CONTAMINACIÓN
El PP de Onda exige que se aplique el plan acústico que se elaboró hace 3 años
Levante de Castelló, Castelló
Tras la elaboración del mapa acústico de Onda, cuyas conclusiones evidenciaban «una elevada o muy elevada contaminación en el 60 % de las zonas por la noche y en el 34% por el día», según facilitó el PP, «el ayuntamiento todavía tiene pendiente afrontar la elaboración de una ordenanza para regular y reducir la contaminación sonora en Onda», según señaló el concejal popular, Salvador Aguilella,
El también candidato de los populares a las próximas elecciones indicó «desde 2004 sabemos que tenemos un grave problema que afecta a la salud y al descanso de los ondenses y el actual alcalde o no sabe como solucionarlo o no le da importancia».
OCIO
Los vecinos de Menéndez Pelayo reconocen que algunas medidas de la ZAS son excesivas
Su portavoz aboga por retrasar la retirada de las terrazas de los bares
J. V. G., Valencia
Los vecinos del área de ocio nocturno situada en las inmediaciones de la calle Menéndez Pelayo valoran las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Valencia tras la declaración de Zona Acústicamente Saturada de las calles comprendidas entre las avenidas de Cataluña, Primado Reig y Blasco Ibáñez, y la calle Gascó Oliag, pero consideran que algunas imposiciones han sido «excesivas».
El portavoz de la asociación de vecinos que interpuso la denuncia que finalmente ha conducido a la declaración de ZAS, Federico Pardo, explicó ayer a este diario que «los acontecimientos se están desarrollando como corresponden», por lo que confió en que «el ruido y la contaminación acústica acaben desapareciendo por completo».
De momento, Pardo aseguró que «tanto el ayuntamiento como los hosteleros están cumpliendo con su obligación», pues el primero «está vigilando el cierre de los locales y ha desplazado varias patrullas» hasta el lugar, y los segundos «están respetando las limitaciones de horarios y el adelanto del cierre». Sin embargo, el propio Pardo reconoció también que alguna de las medidas han sido «excesivas» y «demasiado estrictas».
La sentencia fallada el pasado mes de abril por el Tribunal Superior de Justicia condenaba al ayuntamiento a declarar ZAS la zona afectada, pero no especificaba las medidas a adoptar, que quedaron en manos del ayuntamiento en función de las posibilidades contempladas por la ordenanza de Ruidos y Vibraciones. El consistorio adoptó, principalmente, tres medidas relativas a horarios: la retirada de las mesas y sillas de los bares a las diez de la noche, el cierre de los pubs a las dos de la madrugada, y el de las discotecas, a las tres.
Contra las nuevas mediciones
El representante de los afectados explicó ayer que «ninguna de las medidas habría sido necesaria si el ayuntamiento hubiese vigilado la zona» y recordó que «la denuncia no estaba dirigida contra los hosteleros». Por ello, Pardo consideró que las restricciones «son correctas, pero excesivas para algunos locales, sobre todo los que siempre han cumplido las ordenanzas». En concreto, el portavoz de los vecinos anunció que su asociación estaría de acuerdo con que en un futuro próximo se vuelva a retrasar la retirada de las terrazas de los bares.
Sin embargo, de momento, los vecinos no se plantean apoyar la petición de los hosteleros de realizar nuevas mediciones en la zona, pues «las que se realicen ahora reflejarían un descenso del ruido como consecuencia de la aplicación de las medidas de la ZAS, pero si se levantan todas las restricciones el ruido volvería». «Estaríamos de acuerdo en prolongar el horario de las mesas y sillas, pero no en el de los pubs y discotecas. Aunque en algunos casos es excesivo, es lo que ha contribuido a la disminución del ruido», aseguró Pardo.
Valencia
La zona reduce un 90% su actividad
Los vecinos de Menéndez Pelayo reconocen que algunas medidas de la ZAS son excesivas. Valencia
La Federación Empresarial de Hostelería de Valencia y Provincia culminó el sábado por la noche su campaña reivindicativa de Reyes con una visita a la zona afectada por la declaración de ZAS. Tras la visita que varios hosteleros hicieron vestidos de reyes magos el dÍa 5 al Ayuntamiento de Valencia para entregar carbón a Vicente Igual, la FEHV llevó la noche siguiente a sus reyes a los «pubs» de Menéndez Pelayo para «renovar su mensaje de solidaridad con los hosteleros de la zona».
Los responsables de la federación recordaron en una nota de prensa que la semana pasada, la primera tras la aplicación de las restricciones, la actividad de la zona registró un descenso del 90% con respecto al año anterior.
«Con la importancia que el sector turístico va a tener en el 2007 se dan las condiciones para exigir una solución rápida y eficaz», aseguró la FEHV, que recordó que «la industria turística genera suficientes recursos económicos a las arcas públicas para que no se dilate por más tiempo este conflicto y acometamos de forma inmediata un plan integral por la ordenación del ocio».
Las Provincias
Valencia
La reducción de horarios rebaja un 90% los ingresos en los bares de la zona de Woody
Los hosteleros piden “medidas eficaces” contra el problema del ruido
REDACCIÓN/ VALENCIA
La actividad en las inmediaciones de Menéndez y Pelayo durante el fin de semana pasado se redujo en un 90% respecto a 2006, coincidiendo con la entrada en vigor de los nuevos ajustes horarios para reducir el ruido nocturno.
Desde la Federación de Hostelería reclamaron ayer un plan de la ordenación del ocio “que priorice la puesta en marcha de medidas eficaces contra el problema del ruido”.
Los negocios afectados han reclamado que se utilicen herramientas alternativas al recorte horario para reducir el nivel de decibelios, como presencia policial, reducción del tráfico o campañas de concienciación.
Por ello, exigieron “una solución rápida y eficaz y una gestión política capaz de encontrar el equilibrio adecuado entre todos los intereses implicados”.
Para simbolizar su protesta, los hosteleros acudieron el pasado viernes al Ayuntamiento para entregar carbón al concejal de Actividades Vicente Igual, por haber priorizado la reducción de los horarios (a las tres de la madrugada no debe haber ningún negocio abierto) frente a otras posibilidades.
Lo cierto es que desde el Ayuntamiento se han adoptado otras medidas como la imposibilidad de abrir nuevos bares, ampliar los existentes o reforzar la presencia policial para erradicar el botellón. También se preparan nuevas mediciones para estudiar cambios en la ordenanza.
El País
Los hosteleros de Valencia piden un plan integral de ordenación del ocio
EL PAÍS - Valencia - 08/01/2007
Los hosteleros de Valencia, en pie de guerra con el Ayuntamiento por la declaración de una nueva Zona Acústicamente Saturada (ZAS) -en torno a la discoteca Woody-, exigieron ayer un plan integral de ordenación del ocio "que priorice la puesta en marcha de medidas eficaces contra el problema del ruido". La federación hostelera intenta contrarrestar la mala imagen de los locales de ocio entre muchos vecinos que, como en el caso de la ZAS, han tenido que defender su derecho al descanso en los tribunales. Varias sentencias han condenado la inactividad del Consistorio ante la contaminación acústica. Los vecinos de El Carme y la zona de Juan Llorens también quieren convertir sus barrios en ZAS, mientras los hosteleros piden el equilibrio de ambos intereses.
El Periódico.com / Barcelona
8/1/2007 Edición Impresa CONCILIACIÓN DEL DERECHO AL OCIO Y EL DERECHO AL DESCANSO
La ofensiva de BCN contra el ruido amenaza con cerrar el London Bar
1. • El emblemático local ha perdido el 60% de la clientela por la presión municipal, según la dueña
2. • Las salas de conciertos inician una campaña de protesta para evitar la clausura de más espacios
El interior del local de Nou de la Rambla, el sábado pasado. Al fondo, la entrada a la zona donde se celebraban los espectáculos en directo. Foto: QUIM ROSER
ALBERT OLLÉS. BARCELONA
Cuando todavía resuenan los ecos de la polémica vivida durante la entrada del nuevo año con el cierre temporal de la sala de fiestas La Paloma, otro local histórico del centro de Barcelona, el London Bar de la calle de Nou de la Rambla, amenaza con seguir los mismos pasos.
El ayuntamiento ha prohibido a la propietaria que siga ofreciendo música en vivo alegando que la licencia que tenía no es valida para ello y le ha recortado los horarios de apertura. Según la responsable del local, Eli Beltrán, todo ello le ha hecho perder en solo unos meses "el 60% de la clientela", lo que pone en peligro la viabilidad económica del negocio y su continuidad futura.
El London Bar, que en el 2010 cumplirá un siglo de vida, es uno de los bares de inspiración modernista con más tradición de la ciudad. A finales de los años 70 empezó a programar conciertos en directo y desde inicios de los 90 ofrecía una programación regular de música y otras actividades artísticas.
CESE DE LA ACTIVIDAD
El pasado verano, y dentro de la ofensiva antirruido iniciada en el 2005 por el ayuntamiento y el poder judicial con los llamados cierres exprés, el distrito de Ciutat Vella comunicó a la propiedad que la licencia que le concedieron en 1994 --bar musical de clase F-- no autoriza la celebración de espectáculos en vivo y que cesase la actividad "en 48 horas".
Al mismo tiempo, y alegando otro problema de ajuste de licencias derivado de una denuncia vecinal, limitaron los horarios de apertura del bar a las 2.30 horas en días laborables y las 3.00 horas en festivos (antes cerraban a las cuatro y media de la madrugada y las cinco, respectivamente). "Nos hicieron seis inspecciones seguidas durante el verano y nos obligaron a reducir el volumen de la música a 70 decibelios, casi por debajo del ruido que hace la gente al hablar", asegura Beltrán.
La propietaria dice que hizo las obras que le habían solicitado los técnicos municipales para mejorar la insonorización y la seguridad del establecimiento, pero que cuando solicitó la nueva licencia para volver a ofrecer música en vivo le respondieron que el actual plan de usos de Ciutat Vella no permite la concesión de más permisos.
"Cumplimos con todas las normas y hemos mantenido muchos años una programación cultural diaria que reconoce el propio ayuntamiento en sus guías informativas y turísticas de la ciudad, pero ahora está claro que han decidido ir a por nosotros", concluye.
En la mismo tramo de Nou de la Rambla ha cerrado ya el pub Donegal, y el Salsitas, que por el día funciona como restaurante, ha limitado su oferta musical nocturna. También han tenido problemas otros dos espacios simbólicos como el Jazz Sí Club, en la calle de Requesens y El Cangrejo, en la de Montserrat.
Este último está cerrado desde el pasado 14 de julio y su precinto ha comportado la presentación por parte de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya de una querella por un presunto delito de contaminación acústica contra el propietario y dos cargos del distrito de Ciutat Vella. La fiscalía acusa a los técnicos de "permitir" la actividad ilegal y no haber procedido de forma "diligente" al cierre del local a pesar de las denuncias vecinales.
ESPACIOS DE CULTURA
La Associació de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC) ha iniciado una campaña para detener "inmediatamente" la actual política de cierre de salas, que achacan a la "ineficacia" de la administración para "afrontar con recursos e imaginación la conciliación de la música y el entorno". Las salas piden ser reconocidas por ley como "espacios de cultura".
ALBERT OLLÉS. BARCELONA
Cuando todavía resuenan los ecos de la polémica vivida durante la entrada del nuevo año con el cierre temporal de la sala de fiestas La Paloma, otro local histórico del centro de Barcelona, el London Bar de la calle de Nou de la Rambla, amenaza con seguir los mismos pasos.
El ayuntamiento ha prohibido a la propietaria que siga ofreciendo música en vivo alegando que la licencia que tenía no es valida para ello y le ha recortado los horarios de apertura. Según la responsable del local, Eli Beltrán, todo ello le ha hecho perder en solo unos meses "el 60% de la clientela", lo que pone en peligro la viabilidad económica del negocio y su continuidad futura.
El London Bar, que en el 2010 cumplirá un siglo de vida, es uno de los bares de inspiración modernista con más tradición de la ciudad. A finales de los años 70 empezó a programar conciertos en directo y desde inicios de los 90 ofrecía una programación regular de música y otras actividades artísticas.
CESE DE LA ACTIVIDAD
El pasado verano, y dentro de la ofensiva antirruido iniciada en el 2005 por el ayuntamiento y el poder judicial con los llamados cierres exprés, el distrito de Ciutat Vella comunicó a la propiedad que la licencia que le concedieron en 1994 --bar musical de clase F-- no autoriza la celebración de espectáculos en vivo y que cesase la actividad "en 48 horas".
Al mismo tiempo, y alegando otro problema de ajuste de licencias derivado de una denuncia vecinal, limitaron los horarios de apertura del bar a las 2.30 horas en días laborables y las 3.00 horas en festivos (antes cerraban a las cuatro y media de la madrugada y las cinco, respectivamente). "Nos hicieron seis inspecciones seguidas durante el verano y nos obligaron a reducir el volumen de la música a 70 decibelios, casi por debajo del ruido que hace la gente al hablar", asegura Beltrán.
La propietaria dice que hizo las obras que le habían solicitado los técnicos municipales para mejorar la insonorización y la seguridad del establecimiento, pero que cuando solicitó la nueva licencia para volver a ofrecer música en vivo le respondieron que el actual plan de usos de Ciutat Vella no permite la concesión de más permisos.
"Cumplimos con todas las normas y hemos mantenido muchos años una programación cultural diaria que reconoce el propio ayuntamiento en sus guías informativas y turísticas de la ciudad, pero ahora está claro que han decidido ir a por nosotros", concluye.
En la mismo tramo de Nou de la Rambla ha cerrado ya el pub Donegal, y el Salsitas, que por el día funciona como restaurante, ha limitado su oferta musical nocturna. También han tenido problemas otros dos espacios simbólicos como el Jazz Sí Club, en la calle de Requesens y El Cangrejo, en la de Montserrat.
Este último está cerrado desde el pasado 14 de julio y su precinto ha comportado la presentación por parte de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya de una querella por un presunto delito de contaminación acústica contra el propietario y dos cargos del distrito de Ciutat Vella. La fiscalía acusa a los técnicos de "permitir" la actividad ilegal y no haber procedido de forma "diligente" al cierre del local a pesar de las denuncias vecinales.
ESPACIOS DE CULTURA
La Associació de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC) ha iniciado una campaña para detener "inmediatamente" la actual política de cierre de salas, que achacan a la "ineficacia" de la administración para "afrontar con recursos e imaginación la conciliación de la música y el entorno". Las salas piden ser reconocidas por ley como "espacios de cultura".
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