viernes, 2 de marzo de 2007

Viernes 2 de marzo de 2007

Diario de Noticias

El Ayuntamiento tramitó 150 denuncias entre vecinos por problemas de ruido
De éstas, un centenar derivó en sanciones interpuestas a particulares
El área de Sanidad municipal realizó en 2006 unas 760 inspecciones a bares, y multó a 29 locales de hostelería

Pamplona. El Ayuntamiento de Pamplona tramitó en 2006 hasta 150 denuncias de particulares que se quejaban del ruido que hacían sus vecinos, e impuso un total de cien sanciones por estas causas. Estas estadísticas forman parte de la memoria actual del área de Medio Ambiente y Sanidad que, en total, tramitó el año pasado 246 denuncias por problemas de ruido. Además de las señaladas por quejas vecinales, 46 denuncias se dirigían a bares y discotecas, y 50 a otro tipo de locales de hostelería, grandes comercios e industria. De estas últimas, fueron multados 29 locales de hostelería y otros 6 destinados a otro tipo de actividades.

El pasado año, el Ayuntamiento realizó 760 inspecciones a bares, discotecas y otros locales para vigilar que no emiten más ruido del permitido, un incremento de la vigilancia que ha permitido una disminución del número de denuncias, que ha descendido un 10%, según datos del Consistorio. Así, se realizan al menos dos inspecciones de oficio al año a los bares especiales para comprobar la presión sonora y se atiende cada una de las quejas que presentan los ciudadanos, bien contra bares y discotecas, o contra sus propios vecinos. Desde 2001 a 2006, el número de inspecciones se ha multiplicado casi por cinco, pasando de 161 a 760 controles.

UN REGISTRADOR EN CADA BAR La normativa sobre actividades recreativas en Navarra establece una clasificación de los locales de hostelería, con limitaciones de horario y emisión de ruidos. Entre las nuevas categorías, creó la de bar especial y estableció para estos locales un horario de cierre a las 3 de la madrugada y unos límites de emisión musical, que no pueden superar los 90 decibelios. La ley también obliga a esos bares a colocar un registrador, una especie de caja negra que va recogiendo y almacenando la cantidad de decibelios que se alcanzan en el local. El ruido llega desde un micrófono instalado generalmente en el techo, en un punto que recoge la presión sonora del bar. Este registrador se complementa con un limitador que se instala entre el reproductor de música y el amplificador y limita la señal para que no rebase el máximo.

Durante el 2006, técnicos municipales han recorrido uno a uno los 120 bares especiales de Pamplona para comprobar la ubicación del micrófono y precintarlo, de manera que los datos registrados sean fiables. Además se han realizado dos inspecciones de oficio para recoger los datos de emisión sonora. Para ello, los técnicos se desplazan a los locales con un ordenador portátil en el que vuelcan los datos del registrador instalado junto al equipo de música del bar.

Con este control, se ha conseguido reducir casi a la mitad los bares especiales denunciados por ruido en el último año: en 2006 han sido denunciados cuatro bares especiales y una discoteca (entre ellos acumulan 16 denuncias), frente a los nueve denunciados en 2005.

MENOS DE 30 DB POR LA NOCHE Además de estos locales, el Ayuntamiento ha registrado otras 30 denuncias a bares no catalogados como especiales. Las denuncias se han interpuesto tras comprobar en los domicilios de los vecinos de estos locales que el nivel de ruido que soportan es superior al límite establecido legalmente: 30 decibelios durante la noche (de 22 a 8 horas) y 35 durante el día. >d.n./m.s.

La cifra
30 Decibelios como máximo. Las mediciones de la inmisión del ruido en el domicilio se realizan durante la noche por agentes especializados de Policía Municipal, que acuden a la vivienda tras aviso de los inquilinos. Los agentes miden con un sonómetro el ruido registrado en el interior del domicilio. El mismo procedimiento se sigue en las denuncias realizadas por particulares contra sus vecinos. El límite de decibelios en inmisión para las molestias por ruido causadas vecino a vecino es el mismo que para los ruidos provenientes de bares y locales (35 decibelios durante el día y 30 por la noche). Según la tabla de valores de sonido, un murmullo suave ya produce a 5 metros un nivel de sonido de 30 decibelios.

Diario Torredonjimeno Internacional

Vecinos afectados por los ruidos del pub condenado califican de 'ejemplar' la sentencia

El representante legal de los vecinos afectados por los ruidos del pub de la capital jiennense cuyos dos propietarios han sido condenados a que cada uno cumpla la pena de 27 meses de prisión por un delito contra el medio ambiente calificó hoy de "ejemplar" la sentencia emitida por la Audiencia Provincial de Jaén y que recientemente ha sido ratificada por el Tribunal Supremo (TS).

En declaraciones a Europa Press, el abogado recalcó que el fallo judicial respeta el derecho al descanso de unos vecinos que tuvieron que soportar "mucho ruido" al tiempo que indicó que la sentencia se constituye también como un "toque de atención" para que se cumpla la norma.

A pesar de todo esto, el letrado manifestó su intención de no oponerse ni a la suspensión de la ejecución de la pena ni tampoco a la petición de indulto porque, según detalló, su objetivo es que se cumpla la Ley y se respete el derecho al descanso de estos vecinos y no que los dueños del local ingresen en prisión.

Los hechos se remontan a diciembre de 2001, fecha en la que se abrió el local y desde la que se sucedieron "múltiples" denuncias por parte de los vecinos del edificio donde se ubica este pub por las "continuas molestias derivadas de los ruidos y vibraciones" del equipo música, que "incumplía" la normativa. Esta situación se puso en conocimiento del Ayuntamiento de Jaén, que adoptó resoluciones para paliar el incumplimiento de la normativa, pero los "ruidos y molestias" continuaron hasta que el 20 de marzo de 2004 se precintó el equipo de música. Aun así, se comprobó que se había instalado un nuevo equipo de música sin autorización, por lo que el Consistorio impuso una sanción.

En el juicio, uno de los propietarios del pub culpó al 'botellón' de los ruidos y emisiones acústicas que los vecinos denunciantes atribuyen a su establecimiento entre los años 2002 y 2004. Además, defendió que tanto él como el otro dueño imputado tuvieron siempre "voluntad de solucionar el problema" con los vecinos y que, tras la primera denuncia que éstos interpusieron, el local incorporó "a los pocos días" un limitador de sonido.

El otro dueño del pub recalcó que, desde el principio, se contrató "a las mejores empresas" para que llevasen a cabo los requisitos que exigía el Ayuntamiento para la puesta en marcha del negocio y aseguró que "si alguna vez los vecinos nos han dicho que bajásemos la música, la hemos bajado", por lo que atribuyó todo este proceso a "una persecución absoluta hacia nosotros" por parte de esos vecinos.

Así las cosas, el titular de la sección tercera de la Audiencia provincial de Jaén condenó en primera instancia a los dos dueños de este pub a la pena de dos años y tres meses de prisión así como al pago de una multa de 2.880 euros por un delito contra el medio ambiente, fallo que fue ratificado por el TS.

No obstante, el juez recogió en dicha sentencia que va a proponer al Gobierno central que, una vez que sea firme el fallo, indulte parcialmente la pena de prisión en una duración de 15 meses al considerarla él mismo "desproporcionada", pues, aunque está "acreditada la comisión del delito contra el medio ambiente, la gravedad de sus efectos no fue mayor, pues sólo una persona se vio perjudicada".

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