miércoles, 22 de julio de 2009

Miércoles 22 de julio de 2009

 

Los pequeños hosteleros de Juan Llorens auguran el cierre de locales por la ZAS

La Federación trata de negociar "algunos flecos" antes de que sea aprobada por el pleno del Ayuntamiento

Levante – 22-07-09

Sobre estas líneas, Roberto, del local Tango y Truco.

Sobre estas líneas, Roberto, del local Tango y Truco. f. bustamante

JOSÉ PARRILLA VALENCIA
Los pequeños hosteleros de la zona de Juan Llorens están preocupados por sus negocios después de la entrada en vigor ayer de las medidas cautelares impuestas por el Ayuntamiento de Valencia para reducir el ruido en la zona, medidas previas a la declaración de zona acústicamente saturada (ZAS). Su principal problema es el adelanto del cierre de las terrazas a las 11 de la noche entre semana y a las 12 los fines de semana. Según dicen, eso les deja prácticamente sin posibilidades de dar cenas, que es su principal fuente de ingresos en verano. La Federación de Empresarios de Hostelería de Valencia (FEHV), no obstante, aún tiene la esperanza de negociar "algunos flecos" antes de que la ZAS sea aprobada por el pleno.


"La reducción del horario de las terrazas nos perjudica mucho", asegura Roberto, dueño de Tango y Truco. "En realidad lo de las 11 es mucho más que las 11, porque nosotros damos tapas y comidas y si una persona se sienta a las diez o las diez y cuarto no la puedes levantar media hora después", explica.


Recuerda, además, que "los ruidos los producen fundamentalmente los coches" y que la zona está ahora "bastante tranquila" gracias a la intervención de la policía, que "tenía que haber empezado mucho antes". "Realmente estamos padeciendo una herencia que ya ha desaparecido", dice.


Ahora, esa reducción horaria puede suponer la "ruina" para muchos de ellos, "porque, además, como era una zona buena pagamos alquileres muy altos y ahora ya no hay forma de negociar". "Yo creo que no hay solución. Yo voy a tener que cerrar", dice Antonio, convencido de que "aquí se respeta a los grandes y se revienta a los pequeños, a los cuatro matados que sacamos la terracita".


Más crisis y más paro
De confirmarse sus peores pronósticos, esta medida también tendría un efecto muy negativo sobre el empleo. Según Julio, de Amics Meus, "se trata de una medida desproporcionada", "bastante inadecuada por la temporada y por el momento", que va a producir "más crisis y más paro".


De hecho, las trabajadoras de La Bodeguita creen que si limitan el horario de las terrazas, además de perder el negocio con el que compensan el resto del año, se puede producir despidos. "Si ahora hay tres camareros, al perder la terraza es suficiente con uno", explican muy gráficamente.


La única esperanza, en la que muchos ya no creen, es que aún haya tiempo para cambiar las cosas. "No nos olvidemos que es una medida cautelar y que aún se puede conseguir ampliar el horario de las terrazas", dice Antonio, de la Bodega Valero. Según recuerda, "los hosteleros de la zona han insonorizado los locales y en las últimas pruebas de ruido la contaminación se ha reducido a la mitad", así que pide que se mida de nuevo y se tenga en cuenta, de lo contrario opina que "es una medida muy radical".


Antonio es consciente de que en otras zonas de la ciudad las medidas han sido más duras, pero insiste en que allí se ha gastado mucho dinero y que aún se puede hacer algo.


Y en esas está la Federación de Empresarios de Hostelería de Valencia (FEHV), por la que no se sienten muy representados. Según su portavoz, Vicente Pizcueta, que ayer tuvo una reunión con representantes municipales, aún es posible negociar "algunos flecos" entre los que podría encontrarse el horario de cierre de las terrazas.


Según dijo, el verdadero problema de la zona es el tráfico y en este aspecto se ha avanzado mucho con la vigilancia policial y el carril bici, que impide la doble fila. "Las espadas siguen en alto", concluyó Pizcueta.


El Ayuntamiento no quiere más ZAS
La Concejalía de Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Valencia está satisfecha con el acuerdo al que se ha llegado en Juan Llorens para imponer la zona acústicamente saturada (ZAS), que, según el departamento que dirige Lourdes Bernal, ya ha sido informada favorablemente por la Conselleria de Medio Ambiente y será aprobada en el próximo pleno.


Fuentes de la concejalía aseguraron que se trata de una ZAS "benevolente" que cuenta con un amplio consenso y que el Ayuntamiento ha tenido que ejecutar por mandato legal de la Unión Europea, el Estado y la Generalitat.


De hecho, su idea es no hacer más declaraciones de este tipo. Aunque volver atrás en zonas como Xúquer ya es imposible - "allí no lo pudieron soportar"- sí pretenden evitarlo en El Carmen, que es el próximo objetivo. Allí se han aplicado medidas de tráfico, dijeron las fuentes, y se están haciendo mediciones para en caso de que se consiga bajar el ruido no aplicar la zona acústicamente saturada.

Multa

La música callejera, víctima de la ley del ruido

Los artistas de barrio denuncian la persecución a la que son sometidos a causa de la ordenanza municipal de contaminación acústica

Levante – 22-07-09

M. ZARAGÜETA VALENCIA Los músicos callejeros, hartos de la persecución a la que se ven sometidos cada día, denuncian la política de acoso que sufren desde que se aprobó la ley del ruido. Son víctimas del endurecimiento de la normativa a que se han visto abocadas las autoridades tras consentir durante años que Valencia se convierta en una de las ciudades más ruidosas del mundo.


Quienes se ganan la vida en la calle tocando coinciden en hacerlo a horas muy prudentes. Roberto pertenece a un grupo de tres músicos de barrio, toca el saxo y llegó hace poco tiempo de Rumanía en busca de trabajo. Él dice: "nosotros sólo tocamos, no hacemos nada. Cantamos para hacer feliz a la gente y para vivir. A partir de las doce lo dejamos. La policía nos amenaza con quitarnos los instrumentos. Conozco chicos a los que han quitado los acordeones y los violines y les han puesto multas de 120 euros. Te dan un plazo de 24 horas para pagarla y sacar los instrumentos. Esto no es normal porque es tu instrumento y es tu vida, yo estoy trabajando y me quitan mi trabajo. Si me saco esta noche 20 euros, mañana tenemos para comer toda mi familia y yo".


La Ordenanza Municipal de Protección contra la Contaminación Ambiental de 2008, consecuencia del ruido producido por las actividades humanas, especialmente en el centro urbano, ha hecho que se inicie una persecución de todo aquel que supere los decibelios permitidos en la ley, que se les multe con cantidades de dinero que muchos de ellos no pueden pagar e incluso que se les confisquen sus instrumentos de trabajo.


No son sólo estos artistas los que se sienten amenazados. También los que lo hacen por "hobby", porque les gusta la música y disfrutan con ella, lamentan ser objeto de "intereses políticos" y quisieran que se entendiera realmente el arte callejero. Reclaman que se proteja y fomente siempre, y no únicamente cuando la administración puede sacar provecho de él. "Me parece mal que el ayuntamiento promocione por temporadas a los artistas en la calle, y cuando están aquí de verdad ganándose la vida por su cuenta les multen. Cuando hay un festival de teatro como el VEO que es teatro callejero, traen grupos de fuera para que actúen en la calle y así decir: "mirad a los artistas callejeros". Sin embargo, cuando hacen teatro a cualquier hora del día, no les dejan actuar", explicaba una chica cuando se divertía entre un grupo de amigos que tocaban diferentes instrumentos de música en la plaza de la Reina. Estos jóvenes sólo esperan un poco más de tolerancia. Según confesaba ella, "comprendo que moleste el ruido pero en un sitio abierto y más cuando se está haciendo algo bonito a horas que no son demasiado tardes..."


Uno de los músicos garantizaba que "si tuviera en mi bolsillo los 700 euros de multa, juro que no querría tocar ni un minuto más". Otro declaraba haber pedido autorización para poder ejercer su trabajo en la calle, sin obtener respuesta. Reclamaba que "Valencia es una ciudad musical. No sé el motivo por el que la policía hace esto, cuando tiene otros problemas con drogas, con armas y otras muchas cosas".

Conflicto

Los vecinos perjudicados por el ruido de los aviones alegan contra el plan de Aena

Las asociaciones critican que el informe ambiental no corrija las molestias producidas por las aeronaves

Levante – 22-07-09

Los vuelos fuera de las rutas producen molestias en cascos urbanos e urbanizaciones.

Los vuelos fuera de las rutas producen molestias en cascos urbanos e urbanizaciones. levante-emv

V. CONTRERAS SAN ANTONIO DE BENAGÉBER Los representantes de siete asociaciones vecinales de San Antonio, l'Eliana, Riba-roja y Paterna presentaron ayer sus alegaciones al Informe de Sostenibilidad Ambiental (ISA) del Plan Director del Aeropuerto de Manises que publicó AENA a finales de mayo y en el que se incluye como principal actuación la ampliación del Edificio Terminal, nuevos aparcamientos y un nuevo Centro de Control de Área Terminal (TACC). Según las asociaciones vecinales -todas ellas incluidas en la Plataforma No Aviones Fuera de Ruta-, el ISA no incluye ninguna de las medidas correctoras propuestas en los últimos meses por los vecinos de estos municipios para acabar con los problemas que ocasiona el vuelo de los aviones sobre sus casas al despegar o aterrizar en el aeropuerto, desviarse de sus rutas o dispersarse para ahorrar combustible. Los vecinos alegan que en el informe "faltan los estudios previos, los documentos y conclusiones correspondientes al Mapa Estratégico del Ruido que, según AENA, ha empezado a elaborar (...) y que debe acompañarse a cualquier estudio de sostenibilidad ambiental". Y eso que, tal como recoge la Plataforma, el propio ISA reconoce "la proliferación de zonas residenciales en las que se incumple la ley del ruido y se supera con creces el nivel máximo permitido".


Las cartas de navegación
El informe del plan director tampoco menciona los incumplimientos de las rutas legales establecidas que denuncian las asociaciones. Según las alegaciones vecinales, "si este plan cumpliera escrupulosamente lo fijado en los AIP (cartas de navegación), las molestias e invasiones de nuestros barrios serían mínimas y sólo propondríamos que se incrementaran los 1.500 pies sobre los que viran" los aviones.


La Plataforma también critica que el plan director considere los niveles de ruido "no significativos" cuando, en opinión de los vecinos, la situación irá empeorando conforme se incremente el número de vuelos. Señalan, además, que el estudio de impacto no valora ni estudia los efectos nocivos de los líquidos y gases que expulsan los aviones cuando sobrevuelan las zonas residenciales.

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