lunes, 21 de diciembre de 2009

Lunes 21 de diciembre de 2009

 

Más de 12.000 exigen al Gobierno que los chiringuitos permanezcan en las playas de Castellón

El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, ha destacado que se trata de un servicio que proporciona empleos y potencia el sector del turismo

elperiodic.com - 21/12/2009

El concejal de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Castellón, Gonzalo Romero, ha anunciado hoy que más de 12.000 firmas ciudadanas exigen al Gobierno Central de Rodríguez Zapatero que respete los chiringuitos en las playas de la capital de La Plana ya que se trata de instalaciones turísticas que potencian el turismo y que, a la vez, ofrecen numerosos puestos de trabajo, tanto directos como indirectos a la ciudadanía.

Romero, quien ha comparecido hoy ante los medios de comunicación junto al representante de este sector, Javier Sánchez, ha destacado que desde el Ayuntamiento de Castellón “hemos solicitado una reunión con la conselleria de Turismo con el fin de presentarle estas firmas y que las remita al Gobierno Central con el fin de mantener estas estructuras desmontables durante el verano y que ofrecen servicio tanto a jóvenes como a las familias durante el verano.

“Desde el Ayuntamiento de Castellón mostramos nuestro apoyo a este sector que es un reclamo turístico para nuestra ciudad”, ha destacado Romero, quien ha recordado que ya ha mantenido diversas reuniones con la Generalitat Valenciana así como con las concejalas responsables de esta sección de Valencia y Alicante “con el fin de exigir al Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero que transfiera las competencias relativas a la regularización de los chiringuitos a las Comunidades Autónomas porque en otras localidades, como en Ibiza, sí que existen los chiringuitos y sin ningún tipo de problema, generan riqueza y están totalmente integrados, siempre respetando el medio ambiente”. Además, el concejal de Sostenibilidad ha comentado también que Alarte, secretario general de los socialistas valencianos, se ha sumado a estas peticiones “ya que se trata de una reclamación justa y desde el Ayuntamiento de Castellón hemos apoyado a los empresarios de esta sector desde el primer momento y hemos cogido la bandera de la defensa de los chiringuitos de la Comunitat Valenciana y más de 12.000 firmas apoyan esta reivindicación, por lo que exigimos al PSOE que deje trabajar a este sector”.

Por su parte, Javier Sánchez ha confirmado que “vamos a agotar todas las posibilidades para poder seguir ofreciendo este servicio, necesario para nuestro turismo, por lo que pido a la Subdelegación del Gobierno y a Costas que apoyen estas iniciativas porque merece la pena que nos unamos en la defensa de uno de los pilares económicos más importantes de la provincia como es el turismo”.

Sánchez ha exigido al Gobierno Central “que ponga sentido común porque hay que escuchar a mucha gente porque los chiringuitos son un elemento diferenciador y que hace que seamos diferentes con el fin de ser competitivos”. Además, Sánchez ha agradecido al consistorio “el apoyo que estamos recibiendo”.

ESTEPONA

Doce años contra el ruido

Vecinos acumulan unas 400 denuncias por la contaminación acústica en el puerto deportivo

DiarioSur - 20.12.09 - MERCEDES PERIÁÑEZ / YEDALAMO | ESTEPONA.

LAS CIFRAS

  • 78  - decibelios se registraron en unas mediciones realizadas con ventanas abiertas.
  • 400 - quejas y denuncias han realizado los vecinos de la zona por molestias de ruido.

Eso de que el fin de semana está para descansar no se puede aplicar a los vecinos de la zona del puerto deportivo. Los jueves comienza su particular calvario, que no cesa hasta el domingo. En verano, los problemas se repiten casi a diario. Los vecinos de la zona de Puerto Sol y Puerto Paraíso en Estepona luchan desde hace doce años para combatir el exceso de ruido que se produce en la zona del puerto deportivo. El último paso en su cruzada contra el ruido procedente de las terrazas, bares de copas y de los jóvenes que practican el botellón ha sido la interposición de una demandan en un juzgado de Málaga para exigir que se cumpla la normativa sobre contaminación acústica.

Las quejas no son nuevas. Durante este periodo, los vecinos afectados han presentado unas 400 denuncias ante el Ayuntamiento y la Policía Local por incumplimientos sobre los ruidos que provocan estos establecimientos por usar sistemas de reproducción musical en terrazas al aire libre o simplemente, por tener las puertas o ventanas abiertas cuando se está reproduciendo música en el interior del local. «Hemos tenido que cambiar cristales para poder dormir; en verano, tenemos que tener las ventanas cerradas», dice una de las vecinas afectadas. En total, hay unos 300 residentes perjudicados.

Mediciones

El problema, lejos de solucionarse durante estos años, ha empeorado, según los vecinos. En 2006 la técnicos de la Junta de Andalucía realizaron mediciones en los inmuebles y detectaron ruidos superiores a los 78 decibelios con las ventanas abiertas y 35 decibelios cuando estaban cerradas. Durante el periplo por administraciones y organismos públicos para conseguir una solución a este problema, los vecinos acudieron al Defensor del Pueblo, José Chamizo, quien el pasado 30 de julio adoptó una resolución en la que solicitaba de forma inmediata la actuación subsidiaria de la Administración autonómica en materia de vigilancia e inspección; así como la adopción de medidas por parte del Ayuntamiento para disponer de personal encargado de las labores de vigilancia e inspección medioambiental.

La resolución del Defensor del Pueblo cayó en saco roto para los afectados. «Tanto el anterior alcalde como éste consideran que las leyes son nombres bonitos que no tienen nada que ver con ellos; no creen en el respeto hacia los ciudadanos», reprochan.

Los afectados por estas molestias no están solos en su batalla. Todo lo contrario, han encontrado unos aliados en la plataforma contra el Ruido en Puerto Marina (Benalmádena). Ellos cuentan desde hace meses con el asesoramiento jurídico del abogado que llevó el caso de los 18 residentes de El Copo (Torre del Mar) a los que el Tribunal Supremo dio la razón en julio de 2008, condenando al Consistorio de Vélez-Málaga a indemnizarles por exceso de ruido. La unión hace la fuerza.

Obligados a convivir

El enfrentamiento es legendario. Vecinos que protestan porque el bar de debajo de casa mete un ruido infernal y hosteleros que, agobiados por las normativas y los decretos, se quejan de que no pueden trabajar a gusto. El Ayuntamiento de Vitoria se postula como mediador en una cuestión candente y atronadora.

Axier Burdain, Noticias de Alava - Domingo, 20 de Diciembre de 2009

Iñaki Lazkano repone fuerzas en un bar del Casco Viejo.

Iñaki Lazkano repone fuerzas en un bar del Casco Viejo. (Foto: marcos ruiz)

HOSTELEROS y vecinos. Dos posturas en apariencia enfrentadas que el Ayuntamiento de Vitoria aspira a acercar con la revisión de la normativa municipal que rige el sector. En este difícil juego del tira y afloja, abre la mano a los titulares de bares para que, a través de una flexibilización de las distancias entre establecimientos, puedan reconvertir los locales en pubs y disponer, de esta manera, de una hora más para trabajar las noches de los fines de semana.

Eso sí, pensando en el descanso al que por ley los vecinos tienen derecho, exigirá que dichos pubs cumplan al detalle todas y cada una de las exigencias asociadas a este tipo de negocios, lo cual incluye insonorizaciones, dobles puertas, accesibilidad y demás. Como remate a esta declaración de intenciones, el Departamento municipal de Medio Ambiente estudia la posibilidad de rebajar el límite de decibelios que han de soportar los domicilios, actualmente fijado en 27, a 22.

Una compleja carambola que, de llegar a buen puerto, podría lograr la paz social en la capital alavesa, aunque sobre este asunto siempre planea la sombra de una competencia supramunicipal: la revisión del decreto de horarios de hostelería del Gobierno Vasco. Un documento de 11 años de antigüedad que los hosteleros consideran obsoleto y que las asociaciones vecinales juzgan intocable por ser el garante de su reposo.

Lakua - Alazne y Yolanda

Dan las cinco de la mañana del sábado en el domicilio de Alazne, vecina de Lakua, y la tensión provocada por el insomnio obligatorio se masca en el ambiente. Vive en la plaza Cataluña y desde que en 2003 abriera una discoteca, justo debajo de su casa, no ha habido quien duerma en el domicilio entre el viernes y el domingo. El cansancio acumulado tras tres años de batalla contra el ruido pasa factura.

Viernes, sábados y vísperas de fiesta. En su calendario tiene estos días señalados en rojo. Jornadas en las que las noches se hacen eternas tratando de dormir. "Es como si el vecino golpeara fuerte contra la pared. Bum, bum, bum...". Con licencia de discoteca, el establecimiento bajo su cama abre puntualmente hasta las cinco. En ese momento se apaga la música y puede dormir. Los horarios se cumplen, pero, según denuncia, no los requisitos de aislamiento. En una ocasión, hartas de soportar la música, contactaron con un programa de ETB especializado en quejas vecinales. Un ingeniero acudió a su domicilio armado con un sonómetro y una cámara. Alazne saca el DVD que da fe de la medición y las imágenes hablan por sí mismas: 35 decibelios registrados y filmados. El máximo permitido es de 27.

Y quejarse a la Policía Local no parece ser la solución. "Hemos llamado decenas de veces, pero sólo tres quejas han acabado en denuncia formal", explica. ¿Por qué sólo tres? "Sólo hay una patrulla en toda la ciudad acreditada para medir decibelios y durante los fines de semana debe estar muy solicitada, porque tarda horas en llegar. Además, es curioso, porque parece como si alguien avisara a los de la discoteca de que viene la Policía. En la mayoría de las ocasiones, según asoma el coche patrulla, la música baja hasta niveles por debajo de los famosos 27 decibelios", comenta la vecina.

Yolanda, que comparte primera planta con Alazne, se ve expuesta a los mismos niveles sonoros. Añade que "incluso 26 y 25 decibelios, que son legales, son totalmente insoportables". Ella y su marido arrojaron la toalla y, visto que la discoteca se dedicaba a hacer "chapucillas" que no amortiguaban el ruido, decidieron insonorizar la casa. A grandes males, grandes remedios. "Hubo que tirar el piso entero y rehacerlo de nuevo, con el consiguiente gasto. Ha bajado mucho el ruido, pero no del todo. Para conseguir que la vibración no suba, los de la discoteca deberían insonorizar el local", explica.

Mientras Yolanda y su familia han conseguido entregarse a los brazos de Morfeo de viernes a domingo, Alazne sigue desesperada. De hecho, cuando le toca trabajar en fin de semana opta por mudarse provisionalmente a casa de su madre. Tiene la esperanza de que el Ayuntamiento rebaje el máximo permitido de 27 a 22 decibelios, tal y como el Departamento de Medio Ambiente anunció en septiembre. Se verá.

Calle Cuchillería - Ander

Ander tiene 30 años y reside en la calle Cuchillería. La primera vez que vio la que se convertiría en su casa, hace ya más de un par de años, se enamoró de la zona y de su magia. Lo malo es que la vio de día y entre semana. Los fines de semana se han convertido en un vía crucis para él, su chica y el niño que llegó el pasado julio, así que se ven obligados a emigrar a casa de los suegros. Una solución que Ander considera injusta. "Reconozco el derecho que tienen los hosteleros a trabajar, porque soy joven y me ha gustado salir de fiesta. Lo que no entiendo es por qué eso tiene que entrar en conflicto con el descanso de los vecinos", protesta.

El ruido alcanza el nivel "insoportable" a eso de las once de la noche. Sus quejas se dirigen a un establecimiento en concreto. "El volumen resulta atronador, me duermo escuchando a Bisbal", explica. Pero, ¿es posible conciliar el sueño en estas condiciones? "Al final, caes por agotamiento", reconoce. "Pero no descansas bien, te levantas hecho polvo", aclara. El jueves es más llevadero, aunque la música gana enteros de volumen durante el viernes y el sábado. "Es como si tuvieras la fiesta en el salón. Y no acaba hasta las tres y media. Es acojonante", lamenta. A ello se suma un problema añadido: "los cánticos de los parroquianos cuando salen de los bares. Todos los fines de semana toca repaso al catálogo de canciones populares. El himno del Alavés, Que viva Vitoria, los borrachos en el cementerio... Todos. No se dejan ninguno", detalla. "Elegimos vivir aquí y somos conscientes de lo que significa, pero es que esto no es un sambódromo", se queja.

Casco Viejo - Iñaki

Iñaki Lazkano es uno de los socios del bar Parral del Casco Viejo de Vitoria. Recibió el anuncio de la "flexibilización" municipal con una cierta dosis de escepticismo. Echando cálculos cree que no más de media docena de bares de los de toda la vida puedan acogerse a la reconversión. "La mayoría de los bares del Casco Viejo -evalúa-, más concretamente los de Cuchi, son muy pequeños y no se pueden insonorizar porque te quedas sin local. El 80% de los bares no tiene posibilidad de acogerse a una insonorización, a una doble puerta, instalar baños para minusválidos, etc...".

Porque todo este paquete de requisitos conlleva ventajas horarias, pero también inconvenientes físicos y económicos. Una buena insonorización para pub, que aísle suelo, paredes, techos y vigas, significa crear una cámara dentro del bar y una operación de esas características representaría, en algunos establecimientos del Casco Viejo quedarse literalmente sin espacio. "Aparte de una inversión importantísima, por lo que habría que ver qué tipo de subvenciones proponen", añade Lazkano.

Los hosteleros también están a favor de que se cumpla la ley, pero en lo que al control del botellón se refiere. "La gente sale, así que es mejor tenerla en la calle que en los bares. Con buen tiempo, en octubre he visto a los chavales haciendo botellón a la una y media en las escaleras de Montehermoso. Un ruido del carajo. Mucho más ruido que si estuvieran en los bares", expone.

En opinión de Lazkano, el quid de la cuestión radica en poner al día el decreto del Gobierno Vasco que regula el horario de cierre de la hostelería. "Lakua dijo este año que se podía hablar del tema, pero llegó una federación de asociaciones de vecinos, que representa a los que representa, y como tienen derecho a veto ni siquiera se entró a negociar", señala.

Calle San Antonio - José Ángel

José Ángel Martín también regenta un local de hostelería, pero en la calle San Antonio. Se trata del Pub Lipp, que reúne todos los requisitos técnicos exigidos y que, según explica, "nunca ha recibido una sola multa por ruidos ni quejas de parte de los vecinos del inmueble". Sus problemas son otros y tienen que ver con los horarios.

El pub está perfectamente insonorizado y el equipo de música cuenta con limitador, de manera que el anuncio de posible rebaja en el máximo de decibelios autorizados no le preocupa. "Se ajusta el limitador al nivel adecuado y punto. Obra ni me plantearía hacer, porque lograr un solo decibelio más de insonorización resulta escandalosamente caro. Es más práctico bajar el volumen", apunta.

En cuanto a otro tipo de volumen, el de trabajo, cataloga 2009 como un año "muy flojo" que, confía, le dé una alegría en su recta final. "Algo mejorará, pero no mucho", indica. Tuerce el gesto cuando se le comenta la apertura de la mano municipal a la reconversión de los bares del Casco Viejo en pubs. "Siempre el perjudicado es el del medio, en este caso los que ya somos pubs. El bar se quedaba abierto ya hasta el horario de pub, las discotecas abren hasta las cinco... El que ya era pub se lleva la peor parte", sopesa. "Además, ¿qué significa abrir un pub? ¿Cualquier bar con música puede ser un pub? Yo creo que no, que hay que tener en cuenta la decoración, la comodidad, el servicio...", opina.

Como su colega de profesión, José Ángel se queja de que la Policía Local de Vitoria ponga más celo en el control de horarios que en el del botellón juvenil. No hay más que pasarse por la puerta de los supermercados y echar un vistazo para ver a los chavales salir cargados de botellas. Luego salen a eso de la una y media y vienen a mear a nuestros locales. Nos hemos convertido en los urinarios públicos", ironiza.

Sucre - Bolivia, Domingo, 20 de diciembre de 2009 - Local

CONCLUYÓ EL MONITOREO Y EVALUACIÓN DE LA CONTAMINACIÓN

Contaminación acústica en Sucre excede los límites recomendados

Correo del Sur -  20/12/2009

Los ciudadanos están expuestos a la disminución de su capacidad auditiva, de acuerdo con el estudio de Ingeniería Ambiental de San Francisco Xavier


Sucre/CORREO DEL SUR
La contaminación acústica en Sucre sí está por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque no excede los límites máximos permisibles establecidos por la norma boliviana.


Así lo determinó el "Monitoreo y evaluación de la contaminación atmosférica y acústica en la ciudad de Sucre 2008–2009", proyecto ejecutado por la Carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad San Francisco Xavier en coordinación con la Jefatura de Medio Ambiente de la Alcaldía y la Asociación Sucrense de Ecología (ASE).


Si bien la contaminación acústica no excede los límites máximos permisibles establecidos en la Ley de Medio Ambiente de Bolivia, la investigación revela que los niveles del ruido emitido por vehículos "exceden notablemente los límites máximos permisibles" establecidos por la OMS.


Los ciudadanos de Sucre "están siendo expuestos a un riesgo de disminución de su capacidad auditiva y salud ocasionada por contaminación acústica por fuentes móviles a largo plazo", explica el informe facilitado a este diario.


A partir del diagnóstico, se recomienda crear un mapa del ruido, realizar planificación acústica, elaborar planes de acción y delimitar las zonas acústicas de Sucre para mitigar el grado de la contaminación, que está aumentando.


Además, es necesaria la restricción del tráfico de manera más eficaz, la educación a conductores y difusión de información para tratar de evitar que toquen la bocina donde no está permitido, especialmente en las zonas sanitaria (24 horas) y residencial (en las noches), siempre según el estudio.

 
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
El proyecto fue financiado con recursos de la Universidad, con una contraparte de FAUTAPO. Inició en octubre del año pasado con el monitoreo de la contaminación atmosférica (fuentes fijas y móviles) y de la contaminación acústica (fuentes móviles).


En cuanto a la contaminación atmosférica por fuentes fijas, el estudio aplicó el monitoreo en una industria mediana y otra pequeña. La constatación fue que la Fábrica de Sombreros Chuquisaca (mediana) y la Planta de Dióxido de Carbono del Sur Ltda. (pequeña) "no contaminan el medio ambiente, según el análisis de los datos obtenidos en el monitoreo comparados con los límites máximos permisibles, que establece el Reglamento Ambiental del Sector Industrial Manufacturero (RASIM)". Sin embargo, "se debe optimizar mejor el proceso de combustión para obtener parámetros favorables".


En el monitoreo de la contaminación atmosférica por fuentes móviles, tras pruebas a 4.027 vehículos, se concluyó que sólo el 61% de esos motorizados aprobó con referencia al Monóxido de Carbono (CO) e Hidrocarburos (HC).


El porcentaje de reprobados llega al 39 por ciento.
En referencia al Dióxido de Carbono (CO2), el porcentaje de vehículos aprobados llega al 58% frente al 42% de reprobados.


La investigación fue diseñada para cuantificar los daños probables a la salud, y sobre todo, el calentamiento global provocado por emisiones elevadas de CO2, con el objetivo central de diagnosticar e identificar medidas de mitigación.


A través de estos datos, se pretende definir en otros estudios la implantación de los denominados "parques sumideros", como propuestas a corto alcance.


Los modelos de vehículos que más reprueban con porcentajes del 44% y 49% son aquellos de los años 1981 al 2000 respectivamente. La gasolina y el gas natural comprimido figuran como los combustibles más contaminantes.


En otro componente, el monitoreo permitió conocer los niveles de concentración de partículas sólidas suspendidas en siete puntos de Sucre, y se concluye que en la calle Junín esquina Ravelo, "existe la mayor contaminación por partículas sólidas suspendidas" provenientes de los motorizados.


Comparación de los valores de medición y límite permisible por la OMS y el Anteproyecto de Norma Boliviana para Cada Área.

No hay comentarios: