Los chiringuitos piden ampliar horarios pese a seguir en el aire su continuidad en 2010.
Ashotur reclama 800 metros por instalación para “garantizar el servicio” e insta al Consell a que medie en sus necesidades.
El Mundo – 29-12-09. Cristina Capilla/ Castellón.
Reclaman apoyo a las instituciones
Los hosteleros de los chiringuitos piden salvar sus empleos
Trabajadores de Pinedo y El Saler se manifiestan contra la reducción de las terrazas por la ley de Costas
EFE/LEVANTE-EMV.OM Trabajadores de los restaurantes de las playas de Pinedo y El Saler han manifestado hoy su rechazo al cierre de las terrazas de estos locales por la aplicación de la ley de Costas, y han reclamado a las instituciones que "luchen" por el mantenimiento de sus empleos.
Más de medio centenar de trabajadores y empresarios se han concentrado esta mañana en la Plaza de los Pinazo de Valencia, donde una de las empleadas afectadas, Isabel Miralles, ha leído un manifiesto en el que apoyan el esfuerzo que se está haciendo para lograr que no desaparezcan sus puestos de trabajo.
"No queremos ser una cifra más en las listas del paro, todos tenemos nombres y apellidos, y unas familias que mantener, y unas hipotecas que pagar", ha leído la trabajadora, quien ha recordado a las instituciones que su futuro depende de las decisiones que adopten.
Uno de los abogados de la Asociación de hosteleros del paseo marítimo de la playa de Pinedo y del Saler, Javier Campomanes, ha explicado que, a partir del 1 de enero, seis restaurantes de la playa de Pinedo y dos de El Saler tendrán que cerrar sus terrazas, lo que afectará a unos 200 trabajadores entre fijos y eventuales.
Según ha dicho, el 31 de diciembre finaliza la autorización anual que renovaban cada año, y si para entonces no tienen una moratoria "o algún papel sobre la mesa que diga que se puede continuar con la utilización de las terrazas del espacio de dominio público", las desmontarán, porque no quieren estar "en la ilegalidad".
"Esta situación ni la hemos querido, ni la hemos buscado, ni creemos que sea justa, porque desde el año 1999 se vienen autorizando las terrazas anualmente sin ningún problema, tal como quedamos con los compromisos adquiridos con la dirección general de Costas, que se han ido respetando todos los años", ha señalado.
A su juicio, lo que pretende la ley de Costas fundamentalmente es retirar los restaurantes o los chiringuitos de la playa, algo que se consiguió en Valencia, donde se actuó sobre unas propiedades privadas, se regeneraron las playas y se hicieron unos paseos marítimos.
Los restaurantes afectados ahora, ha dicho, están por detrás del paseo marítimo y por tanto "no molestan absolutamente para nada", e incluso creen que "no es de aplicación el famoso artículo 65 del reglamento de la ley de Costas", por lo que cabe una autorización para "estar en la misma situación" que la actual.
En nombre de los empresarios, la propietaria del restaurante La Dehesa José Luis, Ángela Maroto, ha reivindicado el mantenimiento de los puestos de trabajo, ya que si se cierran las terrazas los empleos "corren total peligro", y que la gente se pueda "tomar tranquilamente en las playas las paellas o cualquier aperitivo".
"El día 1 ya no vamos a montar terrazas, porque no podemos pagar una sanción tan elevada, que son 60 euros por metro cuadrado", ha asegurado Maroto, quien ha destacado que la solución es dejar las terrazas como están desde 1999, cuando la Demarcación de Costas les ubicó allí.
VALENCIA | Hablan los empleados de los chiringuitos
'No queremos ser una cifra más en las listas del paro'
- Un total de ocho restaurantes cerrarán las terrazas a partir del 1 de enero
- Alrededor de 200 trabajadores podrían verse afectados
Efe | Valencia – El Mundo - lunes 28/12/2009
Trabajadores de los restaurantes de las playas de Pinedo y El Saler han manifestado este lunes su rechazo al cierre de las terrazas de estos locales por la aplicación de la ley de Costas, y han reclamado a las instituciones que "luchen" por el mantenimiento de sus empleos.
Más de medio centenar de trabajadores y empresarios se han concentrado esta mañana en la Plaza de los Pinazo de Valencia, donde una de las empleadas afectadas, Isabel Miralles, ha leído un manifiesto en el que apoyan el esfuerzo que se está haciendo para lograr que no desaparezcan sus puestos de trabajo.
"No queremos ser una cifra más en las listas del paro, todos tenemos nombres y apellidos, y unas familias que mantener, y unas hipotecas que pagar", ha leído la trabajadora, quien ha recordado a las instituciones que su futuro depende de las decisiones que adopten.
Uno de los abogados de la Asociación de hosteleros del paseo marítimo de la playa de Pinedo y del Saler, Javier Campomanes, ha explicado que, a partir del 1 de enero, seis restaurantes de la playa de Pinedo y dos de El Saler tendrán que cerrar sus terrazas, lo que afectará a unos 200 trabajadores entre fijos y eventuales. "Incluso un empleado me ha dicho que este año pediría a los Reyes Magos mantener su puesto de trabajo", apuntó Campomanes.
Cuenta atrás
Según ha dicho, el 31 de diciembre finaliza la autorización anual que renovaban cada año, y si para entonces no tienen una moratoria "o algún papel sobre la mesa que diga que se puede continuar con la utilización de las terrazas del espacio de dominio público", las desmontarán, porque no quieren estar "en la ilegalidad".
"Esta situación ni la hemos querido, ni la hemos buscado, ni creemos que sea justa, porque desde el año 1999 se vienen autorizando las terrazas anualmente sin ningún problema, tal como quedamos con los compromisos adquiridos con la dirección general de Costas, que se han ido respetando todos los años", ha señalado.
A su juicio, lo que pretende la ley de Costas fundamentalmente es retirar los restaurantes o los chiringuitos de la playa, algo que se consiguió en Valencia, donde se actuó sobre unas propiedades privadas, se regeneraron las playas y se hicieron unos paseos marítimos.
Los restaurantes afectados ahora, ha dicho, están por detrás del paseo marítimo y por tanto "no molestan absolutamente para nada", e incluso creen que "no es de aplicación el famoso artículo 65 del reglamento de la ley de Costas", por lo que cabe una autorización para "estar en la misma situación" que la actual.
Los empleos corren peligro
En nombre de los empresarios, la propietaria del restaurante La Dehesa José Luis, Ángela Maroto, ha reivindicado el mantenimiento de los puestos de trabajo, ya que si se cierran las terrazas los empleos "corren total peligro", y que la gente se pueda "tomar tranquilamente en las playas las paellas o cualquier aperitivo".
"El día 1 ya no vamos a montar terrazas, porque no podemos pagar una sanción tan elevada, que son 60 euros por metro cuadrado", ha asegurado Maroto, quien ha destacado que la solución es dejar las terrazas como están desde 1999, cuando la Demarcación de Costas les ubicó allí.
GRANADA
Las denuncias por ruidos de los vecinos superan a las que se presentan contra bares en Granada
La capital registra un incremento de fiestas domiciliarias que hacen la vida imposible al resto de los vecinos
JUAN ENRIQUE GÓMEZ | GRANADA.
Tres jóvenes mantienen su fiesta particular en una casa de Pedro Antonio de Alarcón. :: RAMÓN L. PÉREZ
La crisis aprieta y se nota en las fiestas. Por primera vez, las actividades vecinales molestas superan las denuncias interpuestas contra bares y restaurantes por ruido. Ahora no sólo se sufre la crisis, sino también la reunión de amigos en el piso del vecino. Este año, los inspectores de Medio Ambiente han recibido 278 quejas por estas actividades molestas, mientras sólo se han denunciado 254 bares o restaurantes por ruido. La Policía Local ha intervenido en centenares de casos con la música a todo volumen, gritos o risas fuertes durante horas que se escuchaban al otro lado del tabique o incluso en la terraza de enfrente.
Según la concejalía, la mayoría de las quejas son por reuniones o fiestas pero también existe algún que otro vecino maleducado que escucha la música y pone la televisión a todo volumen, sin importarle los demás. Otras actividades molestas registradas han sido hacer bricolaje a deshoras o cocinar comidas olorosas sin sistemas de extracción de humos. Las barbacoas en las terrazas también son otro gran problema.
Comercio en casa
Otra cantidad de denuncias se origina en las actividades comerciales que se llevan a cabo en un piso de un edificio residencial. Ruidos de oficinas, peluquerías o consultas médicas son algunas de las actividades denunciadas por vecinos. Los que más acumulan son las peluquerías, los supermercados situados en locales de edificios y clínicas dentales por los ruidos de los compresores de aire. Otra clásica denuncia es la del asadero de pollos por el olor y humo que inunda el bloque.
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