sábado, 7 de marzo de 2009

Sábado 7 de marzo de 2009

 

Sense Soroll presenta una denuncia contra el plan acústico.

El Mundo / Castellón al Día 07-03-09 – Castellón.

El Mundo 07-03-09

Castellón

La marca '100% Magdalena' busca comportamientos cívicos en fiestas

Las Provincias - 07.03.09 – REDACCIÓN | CASTELLÓN

Las fiestas de la Magdalena tendrán, desde este año, un cariz socialmente responsable, con la marca 100% Magdalena. La idea surge de un grupo de jóvenes amigos de Castellón que desea dinamizar y promocionar las fiestas fundacionales de la capital de La Plana además de contribuir por medio de una campaña de sensibilización a que éstas tengan un cívico desarrollo.


100% Magdalena cuenta con el apoyo del ayuntamiento de Castellón, de la Sociedad de Amigos y Antiguos Alumnos de la Universitat Jaume I (SAUJI), de la Federación de Collas y la Gestora de Gaiates su objetivo es el de fomentar la fiesta, desde el respeto a los vecinos y atendiendo a la seguridad vial.

 

SALUD - COLPISA. Madrid

Heraldo – 06-03-09

Doce millones de españoles sufren contaminación acústica

Equipos de perforación, grúas, sirenas de ambulancias y bomberos, vehículos, aviones, trenes, locales de ocio... Las zonas urbanas de España, con mayor o menor virulencia, sufren desde hace muchos años un auténtico caos acústico. Nuestro país ostenta el insalubre honor de ocupar el segundo lugar del mundo por exceso de ruido, tal como recordó el presidente de la Plataforma Estatal de Asociaciones contra el Ruido y Actividades Molestas (PEACRAM), Ignacio Sáez de Cosculluela. Un auténtico estigma medioambiental que sigue generando numerosos trastornos físicos y psicológicos. Se calcula que 12 millones de españoles sufren contaminación acústica, subraya PEACRAM. Y, según un estudio del Colegio Oficial de Ingenieros de Técnicos de Telecomunicación (COITT), una de cada cuatro personas padece ansiedad, estrés, falta de concentración y agresividad o irritabilidad por el continuo estrépito de las calles de las ciudades, verdaderas 'fábricas' de ruido.


Controlar la emisión de estas fuentes sonoras que superan el límite de la tolerancia, establecido en 65 decibelios, se ha demostrado hasta ahora harto imposible con la legislación vigente.


El estruendo diario en las grandes ciudades provoca insomnio, fatiga, problemas cardiovasculares o digestivos, síntomas psiquiátricos y debilita el sistema inmunológico. Los efectos secundarios del ruido ambiental sobre la salud, el sueño y la calidad de vida son cada vez más notorios, según un estudio médico sobre la 'salud acústica' presentado por la empresa Pikolín.


Elaborado por el doctor Gualberto Buela, responsable de la Unidad del Sueño de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada, el trabajo evidencia que el ruido tiene perjudiciales consecuencias, inmediatas o de alcance más lejano, sobre multitud de aspectos relacionados con la salud. Pero la campaña de la popular firma de colchones demuestra que las quejas de los ciudadanos no se limitan sólo al 'aquelarre' acústico en el exterior de sus viviendas: casi un 30% de los españoles se quejan de los ruidos que generan sus propios vecinos.

Efectos en la salud

El descanso, alivio fundamental para mantener un óptimo estado de salud, es uno de los grandes perjudicados por la contaminación acústica. España es un país acostumbrado a generar ruido, pero este carácter 'extrovertido' es la pesadilla de muchos ciudadanos. Un 'infierno' ambiental que, como definió una sentencia el Tribunal Constitucional, puede llegar a representar "un factor psicopatógeno y una fuente permanente de perturbación de la calidad de vida de los ciudadanos". Se estima que la actividad normal del ser humano produce un nivel de ruido de unos 55 decibelios; cuando se superan los 65, el ruido empieza a ser más que molesto, y a partir de los 85 perjudicial para la salud.


Según el doctor Buela, la contaminación acústica tiene varios efectos: auditivos (fatiga auditiva, sordera temporal o permanente), subjetivos (irritación, fatiga y falta de concentración), biológicos (trastornos del sueño y del sistema inmune) y comportamentales (medicación y síntomas psiquiátricos).


Arguye el experto que el ruido ambiental es uno de los factores más importantes, al menos en las ciudades, en la interrupción del sueño; sobre todo el de los aviones, el del tráfico y el proveniente de los vecinos. "Las fuentes de contaminación acústica van en expansión, sin que las medidas legales y administrativas puedan llegar (a amparar) a tantos afectados", sostiene.

Problemas psiquiátricos

La capacidad de alcanzar las fases más profundas del sueño es la que resulta más perjudicada por la exposición al ruido. Pero la sobrepresión acústica tiene también otros efectos inmediatos, como el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, de la presión sanguínea y de la vasoconstricción. "Es posible que las personas tengan la sensación de haberse acostumbrado al ruido, pero el cuerpo nunca deja de reaccionar a estos estímulos", dice. Los efectos secundarios del sueño interrumpido por el ruido son similares a los de los pacientes con insomnio crónico: somnolencia diurna, cansancio, disminución del rendimiento en el trabajo y aumento de los accidentes de tráfico. Además, la cantidad de hormonas del estrés son más elevadas al día siguiente.


Más a largo plazo, la exposición a un alto nivel de ruido provoca en muchos ciudadanos un mayor número de prescripciones de fármacos y problemas psiquiátricos, sobre todo entre las personas que viven cerca de los aeropuertos. Precisa el estudio que factores como la edad, el sexo, las características de personalidad y la sensibilidad al ruido influyen también en sus efectos. Así, la edad juega un papel muy importante: "Los niños son mucho menos sensibles a los ruidos durante la noche y es mucho más difícil que se despierten; por el contrario, una persona mayor se queja más y tiene un mayor número de despertares espontáneos por causa del ruido".

SOCIEDAD

El exceso de ruido aumenta la frecuencia cardiaca y la respiratoria

La Rioja - 07.03.09 - R.H. | COLPISA MADRID

Se estima que la actividad normal del ser humano produce un nivel de ruido de unos 55 decibelios; cuando se superan los 65, el ruido empieza a ser más que molesto, y a partir de los 85 perjudicial para la salud.

Según el doctor Buela, la contaminación acústica tiene varios efectos: auditivos (fatiga auditiva, sordera temporal o permanente), subjetivos (irritación, fatiga y falta de concentración), biológicos (trastornos del sueño y del sistema inmune) y comportamentales (medicación y síntomas psiquiátricos).

Arguye el experto que el ruido ambiental es uno de los factores más importantes, al menos en las ciudades, en la interrupción del sueño; sobre todo el de los aviones, el del tráfico y el proveniente de los vecinos. «Las fuentes de contaminación acústica van en expansión, sin que las medidas legales y administrativas puedan llegar (a amparar) a tantos afectados», sostiene.

La capacidad de alcanzar las fases más profundas del sueño es la que resulta más perjudicada por la exposición al ruido. Pero la sobrepresión acústica tiene también otros efectos inmediatos, como el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, de la presión sanguínea y de la vasoconstricción.

«Es posible que las personas tengan la sensación de haberse acostumbrado al ruido, pero el cuerpo nunca deja de reaccionar a estos estímulos», dice. Los efectos secundarios del sueño interrumpido por el ruido son similares a los de los pacientes con insomnio crónico: somnolencia diurna, cansancio, disminución del rendimiento en el trabajo y aumento de los accidentes de tráfico. Además, la cantidad de hormonas del estrés son más elevadas al día siguiente.

Los tres partidos desautorizan a la concejala Valencia

La Voz de Galicia -  7/3/2009

Los duros insultos y reproches vertidos por la concejala de Mocidade, Ermitas Valencia, contra los vecinos de la zona centro que protestaron por la falta de control del botellón en los jardines de Méndez Núñez fueron desautorizados y rechazados por los representantes de los tres partidos políticos con representación en María Pita, así como por Unión Coruñesa y por el colectivo ecologista Arco Iris.

El alcalde, Javier Losada, indicó que esas palabras «son fruto de una joven que tiene otras opiniones distintas» y defendió la ordenanza de la convivencia «que va consiguiendo retos y que nos ayuda a eliminar problemas». El regidor rechazó la construcción de un espacio específico para el consumo de alcohol e instó al nuevo Gobierno autonómico del PP «a prohibir el consumo del alcohol en la calle, porque son ellos los que tienen las competencias».

El portavoz popular, Carlos Negreira, fue mucho más contundente. «Estas declaraciones de la concejala nacionalista son del todo inaceptables. Viniendo de un cargo electo, son un insulto a los ciudadanos, me parece absolutamente improcedente en cualquier tipo de democracia. Ofrece ese perfil que al PP no gusta: insultar a los que discrepan, algo que hemos vivido por parte de algún gobierno o partido político, como el BNG: insultar a los que no comulgan con sus ideas u opiniones y eso no es de recibo», insistió.

Negreira recalcó el rechazo de su partido a la creación o consentimiento de los denominados «botellódromos» y señaló que «los ciudadanos no tienen por qué soportar la opinión de una persona que están pagando con sus impuestos».

La concejala del PP Pilar Farjas también remitió una carta abierta al regidor, Javier Losada, en la que le recuerda que «los coruñeses hacemos un llamamiento al alcalde de nuestra ciudad, que reúne en su persona la condición de médico y político, y le exigimos su directa implicación en la adopción de cuantas medidas sean necesarias para promover la educación para la salud entre los jóvenes, reducir progresivamente la tolerancia social al consumo excesivo de alcohol, erradicar la permisividad administrativa ante el incumplimiento reiterado del marco legal en lo relativo a la venta de alcohol a menores, así como regular el consumo de alcohol por menores en espacios públicos».

El más tibio en las críticas a Valencia fue su propio jefe de área, Henrique Tello, quien la conminó a ella y a toda la corporación «a seguir traballando para corrixir esta situación». Al mismo tiempo defendió «o dereito dos cidadáns a facer calquer petición de dimisión, pero se cada vez que demandan unha marcha o fixéramos, non quedaría ninguén».

Por su parte, el colectivo ecologista Arco Iris aseguró «haber recibido con estupor las declaraciones de una persona que desempeña un cargo público tan relevante sobre un tema de gran trascendencia». «Las declaraciones de Valencia -añadió- no hacen más que impulsar perniciosos hábitos que alguno de sus compañeros de corporación ha definido como nuevos hábitos de socialización, cuando no son más que una forma de institucionalizar la borrachera callejera y el vandalismo».

Por su parte, Unión Coruñesa descalificó a Valencia, «porque con sus palabras no hace más que poner en cuestión su valía, ya que parece no haberse dado cuenta de que su misión es servir a la ciudadanía».

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