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El sindicato CSI-CSIF reclama ordenanzas contra el ruido en poblaciones pequeñas
26.07.09 – Las Provincias – REDACCIÓN | GANDIA
El sindicato CSI·F ha reclamado la implantación de ordenanzas municipales contra el ruido en aquellas poblaciones pequeñas de la Safor que multiplican su población en verano con la llegada de turistas.
«Las molestias sonoras en poblaciones costeras, sobre todo en las más pequeñas y sin ordenanzas, se han convertido en las denuncias más habituales durante estos meses de verano», señalan desde el sindicato.
Es habitual que los vecinos soliciten la presencia policial para pedir que los pubs, discotecas o establecimientos públicos nocturnos bajen la música o hagan que sus clientes no eleven el volumen de voz.
Municipios más grandes, como Tavernes o Gandia, y fuera de la Safor, Cullera o Sueca, sí que tienen ordenanzas contra el ruido, aunque esas denuncias siguen existiendo, por ejemplo, en Gandia, donde los residentes de la zona de pubs más concurrida de la playa exigen que se blinde la zona declarándola Acústicamente Saturada. Sin embargo, términos municipales más reducidos ni siquiera tienen este tipo de ordenanzas. Esta circunstancia provoca «molestias a los vecinos, ya que hay numerosos establecimientos públicos y mucha gente en las calles, y en la mayoría de los casos los decibelios superan el máximo establecido». «Por este motivo», agregan fuentes sindicales, «la gran mayoría de los servicios que realiza la policía local se debe a denuncias contra el ruido».
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) reclama a todos los Ayuntamientos la implantación de ordenanzas municipales, ya que evitarían muchas de las molestias sonoras que se producen en la actualidad.
Las ordenanzas sonoras supondrían elaborar un mapa personalizado de cada población, con un estudio de cada una de las zonas y un establecimiento de horarios diferentes de los locales de ocio, dependiendo de si están ubicados próximos a una zona residencial o acústicamente saturada.
Las denuncias por los ruidos ocasionados en bares y discotecas aumentaron un 79% en 2008, según PSOE
MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El grupo socialista anunció hoy que los datos oficiales de la Policía Municipal sobre denuncias ciudadanas por los ruidos en la capital ocasionados en bares y discotecas en 2007 y 2008 reflejan un incremento del 79%, al pasar a 366 en 2008 frente a las 204 que se presentaron en 2007.
El presidente del grupo, Óscar Iglesias, aseguró que "se trata de un aumento enorme que demuestra la insufrible situación en la que viven muchos ciudadanos madrileños a causa del ruido ante la absoluta pasividad municipal".
En concreto, el concejal socialista recalcó que "en las actuales condiciones, el ocio nocturno es cada vez menos soportable en los distritos Centro, donde las denuncias casi se quintuplican al pasar a 166 frente a las 35 de 2007; Latina, a 60 respecto a 14 en 2007, lo que supone un incremento del 329%; y Vicálvaro, que las triplica de 26 contra 9.
Iglesias afirmó que "el aumento de denuncias no es producto de la mayor conciencia ciudadana frente a los ruidos, sino de que ni se ha dotado con suficientes efectivos ni tampoco con suficientes medios a la Policía Municipal, que no da a vasto con el problema".
En ese sentido, el edil del PSOE subrayó que "por mucho que el Ayuntamiento hable de los efectivos policiales que han seguido el curso sobre ruidos, de la Unidad y Brigada de Medio Ambiente y la descentralización de sus competencias en las Unidades Integrales de Distrito, la sonora es que ni el curso especializa, ni los efectivos de medio ambiente son suficientes, ni los dos sonómetros existentes por distrito cubren las necesidades para un mínimo control.
"La Policía de los distritos está especializada en materia ambiental y no en velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales", recalcó.
"La verdad es que el alcalde se comprometió el 3 de julio de 2003 a poner en marcha una brigada específica contra el ruido dotada con 300 agentes que iban a actuar las 24 horas durante los 365 días del año y no lo ha cumplido porque, como siempre, antes que dar respuesta a los problemas ciudadanos, está los titulares de prensa que solo se quedan en eso", concluyó.
Las denuncias por los ruidos ocasionados en bares y discotecas aumentaron un 79% en 2008, según PSOE
MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS)
El grupo socialista anunció hoy que los datos oficiales de la Policía Municipal sobre denuncias ciudadanas por los ruidos en la capital ocasionados en bares y discotecas en 2007 y 2008 reflejan un incremento del 79%, al pasar a 366 en 2008 frente a las 204 que se presentaron en 2007.
El presidente del grupo, Óscar Iglesias, aseguró que "se trata de un aumento enorme que demuestra la insufrible situación en la que viven muchos ciudadanos madrileños a causa del ruido ante la absoluta pasividad municipal".
En concreto, el concejal socialista recalcó que "en las actuales condiciones, el ocio nocturno es cada vez menos soportable en los distritos Centro, donde las denuncias casi se quintuplican al pasar a 166 frente a las 35 de 2007; Latina, a 60 respecto a 14 en 2007, lo que supone un incremento del 329%; y Vicálvaro, que las triplica de 26 contra 9.
Iglesias afirmó que "el aumento de denuncias no es producto de la mayor conciencia ciudadana frente a los ruidos, sino de que ni se ha dotado con suficientes efectivos ni tampoco con suficientes medios a la Policía Municipal, que no da a vasto con el problema".
En ese sentido, el edil del PSOE subrayó que "por mucho que el Ayuntamiento hable de los efectivos policiales que han seguido el curso sobre ruidos, de la Unidad y Brigada de Medio Ambiente y la descentralización de sus competencias en las Unidades Integrales de Distrito, la sonora es que ni el curso especializa, ni los efectivos de medio ambiente son suficientes, ni los dos sonómetros existentes por distrito cubren las necesidades para un mínimo control.
"La Policía de los distritos está especializada en materia ambiental y no en velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales", recalcó.
"La verdad es que el alcalde se comprometió el 3 de julio de 2003 a poner en marcha una brigada específica contra el ruido dotada con 300 agentes que iban a actuar las 24 horas durante los 365 días del año y no lo ha cumplido porque, como siempre, antes que dar respuesta a los problemas ciudadanos, está los titulares de prensa que solo se quedan en eso", concluyó.
Sociedad
El penúltimo botellón
Botellas de cristal, cubitos de hielo y vasos de plástico conforman la estampa del Passeig Marítim tras una noche de fiesta. Cort prepara un plan para acabar con el consumo del alcohol en la calle pero los jóvenes parecen poco dispuestos a colaborar
Diario de Mallorca - 26-07-09
Jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y 24 años se reúnen cada fin de semana en el Passeig Marítim para beber. Fotos: J. Medinas
V. SÁNCHEZ. PALMA. Las agujas del reloj marcan las doce de la noche, la hora bruja, la que convierte un tranquilo paseo por el Marítimo en una improvisada discoteca al aire libre. Los altavoces de los coches mal aparcados vomitan los éxitos del verano, cada uno a su estilo. House, techno, pop, salsa... para todos los gustos. A. R., S. M. M. y sus amigas adolescentes –no alcanzan la mayoría de edad– lucen el último modelo surgido del escaparate de Berskha mientras recorren en busca de conocidos la denominada zona cero situada frente a los locales de moda. "¿Y por qué tienen que venir ahora los políticos a molestarnos? Sólo nos divertimos", corean a voces mientras dan un sorbo a una sospechosa botella de Kas limón tuneada. Su pensamiento es compartido por los cientos de jóvenes que cada fin de semana "olvidan sus problemas" agarrados a un vaso de cubata a la vera del mar. Parece que sus veladas de confesiones están a punto de cambiar.
"Asumo que somos unos guarros. Todos decimos que recogemos cuando acabamos de beber pero, a la hora de la verdad, da pereza andar unos pocos metros para tirar la bolsa en el contenedor". Antonio Calvo, de 22 años, se muestra contrariado con la propuesta de Cort de acabar con el botellón. "Somos jóvenes, no trabajamos y no nos podemos permitir pagar 12 euros por un combinado", dice Álex Serrano, de 24 años, para tratar de justificar esta práctica habitual en Palma. "¿Y qué hay de malo en ello? No hacemos nada malo", se pregunta Sergio Viveros.
Incrédulas ante la amenaza consistorial, Alba García, de 19 años, y A. M., de 17, siguen su marcha sin lamentos. "Llevan tantos años diciendo que quieren acabar con el botellón pero no creo que unas simples máquinas limpiando la zona vayan a poder con nosotras". "A mí lo que me preocupa es que mis padres se enteren de que bebo. No me quiero ni imaginar qué ocurriría si la policía llamara a casa para decir que he hecho algo mal", subraya T. G, de 13 años.
Tacones de aguja esquivan con soltura los obstáculos. Una bolsa de cubitos por allí, varios vasos de plástico acumulados en un rincón... encontrar un hueco libre para descansar es, conforme avanza la noche, más difícil. "Debería haber más bancos, más papeleras, más espacio", pide S. M. "¿Ya no se acuerdan de cuando eran jóvenes. Si no es en el Marítimo será en la playa, en las plazas...".
Hay poco sitio para la autocrítica y mucho para la diversión. "Si nos montan un botellódromo, allí estaremos... aunque luego habrá que coger coche para volver y la gente va muy borracha", añade Calvo. "¿Alguien nos ha preguntado a nosotros?", pregunta Viveros.
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