jueves, 1 de marzo de 2007

Jueves 1 de marzo de 2007

El País.

Los hosteleros rompen el diálogo con Barberá por el ruido nocturno
El concejal Domínguez, increpado por los vecinos del centro histórico
DIEGO BARCALA - Valencia - 01/03/2007

La federación de hosteleros valencianos abandonó ayer la mesa del ocio, coordinada por el concejal popular Vicente Igual, al considerar que el Ayuntamiento no atiende a sus reclamaciones respecto a las zonas de saturación acústica. Más tarde, el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Domínguez, fue increpado por un centenar de vecinos del centro histórico, hartos de las incomodidades del ruido nocturno.

El Ayuntamiento de Valencia no tuvo ayer su mejor día en cuanto a relaciones con los vecinos. Los hosteleros, en pie de guerra por la aplicación de las zas (zonas acústicamente saturadas) del entorno de las calles de Menéndez Pelayo y Juan Llorens, decidieron abandonar la mesa de diálogo constituida entre vecinos, consistorio y empresarios de la hostelería.

En la reunión de la mesa, coordinada por el concejal Vicente Igual, se expusieron los datos de las mediciones del ruido tomadas desde la aplicación de las medidas restrictivas por el ruido de estos entornos. Los resultados fueron insatisfactorios y mostraron un nivel de decibelios contaminante. Los representantes de los bares y restaurantes pidieron la excepcionalidad de las Fallas para poder saltarse las medidas que estrechan sus horarios de apertura. El permiso fue denegado por el concejal. La federación acusó a la alcaldesa, Rita Barberá, de acabar con el turismo, teniendo en cuenta que el próximo 7 de marzo el Tribunal Supremo votará una tercera zona zas para la ciudad.

El Centro pide explicaciones

La jornada de recriminaciones la completaron un centenar de vecinos del centro histórico de Valencia. Convocados por la asociación de vecinos, Amics del Carme, protestaron ante el concejal popular, Miguel Domínguez, por el abandono de sus barrios. El concejal, empezó su discurso en valenciano y presumiendo de la grandiosidad en cuanto a superficie del centro de la ciudad y acabó excusándose en castellano y en sus buenas intenciones: "Estoy en política para hacer las cosas bien", afirmó. Los vecinos le reclamaron la falta de un ambulatorio digno, más zonas verdes, una verdadera peatonalización de sus calles... Así, hasta rellenar ocho folios de propuestas del cuaderno de Domínguez, que tuvo que defenderse durante dos horas de las quejas de los vecinos.

20 minutos

Carta de Barcelona
La justicia y el ruido en Barcelona
REBECA RIBEROLA. 28.02.2007

Soy una simple ciudadana del distrito del Eixample cansada de observar lo que están sufriendo muchos de mis vecinos con los ruidos.

Sólo he podido observar la mayor de la desvergüenza hacia la dignidad de las personas y de la gente de bien en favor del tramposo y del negocio de algunos locales de ocio. La tortura del ruido que tienen que padecer los ciudadanos, las bajas laborales, la depresión, no parece que sean motivos suficientes para que un juez se decida a tomar cartas en el asunto. ¿Qué tiene que pasar para que se den cuenta del daño irreversible que están produciendo?

Parece que los problemas del ruido son para todos un cachondeo e, incluso, para la justicia. Yo lo tengo muy claro. El derecho al descanso está por encima del propietario del local de ocio. No estoy tan segura con determinados jueces. Está por ver.

Si el problema del ruido lo hubiera experimentado alguna vez algún juez, seguramente, ni un día habría pasado para que el local estuviera ya definitivamente cerrado y el problema resuelto.

A Coruña
Uno de cada tres vecinos soporta ruidos en exceso
PATRICIA PÉREZ. 01.03.2007

Las obras, el tráfico y la movida nocturna, principales causas. El número de afectados en A Coruña supera los datos de la media nacional y gallega.
El ruido le amarga la vida a los coruñeses. Al menos, a uno de cada tres vecinos, que tienen que soportar a diario los excesos de decibelios que llegan desde la calle, según un estudio realizado por el sitio web ruidos.org.

De hecho, el 33% de los coruñeses sufre directamente la contaminación acústica, un porcentaje que supera la media española (30%) y gallega (19,9%). Los vecinos lo tienen claro a la hora de apuntar las causas, y por este orden: tráfico, obras y movida nocturna.
La excesiva circulación y sus ruidosos efectos los conocen bien los vecinos de Matogrande y Alfonso Molina, ya que sólo por esta avenida pasan a diario más de 100.000 vehículos.

Además, según el mapa de ruidos realizado por el Ayuntamiento, en Lavedra y la avenida del Ejército se registran al día niveles de 70 decibelios, superando con creces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (55 decibelios). Para reducir el impacto acústico, la Concejalía de Jardines instaló hace más de un mes una barrera vegetal junto a Alfonso Molina. «Por ahora no notamos nada diferente», se quejan los residentes de Matogrande.

Las obras también son un problema para los oídos de los coruñeses. En Monte Alto, por ejemplo, reclaman desde hace meses un plan para que no haya taladros en la zona de Orillamar trabajando al mismo tiempo. Y si las máquinas molestan, lo hace más todavía el botellón cada fin de semana en el Orzán, plaza del Humor y Juan Flórez, donde el Ayuntamiento instalará en breve sonógrafos para medir el ruido de la calle día y noche.

Santiago, también ruidosa

Si A Coruña es la segunda ciudad gallega más ruidosa, según el estudio, en Santiago la situación no está mucho mejor: es la cuarta. De hecho, en Compostela el 27,3% de sus residentes admite sufrir excesos de decibelios, pero lejos de Vigo, que es la más ruidosa, con un 38,3% de vecinos afectados. En el resto de España, la palma de la contaminación acústica se la lleva la ciudad de Cádiz (49% sufren ruidos). La más silenciosa es Soria (16,5%).




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