. El otro día leí que en las calles estrechas iban a multar a la gente que formara corrillos. Perfecto, que hagan eso aquí también.


¿Tienen la sensación de que se está perdiendo el carácter del barrio?
El carácter que tiene ahora se va a perder completamente. Cualquiera que conozca Juan Llorens lo conoce por lo que es: un barrio con muchos restaurantes, muchos locales de ocio y eso se va a desvirtuar. Además, la gente que lleva aquí toda la vida me ha comentado que Juan Llorens ya no es lo que era. Hace seis o siete años todos los días de la semana había una cantidad de gente tremenda. Ahora vienes entre semana y hay cuatro gatos. Cuando más gente viene es el viernes y el sábado y tampoco es que haya tanta gente que no puedas ni andar. Ni mucho menos. Esa sensación de calles ruidosas que se está pretendiendo dar no es verídica.


¿Cree que hay un intento de hacer una ciudad uniforme, homogénea, plana?
Si, esto es acabar con las diferentes zonas de ocio en la ciudad y no se puede centralizar todo en un sólo punto. Podríamos llevarlo todo al puerto, pero es negativo porque la gente tendría que estar utilizando vehículos constantemente.


¿Qué acogida ha tenido la nueva asociación entre los vecinos?

Favorable al cien por cien. Inscribimos la asociación la semana pasada y en tres días hemos anotado cien inscripciones. Y las que tengo que recoger, porque me está llamando mucha gente. Calculo que para la semana que viene estaremos como mínimo en 300 personas.


¿Han hablado con la otra asociación?
No. Tenemos contacto con la Asociación de Vecinos de Abastos y en principio nos apoyan en todo. Ellos tampoco están de acuerdo con los cortes de tráfico y los horarios de las terrazas. Son más de 200 personas que también están con nosotros.


¿Tampoco con el Ayuntamiento?
No. Pero vamos a presentar un recurso contra la ZAS y aunque sabemos que con esta medida no vamos a llegar a ningún sitio, queremos que el Ayuntamiento al menos sepa que estamos ahí y que no opinamos como la otra asociación. A partir de ahí espero iniciar un contacto con el equipo de Gobierno y que tengan en cuenta nuestra opinión. Y si puede ser, que nos dejen un sitio en esa mesa negociadora.


¿Tienen el respaldo de los locales de ocio?
Obviamente les interesa muchísimo esta asociación. Ellos no participan, pero contaré con el respaldo de los locales.


Usted tiene 38 años. ¿Son todos gente joven? ¿Hay un conflicto generacional?
No, aquí abarcamos desde los 20 a los 80 años. Además, hay más gente mayor que joven en la asociación y los veo más involucrados, porque con el bullicio se sienten acompañados, rodeados y seguros.

Del cubo de agua al mosquito

Los métodos para disolver el botellón y sus efectos perniciosos han ido desde echar amoníaco por la ventana a dejar masivamente basura, pasando por lanzar huevos

Autor: Javier Becerra  - La Voz de Galicia - 10/10/2009

image Asomó su cabeza en la década pasada, pero en esta pasó a convertirse en una de las pesadillas vecinales por antonomasia. Nos referimos al botellón, reuniones nocturnas de jóvenes en espacios públicos basadas en dos principios: beber barato y socializar. Al margen del problema de salud pública (el mismo que se puede registrar en los pubs o bares, por otra parte), en principio no existe nada malo en esa modalidad de ocio juvenil. En la práctica, sin embargo, los ruidos, destrozos y residuos lo han convertido en objeto de iras de muchos.

El anuncio de que el pasado jueves se iba a instalar en los jardines de Méndez Núñez el Mosquito MK4, un aparato que emitía un desagradable disuasorio solo audible por menores de 25 años, desató la polémica. Se trataría, de haberse utilizado, del último intento de repeler a los botelloneros de sus lugares de reunión o minimizar los efectos secundarios de la práctica. Pero no del único.

Ya en el verano del año 2004 el Ayuntamiento instaló ocho cámaras en la plaza del Humor -entonces el epicentro del botellón-, en vista de los constantes actos vandálicos que se registraban en la zona y que tenía en la nariz de la escultura de Castelao su blanco favorito. El éxito de la medida hizo que en los alrededores se multiplicasen las peticiones, pero el botellón continuó. Y con él el resto de las molestias.

Estas se fueron arrastrando año a año hasta que, durante el verano de 2007, la chispa vecinal estalló. El botellón se había desdoblado, practicándose en el Humor, pero también en la plaza de Azcárraga de un modo masivo, llegando a registrar hasta 2.000 personas. Los vecinos de esta última zona no lo dudaron y se echaron a la calle exigiendo una solución. Mientras, algunos empleaban métodos más toscos. Un hostelero de la zona salía cada cierto tiempo con un cubo con agua y lejía para verterlos en los alrededores de su local. En otro, acuñaban a los clientes al consumir y solo a esos se les permitía usar el baño.

Las constantes protestas vecinales llevaron a la Policía Nacional a intervenir directamente en los botellones. El 4 de octubre del 2007 los residentes de la plaza dormían sin ruido por primera vez en mucho tiempo. Varias patrullas del 091 y el 092 se habían instalado en la plaza antes de empezar la reunión. Los chicos al verlos daban la vuelta con sus bolsas. ¿El problema? El botellón no se dejaba de celebrar. Solo cambiaba el lugar, trasladándose a la plaza del Humor.

Fue entonces cuando se popularizó un concepto: plan de choque. Se trataba de la constante presencia de agentes de la Policía Local coordinados con la Policía Nacional en las zonas calientes. Su misión no era impedir que los chicos bebieran, sino evitar actos de vandalismo, violencia o una práctica muy común: escuchar música con el equipo de coches especialmente preparados para convertir la plaza en una discoteca.

Vecinos desesperados

Mientras todo ello sucedía, la mayoría de los vecinos de los puntos afectados exigían la prohibición total. La noche del 11 de octubre una mujer desesperada bajó al portal de su casa en bata y arrojó un cubo de agua con lejía a los chicos. Semanas después un vecino de Pío XII arrojó amoníaco por la ventana vociferando insultos. ¿El motivo? Alguien había prendido fuego a un contenedor de papel reciclado y las llamas llegaban a la ventana de su salón.

Uno de los actos de protesta con más repercusión tuvo lugar el 26 de octubre del 2007. Puestos de acuerdo en una reunión, las sufridas víctimas del botellón dejaron la basura de sus domicilios en medio la plaza del Humor en lugar de los contenedores. No funcionó: los chicos se juntaron como si nada. Días más tarde trascendió que la policía exigía la identificación a los chicos menores de edad.

Todo ese rosario de problemas desembocó en la ordenanza local para regular la convivencia en el espacio público, más conocida como normativa anti-botellón. Se aprobó el 18 de julio del 2008 y logró algo que muchos ya daban por imposible: la erradicación total del botellón en las plazas del Humor y Azcárraga, gracias a la calificación de zonas de protección especial.

Desde entonces, la gran masa botellonera se desplazó a los jardines de Méndez Núñez, sin vecinos, pero con una riqueza botánica incompatible con los kilos de basura que allí se generan. También afecta a la plaza de Santa Catalina, motivando concentraciones de protesta y, hace tres semanas, incluso lanzamientos de huevos. En Durán Loriga, una comunidad valló un portal para evitar el acceso de los chicos.

El mosquito zumbador, por tanto, es la última anilla de una cadena interminable. «Me parece algo aberrante», dice Fátima Chas, estudiante de ADE . Practica botellón y se alegra de que todo se quedase en una provocación. «Tanto da lo que hagan, no van a conseguir que se deje de hacer botellón», concluye Vanesa Esteves, también de ADE. ¿Y el Ayuntamiento? Germán Lago explicaba hace dos semanas que entregaron el informe sobre la plaza de Santa Catalina para ver si se suma a la protección del Humor y Azcárraga.

 

Alerta ante el crecimiento del consumo de drogas entre escolares

MadridPress -  11/10/2009

Los casos de menores que consumieron drogas en los entornos escolares de Madrid creció un 68 por ciento en la primera mitad del año requiriendo la actuación policial en 224 situaciones frente a las 133 del periodo anterior, según los datos estadísticos de la Policía Municipal.

Asimismo, la posesión de estupefacientes entre escolares menores de edad creció en la primera mitad del año al elevarse a 136 los casos que requirieron la intervención policial, esto es, un 27 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, que registró 107 casos.


En referencia al consumo de alcohol en la vía pública por parte de menores, en la primera mitad de este año las denuncias se incrementaron un 59 por ciento, elevándose a 31.828, frente a los 19.997 denuncias que se registraron en el mismo periodo del año anterior.


Sobre este punto, las denuncias por venta de alcohol a menores en los locales de ocio se elevaron a 34 en los seis primeros meses de 2009, más del doble de las registradas en el mismo periodo anterior, que fue de 11, esto es, un 209 por ciento de subida.


BOTELLÓN
Por todo ello, el portavoz de Seguridad y presidente del Grupo Municipal Socialista, Óscar Iglesias, denunció que el equipo de Alberto Ruiz-Gallardón "se limita al marketing y a la demagogia asegurando que hay menos botellón".


"Hablan de la presencia policial para disuadir de estas masivas congregaciones pero la prohibición del botellón, lo único que ha logrado ha sido trasladar esas concentraciones de un lugar a otro, pero no es la solución del problema", expuso Iglesias.


El presidente del Grupo Municipal Socialista ve necesario el incremento de efectivos policiales en el entorno de los centros escolares para evitar el menudeo en esos lugares, al tiempo que aumenta el número de agentes tutores dedicados a la prevención.


Reclama asimismo los recursos necesarios para el control, la inspección y la sanción sobre aquellas empresas y personas que incumplan las normas vigentes en materia de venta de alcohol a menores, algo que ha de ir de la mano, mediante la presencia policial preventiva y la aplicación estricta de sanciones, del "inflexible" cumplimiento de las ordenanzas relativas al ruido y la higiene en la vía pública.


Otro punto esencial sería la realización de "fuertes" campañas de formación, información y concienciación sobre los riesgos del alcohol orientadas, a través de la educación y la prevención, a que el consumo disminuya progresivamente, junto a la elaboración de un estudio multidisciplinar para profundizar en el conocimiento de las causas que favorecen este tipo de consumo entre los jóvenes.


Por último, Óscar Iglesias abogó por incrementar sustancialmente los recursos con los que habilitar espacios y actividades en los que los jóvenes puedan desarrollar un ocio alternativo saludable. Europa Press

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