miércoles, 9 de septiembre de 2009

Miércoles 9 de septiembre de 2009

 

La Ciudad de las Lenguas se costeará con concesiones privadas para hoteles y ocio

Gerardo Camps anuncia un concurso de ideas para que las empresas propongan un "master plan" tras cinco años de gestión del equipo de Gimeno sin resultados La previsión es que las obras no comiencen hasta finales de 2011

Levante – 09-09-09 - NACHO MARTÍN CASTELLÓ

Vista aérea de los terrenos del actual Aeroclub, donde el Consell pretende desarrollar la Ciudad de las Lenguas.

Vista aérea de los terrenos del actual Aeroclub, donde el Consell pretende desarrollar la Ciudad de las Lenguas. robert muñoz

 
La Generalitat Valenciana desveló ayer que la Ciudad de las Lenguas no tiene como único objetivo un centro de enseñanza de idiomas y que se financiará parcialmente gracias a concesiones privadas para desarrollar la construcción de hoteles, negocios comerciales y zonas de ocio en los terrenos del actual aeródromo de la playa del Gurugú.


Así lo confirmó ayer el vicepresidente y conseller de economía, Gerardo Camps, al término de un encuentro con el alcalde de Castelló, Alberto Fabra. Camps anunció que el Consell ya ha convocado un concurso de ideas para que las empresas privadas puedan optar a la elaboración de un "máster plan" que tiene como objetivo precisar los objetivos del proyecto y las líneas generales previas a la redacción del anteproyecto.


En todo caso, el "máster plan" debería esperar al próximo año y las previsiones Gerardo Camps indican que, en caso de que no hayan imprevistos, las obras no podrían comenzar hasta finales del año 2011.


La convocatoria de este concurso de ideas sitúa el proyecto en el mismo punto de partida que en enero de 2005, cuando el presidente del Consell, Francisco Camps, propició la dimisión del alcalde José Luis Gimeno bajo la excusa de encomendarle la dirección del polémico proyecto.


Como contrapartida a una dimisión decidida por la cúpula del Partido Popular, la Generalitat reubicó a Gimeno y le paga desde entonces el salario de un conseller -más de 60.000 euros brutos al año- por un puesto de consejero de Castelló Cultural responsable de impulsar la Ciudad de las Lenguas. Este gasto de las arcas públicas se incrementa con el salario de su asesor, José Luis Tirado (Josety), una secretaria del despacho y un coche oficial propio con chófer. Cuatro años y nueve meses después, el equipo de Gimeno que supuestamente coordina el proyecto de la Ciudad de las Lenguas no ha presentado a la luz pública maqueta o anteproyecto alguno. Mientras tanto, el gasto de dinero público en sueldos y protocolo facturado durante los últimos cinco años ya supera el medio millón de euros.


El equipo asesor de Gimeno pretendía presentar la primera maqueta oficial del proyecto en septiembre de 2005, pero el documento nunca ha llegado a ver la luz y la Ciudad de las Lenguas ha sido excluida año tras año del presupuesto de la Generalitat Valenciana. De hecho, Gerardo Camps tampoco fue capaz de concretar ayer un presupuesto para este proyecto de "vocación internacional" y alegó que "es pronto para decirlo porque ni siquiera tenemos el máster plan y habrá que ayudar a costear el proyecto con la iniciativa privada". Eso sí, Camps ha rectificado la postura de la consellera de Cultura, Trinidad Miró, que el pasado diciembre sugirió públicamente una congelación del proyecto.


El proyecto de la Ciudad de las Lenguas gira en torno a la creación de un centro educativo internacional y una marca que patente un método de enseñanza que atraiga turistas idiomáticos.

FERNANDO DELGADO

El ruido es nuestro

FERNANDO DELGADO – El País - 08/09/2009

Suele tenerse al ruido por una seña de identidad de los españoles: los beneficios del silencio son muy mal valorados entre nosotros y el griterío es una característica patria muy reconocida. La escasez de materiales aislantes en la construcción, el tráfico aéreo o el ruido de las fábricas y las obras, con no faltarnos, y menos a los madrileños, no es lo que nos permite que sólo Japón le lleve a España la delantera como país ruidoso. Son fenómenos muy extendidos. El antipático sonido del despertador, tan universal, tampoco. Pero si bien he llegado a saber de ese dudoso privilegio de España como segundo país del mundo con mayores niveles de contaminación acústica, gracias a las encuestas de los especialistas en el cuidado de la audición, me he quedado sin saber qué parte de ese honor corresponde a Madrid en un solidario reparto autonómico y municipal del bullicio exagerado.

Creen los gritones que si hablan más bajo les va a faltar la razón o no se les va entender

En todo caso, si el COI no ha visto un pero para la candidatura de Madrid a los juegos olímpicos en su contaminación acústica, bien que tampoco en la de Río o Chicago, por ejemplo, no creo que al alcalde el ruido le quite el sueño. Pero si en el listado de los ruidos que más molestan a los ciudadanos están las obras, ni Barcelona, que tanto en lo bueno como en lo malo procura ir por delante, podría ganar a Madrid en molestias. Y si se trata de los locales de ocio nocturno tampoco creo que haya en España quien pueda llevarnos la delantera. No nos la llevan, por supuesto, en el sonido de los aviones, en el tráfico, en las industrias y mucho menos en el mal uso de las bocinas. Los bocinazos son el más habitual desahogo del conductor madrileño desesperado que, aún conociendo la inutilidad de hacer sonar sus bocinas, organiza una verdadera escandalera para su propia complacencia en el ruido.

Otra cosa son las fiestas populares, que figuran en el listado de las molestias acústicas de un modo destacado, pero no porque Madrid no las tenga, y bien ruidosas, sino porque si son los fuegos de artificiales, la música y el bullicio festero lo que molesta nadie podrá disputarse la palma con Valencia y pocos pueblos y ciudades están libres de semejantes ruidos. Cada tiempo además ha tenido sus propios ruidos y ahora mismo hay un pueblo enfrentado por un gallo que no para de cantar día y noche y a cuyos habitantes no molestan, sin embargo, los ruidos permanentes de las motos de sus criaturas. En Madrid no hay problema con el gallo: seguramente canta, pero no se le oye. Aquí el problema es otro: nuestra peculiar aportación castiza a la competición del estruendo, además de los botellones de las calles, el ruido inclemente de muchos lugares nocturnos o nuestras fiestas populares es la costumbre española, tan madrileña, de hablar muy alto, tenida por algunos como un rasgo cultural diferencial y por otros como una verdadera tradición, sin que falten los que consideran tal arraigo una agresiva horterada.

Sin embargo, en estos tiempos de prohibiciones y cuidados aparentes con nuestra salud, aunque la mental ande a veces un poco descuidada, como se desprende del ruido atronador del discurso político, las autoridades son capaces de imponer a setenta vecinos de Móstoles mil quinientos euros de multa por no limpiar la caca del perro, castigo tan justo por su intención como injusto por exagerado, y ni un céntimo por hablar a gritos en los espacios públicos. Cívico es que las normas de higiene exijan que se nos libere de los excrementos de todo tipo, pero no se obtiene igual éxito, a pesar de la ley, con los cultivadores del ruido. Y a través del oído, un órgano vital muy preciso y delicado, al que se le niega todo respeto, recibe cualquier mortal los sonidos estrepitosos que alteran su descanso o su sosiego y elevan su estrés.

Por eso es tan acusada la falta reiterada de una pedagogía en este sentido que afecta a la convivencia. Creen los gritones, unas veces arrogantes y autoritarios, otras simplemente seres muy vulgares, lo que algunos políticos en sus bravatas: que si hablan más bajo les va a faltar la razón o no se les va entender. No sé si en las encuestas se les ha preguntado por qué gritan, pero sospecho que no bajarían la voz para contestar. Y al fin desconfió tanto de la veracidad de sus respuestas como de las de aquellos que confiesan en gran número que no soportan el ruido del teléfono móvil, una actitud semejante a la que muestran en algunos foros respecto de los programas más degradantes de la televisión los que se dicen seguidores de La 2 de TVE. Y es que esa actitud hipócrita resulta común a cuantos rechazan el ruido bajo su propia ventana y van a organizarlo ante las ventanas de otros. O a quienes los ruidos de su gusto les parecen prodigios de armonía y un verdadero tormento el ruido ajeno. Una metáfora de casi todo lo que pasa.

PURA VIDA

España borroka

Las Provincias - 09.09.09

RAMÓN PALOMAR - ramonpalomar1@gmail.com

De la España cañí a la España borroka. Del botellón manso al botellazo violento. La masiva ingesta de alcohol en bacanales multitudinarias provoca monstruitos urbanos que se abandonan al energumenismo y derivan en intentos de linchamiento. Sólo que esta vez no se trataba del Ku Klux Klan con sus sábanas de fantasmones atemorizando a negros del profundo sur, sino de una mocedad acalorada que casi masacra a un grupo de polis rodeados como el séptimo de caballería de Custer en Little Big Horn. Sólo que esta vez casi mueren con las botas y el casco puesto. Sólo que esta vez, además, para mayor pitorreo, lo graban y lo cuelgan en la red empleando tono de narración borrachuzo-chulesco. De la España del adosado caro a la España de modales profundos. A tope, tío.

Los chicos del mayo del 68 arrojaban adoquines con la excusa de cambiar el mundo. Los chicos del punk se taladraban el cuerpo con imperdibles y escupían a la burguesía para gritar el lema de "no hay futuro". Los chicos del extrarradio parisino mostraban su furia de perdedores, de ciudadanos desarraigados, incendiando coches. Pero estos, ¿qué rayos piden estos? Pues nada, ese el problema, que sospechamos que no pretenden nada porque arrastran tras de sí un vacío cultural tan grande como el agujero que yace en el estadio del nuevo e inacabado Mestalla. Si acaso hubiesen visto la magnífica peli de Carpenter "Asalto a la comisaria del distrito 13", un clásico de serie B, les tomaría un poco de cariño, pero es que son de un ceporro integral y así es imposible dialogar con ellos.

Declaración de Juan Llorens como Zona Acústicamente Saturada entra en vigor

EFE  - ADN – 09-09-09

La declaración del área de Juan Llorens como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en la ciudad de Valencia entra en vigor mañana, lo que conllevará la aplicación de una serie de medidas para permitir una progresiva reducción de los niveles de contaminación acústica que registra dicha zona.

El pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobó el pasado 31 de julio la declaración y delimitación de esta Zona Acústicamente Saturada, que entrará en vigor a partir de mañana tras su publicación en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana.

Entre las actuaciones que se adoptarán en la zona objeto de declaración figura que no se concederán nuevas licencias de actividad para la instalación o ampliación de locales destinados a actividades como cafés, pubs, cibercafés, karaokes, bares, cafeterías, salas de bingo o locales multiocio.

Asimismo, a partir de mañana no se otorgarán nuevas licencias cuyo objeto sea la instalación de ambientación musical en locales y establecimientos públicos que, careciendo de ellas, realicen actividades de ocio, entretenimiento, hosteleras y de restauración.

El acuerdo recoge la intensificación del control del orden público mediante el incremento de los medios policiales en la zona, y la adopción de medidas de reducción del tráfico rodado en la ZAS, mediante la aplicación de cortes selectivos de tráfico los fines de semana, concretamente los viernes y los sábados desde las 23.00 horas hasta las 3.30 horas del día siguiente.

A partir de la entrada en vigor de la declaración de ZAS, será posible la ocupación del dominio público municipal con mesas y sillas únicamente en horario de 09.00 a 23.00 horas con carácter general, excepto los viernes y sábados y las vísperas de festivo, que será de 09.00 a 24.00 horas.

Además, los establecimientos destinados a venta de pastelería y repostería, pan, platos preparados, prensa o bebidas no podrán permanecer abiertos al público entre las 24.00 horas y las 06.00 horas, y queda prohibida la expedición de bebidas y alimentos al exterior de los locales y establecimientos, a través de ventanas o barras entre las 22.00 y las 09.00 horas.

A partir de la vigencia de la declaración de ZAS, no se concederán nuevas autorizaciones ni se permitirá la ocupación del dominio público municipal para instalar máquinas expendedoras o kioscos de temporada, ni tampoco actuaciones artísticas como mimo, música, pintura o similares.

Una vez vigente la declaración de la zona como acústicamente saturada, el Ayuntamiento de Valencia revisará las licencias municipales e instalaciones para hacer cumplir la reducción progresiva de los niveles de recepción sonora y alcanzar los objetivos de calidad sonora establecidos.

También podrá decretar el cierre, sin más trámite, de aquellas actividades que vinieran funcionando sin licencia municipal, previa audiencia al titular de la actividad por plazo de 15 días.

Asimismo, se constituye de manera definitiva una mesa permanente de trabajo integrada por representantes de la Administración municipal, de la Asociación de Vecinos Arrancapins-La Petxina, de la federación de asociaciones de vecinos, asociaciones de consumidores y del sector hostelero y turístico de Valencia.

Dicha mesa analizará conjuntamente los efectos y la eficacia y realicen el seguimiento de la aplicación de las medidas correctoras de la contaminación acústicas en la ZAS.

El ruido de actividades domésticas


Juan Francisco Vega Romero -  El Faro de Ceuta y Melilla - 08 de septiembre de 2009

Son muchos los casos, en que los ciudadanos de nuestra querida ciudad, se quejan de las actividades domésticas o comportamientos de vecinos. Obras menores los fines de semana, electrodomésticos ruidosos, música alta, fiestas en domicilios o lugares privados hasta altas horas de la noche, grupos de personas reunidas junto a ventanas de dormitorios, ladridos de perros, botellones, coches discotecas, etc.…

En España disponemos actualmente de legislación específica en materia de contaminación acústica, como es la Ley 37/03, así como dos Reales Decretos que la desarrollan, además de las propias leyes creadas por las comunidades autónomas y como es nuestro caso, también los ayuntamientos pueden regular este problema ambiental a través de ordenanzas municipales al carecer de competencia legislativa.


Dependiendo del tipo o circunstancia de contaminación acústica, tenemos derechos u obligaciones a acogernos a una u otra legislación o normativa, así como a unos límites de valoración que no se deben superar en decibelios. Ni que decir queda aclarar, que no era como antiguamente, que actualmente existen vecinos que se creen que hasta las doce de la madrugada se podía molestar, ya que va en función de los decibelios que no se pueden superar, dependiendo de hora y lugar.


El problema del ruido de las actividades domésticas o comportamientos ciudadanos es que no existe una unidad de criterio nacional, es decir, que la Ley del Ruido 37/03, excluye de su ámbito de aplicación este tipo de contaminación acústica, remitiéndose a lo regulado en las ordenanzas municipales. En mi opinión es algo lógico, porque seguro que los legisladores pensaron que en Murcia, sus vecinos no tienen los mismos problemas domésticos que los que tenemos en Ceuta. Está claro, que este tipo de molestias y sufrimientos es competencia de nuestro Ayuntamiento de Ceuta y que está regulado por la normativa local, la Ordenanza de Ruidos, Vibraciones y Otras formas de Energía, aprobada en el año 1.993.


Lo primero que me llama la atención es el año y siglo de la ordenanza, siglo XX, año 93 y actualmente estamos en el siglo XXI, año 09, ¿es que nuestra sociedad caballa no ha evolucionado con el tiempo?, ¿existen los mismos problemas de contaminación acústica en nuestra ciudad, que cuando se creó nuestra ordenanza? Evidentemente hemos evolucionado como sociedad y rotundamente, los problemas ambientales de ruidos actuales, han crecido, ya que es algo que camina junto con la evolución social.


Si leemos, aunque sea, por encima nuestra actual normativa local, podemos llegar a la conclusión, de que es una normativa muy light en molestias por actividades domésticas o comportamientos vecinales comparadas con otras, como modelo, la normativa de ruidos del Ayuntamiento de Valencia sanciona que durante el fin de semana se realice cualquier tipo de obra, así como por ejemplo perforaciones en la pared con un taladro, no estamos hablando que por hacer un boquete en la pared se avise a la policía local y denuncien, pero si te pegas tres horas un sábado o domingo haciendo perforaciones desde buena mañana, ¿a quién no le molesta?


En cuanto a los ruidos producidos por equipos reproductores de sonido y audiovisuales, coches discoteca, etc., si observamos nuestra normativa, hay que realizar una medición acústica, cuando en otros lugares, cuando un vecino emite con el televisor, la  música a un volumen excesivo, generando molestias que, a juicio de los agentes de la policía local actuantes, resulten inadmisibles, denuncian directamente sin realizar la medición. Referente al tema de grupitos bajo las ventanas de dormitorios o botellón, pues ahí no se puede hacer nada con la normativa en la mano, ya que no está regulada ninguna medida.


Lo difícil en mi opinión, no es crear una nueva normativa, con los procedimientos,  métodos y sanciones actualizados con la Ley, lo realmente difícil, es encontrar a algún político que una vez realizada, de el paso valiente hacia adelante para que se apruebe, entonces todos los vecinos ganaríamos en salud, bienestar y calidad de vida.

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