lunes, 26 de enero de 2009

Lunes 26 de enero de 2009

 

Gran Vigo

Medio Ambiente reabre las denuncias a siete locales de copas por ruidos

Volverá a tramitar los expedientes al haber caducado, lo que provocará un retraso de medio año en multarlos

Faro de Vigo 25-01-09 - J.P.

Vuelta a empezar. La lentitud de la maquinaria municipal para resolver las denuncias por exceso de ruidos ha provocado ya la caducidad de siete expedientes a locales de copas y un octavo a una industria de granito por no haberse resuelto en los seis meses de plazo legal. El Concello ha reabierto los casos, algunos de ellos por infracciones cometidas en noviembre de 2007, ya que no han prescrito. Pero deberá reiniciar el proceso, por lo que la imposición de las sanciones se retrasará medio año más.


Las mediciones sonométricas realizadas superan en todos los casos el máximo permitido. Éstas todavía tienen validez, pese a la caducidad de los expedientes. Entre los locales figuran uno en Inés Pérez de Ceta, otro en Teófilo Llorente (Casco Vello), y otros en Urzáiz, Hispanidad e Irmandiños. Hasta ahora sólo se ha resuelto un caso por el exceso de ruido en una cafetería de la calle García Lorca que ha sido sancionada con una multa de 1.500 euros. Por ello, existe riesgo de que caduquen nuevos expedientes si transcurren los seis meses sin que haya resolución. Están en marcha 33, sumados los que ya se han reabierto.


El departamento de Medio Ambiente, que gestiona las denuncias por superar los niveles acústicos marcados en la ordenanza municipal, tramita por otra parte dos nuevos casos relacionados con locales de copas. Sin embargo los ruidos no proceden del interior, sino que los generan los clientes que se concentran fuera. Hay, además, cuatro expedientes que se incoarán próximamente tras aportar el área de Urbanismo los datos de los propietarios.


Ordenanza del "botellón"
Por otra parte, el Concello ha abierto el plazo para presentar alegaciones a la nueva ordenanza municipal que regulará el botellón. Quienes quieran proponer correcciones o cambios pueden hacerlo hasta el 6 de marzo. La norma faculta al gobierno local a declarar zonas protegidas aquellos lugares en los que la celebración de fiestas en la calle provocan una alteración grave de la convivencia e impiden el normal descanso de los vecinos. Entre las zonas en las que desaparecerán las concentraciones nocturnas en espacios públicos figuran las plazas de O Berbés y Portugal, Teófilo Llorente y la calle Joaquín Loriga. La supresión puede extenderse a otras. La Asociación Viguesa contra el Ruido reclama que se elimine también de la Praza da Estrela, el más multitudinario de la ciudad.

A Coruña / Metro

 

Sin ´botellón´, pero con ruido

Las plazas del Humor y de Azcárraga registran más decibelios de los permitidos por la normativa a pesar de la ordenanza que prohíbe el consumo de alcohol en la calle

Imagen de la zona de copas del Orzán durante una noche de fin de semana.   carlos pardellas

La Opinión Coruña – 25-01-09

El ruido en las zonas declaradas por el Ayuntamiento como especialmente protegidas ha sobrevivido a la aplicación de la ordenanza que prohíbe el consumo de alcohol en la calle. Aunque la normativa ha servido para reducir la media de decibelios en estos espacios, los vecinos siguen soportando, casi todos los días y en momentos puntuales, niveles de contaminación acústica que sobrepasan los límites que marca el Ayuntamiento. Los afectados atribuyen la situación a la proximidad de bares y discotecas

PABLO LÓPEZ | A CORUÑA La ordenanza antibotellón, que comenzó a funcionar en julio de 2008, no ha servido para impedir que los vecinos de las plazas del Humor y de Azcárraga sufran unos niveles de ruido superiores a los que marca la normativa municipal y a los que considera tolerables la Unión Europea.


La media de la última semana, de alrededor de 63 decibelios en ambos espacios, está por debajo de los 65 que establece la legislación, aunque los dos recintos han registrado todos los días picos sonoros de más de 70 decibelios.


Los residentes recuerdan que ambas plazas son un lugar habitual de tránsito debido a la proximidad de numerosos locales nocturnos y que, aunque los botelloneros ya no acuden a ellas para consumir alcohol al aire libre, es frecuente que grupos de jóvenes pasen cantando y gritando frente a los edificios y a altas horas de la madrugada.


"Pasan por aquí gritando y cantando y molestan. Los fines de semana sigue habiendo ruido porque, aunque ya no hay botellón, existen muchos bares en los alrededores de San Agustín", explica la presidenta de la asociación de vecinos Distrito 1, Beatriz Rodríguez, que destaca que todo el centro de la ciudad padece un excesivo nivel de ruido a causa del ocio nocturno.


Rodríguez, a pesar de mostrar su disconformidad con los niveles de contaminación acústica que padecen los vecinos a los que representa, reconoce que la ordenanza ha permitido que el ruido se prolongue menos en el tiempo y que pocas veces se alcancen los más de 80 decibelios que escuchaban los residentes durante los botellones más concurridos.


Los datos municipales, obtenidos a través de un medidor sonoro instalado en la plaza, demuestran que la normativa antibotellón, a pesar de no haber servido para alcanzar los deseados 65 decibelios en cualquier momento del día, ha propiciado una ligera disminución del ruido.


El medidor municipal registró durante su primera semana en funcionamiento en la plaza del Humor, que coincidió con los siete días anteriores a la aprobación de la ordenanza, una máxima media de 73,8 decibelios, dato que contrasta con los 63,4 de la última semana.


Las máximas absolutas en la plaza del Humor, aunque siguen siendo superiores a lo que marca la normativa municipal de ruidos, también han descendido. De los 81 decibelios registrados en la madrugada del día 6 de julio de 2008, se ha pasado a los 72 que detectó el aparato de medición entre las 4.00 y las 5.00 horas del pasado 20 de enero.


Los vecinos de la plaza de Azcárraga viven una situación similar a los del entorno de San Agustín. Al igual que ocurre en la plaza del Humor, la máxima media está dentro de los límites que marca la normativa y, sin embargo, siguen registrándose mediciones que rebasan los 70 decibelios.


El récord de la pasada semana, de 75 decibelios y registrado el pasado día 16 alrededor de las 09.30 horas demuestra que la prohibición de consumir alcohol en la plaza de Azcárraga no ha permitido que los residentes se liberen del ruido.


Molestias en los Cantones
La normativa antibotellón ha provocado que vecinos que hasta la entrada en vigor de la ordenanza disfrutaban del silencio durante las noches del fin de semana, perciban los molestos y estridentes ruidos del ocio nocturno. El traslado masivo de los botelloneros a los jardines de Méndez Núñez ha perturbado el descanso de los habitantes de zonas como los Cantones y La Marina, que aseguran que escuchan gritos a pesar de la distancia con respecto al lugar donde se concentran los jóvenes.
El Ayuntamiento no ha instalado un medidor sonoro en los jardines, por lo que no hay datos disponibles sobre el nivel exacto de decibelios que genera el botellón en este espacio, pero el hecho de que en las noches en las que coinciden más grupos de jóvenes pueda percibirse el ruido en edificios de calles como Durán Loriga consolida a Méndez Núñez como uno de los principales focos de contaminación acústica durante las noches de los fines de semana.


El Gobierno local ha instalado un aparato de medición en la zona de copas del Orzán, donde la normativa antibotellón apenas ha tenido efecto. Los residentes de este barrio, que en la última semana registró una media de 69 decibelios y una máxima absoluta de 78, deben soportar todas las madrugadas los sonidos que emiten las centenares de personas que entran y salen de los bares.


Los residentes lamentan que la designación de la zona como acústicamente saturada no haya supuesto cambio alguno en los índices de ruido que perciben en sus hogares. Las peleas y los accidentes, muy frecuentes en este espacio urbano durante las noches de viernes y sábado, han obligado a los vecinos a soportar casi todas las semanas las sirenas de ambulancias y vehículos policiales.


Los afectados denuncian además que los jóvenes, a pesar de que el botellón como tal prácticamente no existe, tienen por costumbre permanecer hablando en las calles del Orzán después de que cierren los bares.


El botellón se ha convertido en un fenómeno habitual en el portal de la calle Durán Loriga que comparten un edificio de viviendas y oficinas y el BBVA. La semana pasada, unos gamberros rompieron el cristal de la puerta y, ayer, a pesar del temporal, una decena de jóvenes ocuparon los soportales para consumir alcohol. El portal apareció lleno de basura, una situación que se repite casi todos los fines de semana y que se ha agravado debido a la prohibición de beber en las plazas del Humor y de Azcárraga.


Los residentes han llamado en varias ocasiones a la Policía Local, que manifestó no tener competencias para solucionar el problema, al tratarse el portal del edificio de un espacio privado y no de una vía pública. Los afectados meditan actualmente instalar unas verjas que impidan el acceso de los jóvenes, aunque esta propuesta ha generado la oposición de una minoría de los miembros de la comunidad.

23/1/2009 00:24 h PUEDEN ABOCAR A LAS DROGAS

Los videojuegos promueven actitudes antisociales de los jóvenes, según un estudio

El Periódico – 23-01-09 / EFE - WASHINGTON

El creciente uso de videojuegos entre los jóvenes perjudica las relaciones con los miembros de su familia y con los amigos, revela hoy un estudio divulgado por la revista Journal of Youth and Adolescence.


La investigación efectuada por el científico Alex Jensen y Laura Walker, una febril aficionada a esos juegos y miembro de la facultad de la Universidad Brigham Young (Utah), se basa en información recogida entre casi un millar de estudiantes universitarios de todo el país.


Walker, quien aseguró estar decepcionada por los resultados de su estudio, señaló que cuanto más tiempo pasan los jóvenes frente a los videojuegos peores son sus relaciones con amigos y padres.


Se autoexcluyen
"Es posible que se deba a que los adolescentes se excluyen de relaciones sociales importantes solo para jugar o que quienes tienen relaciones difíciles buscan esa forma de pasar el tiempo", dijo.


"Lo más probable es que esas sean dos de las causas que se transforman en un círculo vicioso", agregó.


Para la investigación, los estudiantes informaron de cuánto tiempo pasan en los juegos y respondieron una serie de preguntas sobre la calidad de su relación familiar, incluyendo la confianza y el afecto que reciben de sus padres y de sus amigos.


Todo negativo
Pero los investigadores advirtieron que la influencia de los videojuegos es solo un factor en todo un conjunto que conduce a las malas relaciones personales.


Sin embargo, "lo notable del estudio es que todo lo que analizamos en torno al uso de los juegos electrónicos es negativo", manifestó Walker.


El estudio también reveló que en el caso de jóvenes de más edad la frecuencia en el uso de videojuegos estaba proporcionalmente vinculada a una mayor conducta peligrosa, incluyendo el consumo de bebidas alcohólicas y de drogas.


En el caso de las mujeres jóvenes, la afición a los videojuegos era inversamente proporcional a su autoestima.


Sin embargo, Jensen indicó que los futuros estudios podrían absolver a los entretenimientos electrónicos diseñados para que varias personas jueguen de forma simultánea, ya que supuestamente incrementarían su contacto social.

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