viernes, 9 de febrero de 2007

Viernes 9 de febrero de 2007

El Mundo













Levante

EDITORIAL
La batalla contra el ruido se generaliza

Tras una denuncia vecinal, un magistrado ha decidido suspender las fiestas y verbenas callejeras que salpican la ciudad de Tenerife durante sus celebrados carnavales. A tiro de pocas semanas, las Fallas de Valencia podrían correr una suerte parecida si se diera esa doble confluencia: la existencia de un vecindario sin correa y el atrevimiento de un juez capaz de tratar de poner orden nadando contra la corriente del espíritu festivo.

El tema no es baladí. Es cada día más evidente que los ciudadanos reclaman sus derechos -incluyendo los minoritarios- obligando a la justicia democrática a dirimir cuestiones que, como la reseñada, parecían inmutables. La sensibilidad por las cuestiones ambientales hace el resto. Como ocurrió, por ejemplo, en Vila-real, donde conviene recordar que una demanda contra una industria ruidosa no fue satisfecha por el alcalde, lo que le terminó costando el procesamiento, la condena y la pérdida de su cargo.

La situación se sigue complicando. Ayer mismo, también, el Ayuntamiento de Burjassot aprobó exigir a la Generalitat soluciones para el terrible impacto que sobre la trama urbana de su ciudad supone el trazado y el tráfico rápido de la autovía de Ademuz, prácticamente una autopista rodeada de edificaciones en ese punto.

Conviene, por lo tanto, empezar a tomarse en serio la cuestión. Ojo, pues, con los excesos, tan propios de los festejos callejeros o en la construcción de nuevas infraestructuras. El sentido común y la necesaria convivencia obligan a todos a un esfuerzo de moderación en múltiples campos, y en especial aquellos que, como los ruidos, afectan a los otros.


DECISIÓN CAUTELAR
Un juez suspende los actos en la calle del carnaval de Tenerife por el ruido
La decisión se produce a petición de unos vecinos del centro molestos

La prohibición se ha producido después de la denuncia presentada el pasado año por un grupo de vecinos de la zona centro de la capital tinerfeña, que sienten vulnerados sus derechos porque la música de los quioscos se mantiene a elevado volumen desde la tarde hasta la madrugada durante al menos una semana.

El lunes, negociación

La suspensión no es definitiva, y el Ayuntamiento negociará con los vecinos el lunes en los juzgados para intentar llegar a un acuerdo. Lo que corre peligro son las fiestas que se celebran en torno a los quioscos instalados por las calles de la zona centro de la capital tinerfeña y en torno a los templetes con actuaciones.
Previo a la suspensión comunicada ayer, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias dio a conocer el pasado 31 de enero una sentencia por la cual reconocía que ese ruido viola los derechos de los vecinos y que no debe sobrepasar los 55 decibelios.
El abogado de los denunciantes, Felipe Campos consideró «materialmente imposible no sobrepasar los 55 decibelios de ruido» , por lo que opinó que el Ayuntamiento debería trasladar el carnaval del centro de Santa Cruz a otra zona no residencial.
Según el abogado, las mediciones realizadas por la Policía Local durante los carnavales de 2006 mostraron que el ruido llegaba a los 115 decibelios.
El carnaval de la capital tinerfeña se remonta al siglo XV, cuando, según la página del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, llegó de la mano de los conquistadores de las islas, y tres siglos después comenzaron a celebrarse bailes y fiestas a los que las familias pudientes de la isla invitaban a viajeros distinguidos.

«Un precedente para las Fallas»

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, mostró ayer su «indignación» por la suspensión cautelar de los actos musicales del Carnaval en las calles de la capital, y expresó su esperanza de que el próximo lunes, que se reúnen las partes, «se solucione el tema».
Tras señalar el alcalde que no todos los vecinos del centro de la ciudad apoyan la demanda judicial, el alcalde añadió también que éste puede ser un «precedente» que puede hacer «imposibles» fiestas como por ejemplo las de las Fallas de Valencia.
Al respecto, el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Félix Crespo, en una primera valoración sobre la sentencia, explicó que «aun sin conocer con detalle el auto se deben distinguir los problemas puntuales de un punto concreto de la ciudad y los que genere la fiesta en sí porque las falla como tal no los crea» y agregó que «al parecer en Santa Cruz de Tenerife ha sucedido algo similar».

Las Provincias

Castellón
El Consell abre expedientes sancionadores a tres pubs
REDACCIÓN/ CASTELLÓN

El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publicó ayer el inicio, por parte de la Conselleria de Justicia, Interior y Administraciones Públicas, de expedientes sancionadores a tres pubs de la provincia de Castellón, situados en Peñíscola (pub Celler), la capital de La Plana (pub El Groc) y Benicarló (bar Do Ribeiro).

En los tres casos, los propietarios de los establecimientos incumplieron en diversas ocasiones la hora límite establecida para el cierre, lo que supone una infracción administrativa calificada como grave.

Las sanciones comprenden una multa de entre 601 a 30.000 euros, acumulativa hasta los 300.000 euros, así como la suspensión de la actividad, clausura del local e inhabilitación por un periodo máximo de seis meses.


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