miércoles, 28 de febrero de 2007

Miércoles 28 de febrero de 2007

Metro





















Mediterráneo.

EL FANAL
La guerra contra los chicos del escape libre
28/02/2007 EDUARDO
http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=281538

Está claro que estamos condenados a ser víctimas, un verano más, de los desalmados que significa el escape libre. Pero como por añadidura, cada día hay más, el sufrimiento nos llega corregido y aumentado.

La triste realidad es que estos agresores siguen campando por sus respetos tanto en la ciudad, como en el campo y todavía seguimos sin obtener respuesta alguna. Ocurre con esto como con la delincuencia juvenil los fines de semana de invierno en el centro de Castellón.

En muchos casos se conoce de ellos nombres y apellidos, pero el problema sigue ahí. Se exige del conductor que no beba, que lleve triángulo, luces de repuesto y un montón más de cosas, desde luego, elementos importantes para la seguridad vial, pero poco se preocupan de defender a los pacíficos sufridores de estos gamberros.

ABC

¡Contra ruido, autoridad!
Por Enrique Badosa

De día en día y por fin, está siendo noticia. El ruido ciudadano al que se le llama «contaminación acústica», no es que sea algo nuevo y aparecido -¡estallado!- súbitamente. Llevamos años padeciéndolo, quien más quien menos. Pero tal contaminación, una más, está alcanzando cotas de problema de salud pública, y por lo tanto de orden público. Así pues, los responsables de tal orden deben poner remedio al desorden, aunque no bastará con su sola gestión. A ella deben colaborar los mismos perjudicados por un ruido que, sea cual sea su definición municipal, no se limita al que proviene de una discoteca, de una verbena, de las festividades de barriada, etcétera. Cuántas veces quien se quejará de no poder dormir, habrá de tener en cuenta que al salir de un restaurante o de una cafetería, en plena noche, se manifiesta ruidosamente -¡qué alto hablamos!- durante eternizadas despedidas.

Y no sólo esto. ¿Qué decir de los muy evitables ruidos domésticos, estos que van desde el portazo a la radio a todo volumen, a los motores del aire acondicionado, lavadoras y otros artefactos. No son pocos los barceloneses que en algún momento de casi desesperación han llamado a la Policía Municipal para que pusiera coto a la desconsiderada juerga del vecino, al ladrido del perro entristecido de soledad ¿Y esas sirenas supuestamente contra el robo, y que pronto...? Por más que quiera, cuán a menudo la autoridad nada puede hacer para establecer el desorden acústico instalado en un edificio. Desorden que va del estruendo a lo susurrado, pero no menos insidioso. El runruneo de una lavadora puesta en marcha durante toda la noche, se elevará a pocos decibelios; sin embargo, son suficientes para obsesionar hasta el insomnio puede que a la misma persona que no ha tenido en cuenta a los demás, al salir de la discoteca, al despedirse a gritos en la calle que cree sólo suya.

La contaminación acústica va en aumento, y bienvenido sea el cierre de locales que la producen sobre todo por la noche, por más «típicos» e «históricos» que hayan sido. ¡Priva el derecho al descanso sobre el derecho a un ocio desordenado, gritón, incívico! Para mí, no hay Carnaval ni Fiesta Mayor que, trasnochadores, puedan prevalecer sobre el descanso máxime ahora que parece obligatorio el culto al ruido, en cuya celebración unos pocos sacrifican a unos muchísimos. Ceremonia magnificada por altavoces cada vez más despiadados incluso contra sus mismos celebrantes adeptos.

Se impone una muy rigurosa campaña contra el ruido. Pero no olvidemos que toda reforma -sea moral o cívica- debe comenzar por el individuo. Debería bastar con decir y propalar la palabra «civismo». Dado que esto no ocurre, que la autoridad se ejerza contra quienes desprecian a los demás ciudadanos, y que, a la vez, estos «demás ciudadanos» hagan -¡hagamos!- examen de conciencia.

El Mundo

Baleares aprueba una ley por unanimidad para luchar contra el exceso de ruido
EL MUNDO

PALMA.- El Pleno del Parlament aprobó ayer la Ley contra la Contaminación Acústica, una norma que supone la trasposición a la legislación balear de la directiva europea y la ley estatal sobre la materia, y que viene a endurecer las actuales medidas de control de emisión acústica, con el objetivo de eliminar definitivamente las molestias ocasionadas por el ruido. La ley fue aprobada por unanimidad en la mayoría de sus puntos.

El conseller de Medio Ambiente, Jaume Font, subrayó la importancia de esta ley, cuyo espíritu, dijo, «no es represor sino preventivo y corrector». Entre las principales medidas que se contemplan en el texto legal, se encuentra la posibilidad de los Ayuntamientos de imponer multas que podrán alcanzar los 300.000 euros, cuando el límite anterior se encontraba en 600 euros.

La Ley contra la Contaminación Acústica modifica algunos preceptos contenidos en la actual legislación estatal en esta materia. Así, prevé que los municipios de más de 35.000 habitantes y los núcleos urbanos de más de 25.000 deberán elaborar un mapa de ruido del territorio antes de 2009 y tener listo un Plan de acción para 2012.

La normativa estatal, sin embargo, fija estas obligaciones en ciudadades de más de 100.000 habitantes, lo que, a juicio del conseller, supone una demostración de que Baleares tiene una «mayor sensibilidad» sobre la materia con el fin de favorecer el bienestar del ciudadano.

La normativa nacional también contempla que las ciudades de más de 250.000 habitantes, que en caso de Baleares sólo atañe a Palma, deberán elaborar el Mapa de ruido en 2007 y un año después, en 2008, emitir un Plan de acción para reducir los niveles excesivos de contaminación acústica.

Los Ayuntamientos delimitarán las áreas acústicas en función del uso predominante del suelo, que puede ser residencial, industrial, recreativo, de espectáculos, sanitario, docente, cultural, de equipamientos públicos o de espacios naturales. A la vez, en aquellas zonas con un elevado nivel de ruido se podrán adoptar medidas más restrictivas como la limitación horaria o de circulación.

Faro de Vigo

El Ayuntamiento de Vigo suspenderá de forma "automática" la concesión de licencias en Zonas Acústicamente Saturadas
El Ayuntamiento de Vigo suspenderá de forma "automática" la concesión de licencias para bares y locales con música en más de 30 calles del centro de la ciudad, que serán declaradas oficialmente Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), tras la aprobación en Pleno de la modificación de la ordenanza municipal reguladora de los ruidos.
EUROPA PRESS

Al término de la reunión de la comisión sobre ruidos y en declaraciones a los medios, el concejal de Medio Ambiente y portavoz del Gobierno, José Manuel Figueroa, explicó que el acuerdo final, que se llevará a un pleno extraordinario el próximo lunes, recoge la declaración de zonas acústicamente saturadas para 33 calles de una veintena de zonas de la ciudad, entre ellas, Areal, Churruca, Colón, Plaza de Compostela, Martín Códax, Oporto, Uruguay o Rosalía de Castro. Asimismo, esta declaración afectará a parte de las calles Urzáiz, Isaac Peral y García Barbón.

Esta medida implicará que se suspenderá de forma "automática" la concesión de licencia para locales nocturnos, y no se permitirá un período transitorio de seis meses, como se había previsto al principio. Además, para poder levantar esa denominación ZAS, será necesario que se establezcan mediciones negativas (que no sobrepasen los 30 decibelios) en exámenes que se harán durante una semana seguida, y durante tres meses (una semana en cada uno de los meses).

Otra de las novedades que incorporará la nueva ordenanza es la prohibición de abrir este tipo de locales en intervalos de distancia inferiores a 100 metros, una limitación que afecta a todas las calles de la ciudad. Además, se revisará de oficio las mediciones al cabo de un año para comprobar si es o no correcto mantener el nivel para las ZAS en los 30 decibelios.

DESCONTENTO DE LOS VECINOS

Sin embargo, la Asociación Viguesa contra el Ruido manifestó su descontento al final de la reunión de hoy, ya que, según su presidente Javier Quintana, "la nueva ordenanza no arregla nada" y los vecinos afectados por las molestias seguirán padeciendo los mismos problemas.

Así, recordó que no se había tenido en cuenta su petición para rebajar de 30 a 25 decibelios el límite para la declaración de las ZAS, y tampoco la de recortar el horario de los locales nocturnos, que se mantiene hasta las 4.00 horas de la madrugada durante la semana y hasta las 4.30 horas el fin de semana.

Javier Quintana señaló que "las normativas van encaminadas a reducir esos límites" y puso como ejemplo las ordenanzas reguladoras de ruidos en ciudades como Bilbao, Oviedo, San Sebastián o Valencia, donde se declaran zonas acústicamente saturadas aquellas cuyos niveles aún no alcanzan los 30 decibelios.

El portavoz municipal, José Manuel Figueroa, recordó a los vecinos que la reducción a 25 decibelios "sería totalmente imposible", porque serían niveles "prácticamente imposibles de medir". En cuanto a los horarios, insistió en que son competencia de la Xunta y "el Ayuntamiento no puede intervenir".


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