El Ayuntamiento de Castellón expone al público sin modificaciones el PGOU de 2000 anulado por el Supremo
23 de Junio de 2009 a las 14:55:40 | Radio Castellón
El Ayuntamiento de Castellón somete a exposición pública el Plan General de Ordenación Urbana de 2000 que fue anulado por el Tribunal Supremo. El Ayuntamiento no incluye modificaciones en el documento original, elaborado hace 9 años. A partir de mañana, se abre el plazo de 30 días para presentar alegaciones.
El diario oficial de la Generalitat publica hoy la exposición al público del Plan General de Ordenación Urbana de Castellón, que fue anulado por el Tribunal Supremo porque no se exhibieron al público las modificaciones del planeamiento.
El documento podrá ser consultado en la cuarta planta del Ayuntamiento de Castellón de lunes a viernes, desde las 9 de la mañana a las dos de la tarde, por cualquier ciudadano, y durante los próximos 30 días, cuando concluye el plazo para presentar alegaciones.
Según la orden publicada hoy en el diario oficial, el Plan General que se expone al público es el mismo que fue aprobado en el año 2000, sin introducir modificación alguna. Expertos en urbanismo consultados por Radio Castellón reprochan que en los últimos 9 años ha cambiado la realidad social y urbanística de Castellón, y el Consistorio tendría que haber aprovechado los 6 meses transcurridos desde la sentencia, para adecuar el planeamiento al momento actual del urbanismo en la ciudad.
También censuran que el Ayuntamiento de Castellón no incorpore al nuevo PGOU un Estudio de Tráfico, un Plan Acústico, ni un Plan de Participación Pública, tal y como exige la Generalitat a los ayuntamientos en los últimos años. Además, recuerdan que el Plan General carece de memoria económica y de un estudio paisajístico, tal y como exige la Ley de Ordenación del Territorio aprobada en 2004.
Noche de barbarie playera
Editorial – Levante – 23-06-09
En las playas valencianas está prohibido guardar el sitio a primera hora de la mañana con una sombrilla en primera línea y también echar la toalla para tumbarse sobre una duna, pero cuando llega la noche del 23 de junio, la más larga del año, toda la rigidez de las autoridades municipales, autonómicas y nacionales desaparece y cientos de miles de personas reciben luz verde para invadir con leña y alcohol ese inestable ecosistema litoral del que se habla todo el año, convirtiendo la arena de decenas de playas en un estercolero cuyas arenas hay que cerner durante muchas horas para poder tomar el baño o pasear.
Parece mentira que los mismos municipios que preparan celosamente durante meses unas serie de medidas para conseguir las banderas azules europeas se abandonen durante un día a la invasión de las hogueras de San Juan poniendo en peligro la calificación de sus costas, patrimonio principal de muchos ayuntamientos valencianos.
No es menos sorprendente la permisividad con la que las jefaturas de Costas de la Administración central reciben el verano. Se imponen multas millonarias por la celebración en la arena de competiciones deportivas con soporte publicitario, se entablan pleitos con los titulares de los merenderos de playa por unos metros de más y, al tiempo, se abandonan a la barbarie de San Juan. Y siempre dicen que este año es el último en que se permite.
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