Crónica de Castelló
Centre Ciutat Castelló busca sumar 500 socios.
La entidad espera involucrar a los negocios de ocio y restauración.
Levante
Isabel Sabater: «El PP no tiene una política ambiental, sino urbanizadora»
Isabel Sabater es profesora de Ciencias Naturales en el Instituto Sos Baynat de Castelló desde hace 25 años y catedrática en biología y geología. Además de secretaria local de educación del PSPV, ahora sume el reto de ser concejala en la oposición durante los próximos cuatro años.
Nacho Martín, Castelló
-¿Cómo decidió Isabel Sabater entrar en política?
-Por un compromiso político y personal con la sociedad de Castelló. Mi interés no es económico, sino por ideología y compromiso. Nunca pensaba que iba a ser concejala ni era mi aspiración. Siempre había trabajado a nivel orgánico desde el partido en segundo plano. Me lo propuso Juan María Calles y no pude negarme, aunque para mí supone mucha responsabilidad y es difícil de compaginar. Pero tengo mucha ilusión y creo que la situación política actual debe cambiar por el bien de Castelló.
-¿Cuál es el papel que juega el medio ambiente en una sociedad como la de Castelló?
-El medio ambiente es el eje fundamental en el que deberían girar todas las políticas de la ciudad, incluida la construcción y el urbanismo, que debería ser realmente sostenible. Si en estos cuatro años consiguiéramos que el gobierno no incurriera en ninguna irregularidad en este sentido ya habría cumplido un objetivo. Hablamos del aire, del suelo, del agua, del ruido...
-¿Cómo definiría la situación actual en esta materia?
-El PP no tiene una política ambiental clara, sino urbanizadora. Lo demás no tiene interés para ellos porque creen que no es rentable. Y es contradictorio porque publicitan su interés por el medio ambiente, pero si nos vamos a los hechos, vemos que, por poner un ejemplo, Castelló supera con mucho la contaminación del aire por partículas en suspensión y no se hace nada. Mucho es de la industria, pero también de camiones sin lona que no cumplen la ordenanza y a los que no se les obliga. Vemos una carencia en parques y jardines. Ahí está el caso del parque Ribalta. Y sobre todo el urbanismo desbocado que está arrasando con todos los espacios naturales. ¿Por qué Pues porque el PP sólo hace actuaciones de cara a la galería sin tener un verdadero compromiso real.
-¿Considera que se lleva una política adecuada en la Marjaleria?
-Culturalmente y ambientalmente es un espacio muy importante para Castelló. Y lo veo muy mal. Por ejemplo, yo he denunciado ante este ayuntamiento la desecación del marjal y dos meses después sigue sin haber respuesta. Responde a una estrategia global para esconder los problemas y dejar que la gente se olvide de ellos sin darles solución. Entregamos fotos con peces muertos y no se ha hecho ningún caso. Me preocupa mucho.
-¿Y en cuanto al plan especial?
-Nosotros proponíamos un parque en el aeródromo para recuperar una parte del humedal cuanto menos. Llevan 20 años sin solucionar los problemas de la gente y sin potenciar la conservación de esta zona característica. Tienen poco interés. Yo se lo digo a mis alumnos: imaginad que un día te levantas y no tienes calles en tu ciudad. Es lo mismo si te levantas y se ha destruido tu entorno por un mal gobierno. Se siguen construyendo casas ilegales y creemos que el camino es otro: compatibilizar las viviendas con el espacio natural y mejorar ese entorno para los vecinos y para todos.
-¿Cumple Castelló las exigencias de ruido?
-Es un tema importantísimo y aún esperamos el mapa acústico. La ciudad supera en 10 puntos el límite de ruido admisible y hablamos de motos, coches, obras municipales y privadas, el ocio nocturno. Es necesario actuar porque el ruido es fuente de enfermedades y estrés. Es algo muy serio.
-¿Cómo abordar la contaminación del Serrallo?
-La obligación del ayuntamiento es que se cumplan en primer lugar todas las normativas y planes de seguridad. Y no hay aún un estudio de impacto ambiental global de todo el polígono. Se deben cumplir los niveles de emisión y deben haber medidores controlados por agentes independientes que constaten qué calidad tiene el aire que se respira. Y si no es la adecuada, se debe actuar. Nos jugamos la salud. En este apartado tampoco hay que olvidar la mala gestión del tráfico y la carencia de transporte público, lo cual dispara el volumen de emisiones contaminantes y empeora la calidad del aire. Hay que mejorar.
El Correo Digital
La fiesta silenciosa
Discotecas donde la música sólo se escucha a través de unos auriculares. Es la última moda, para unos «ecológica» y para otros «muy poco comunicativa»
16.09.07 -
ITSASO ÁLVAREZ
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20070916/sociedad/fiesta-silenciosa-20070916.html
Medido en términos de decibelios, que es la unidad que se emplea para cuantificar el nivel acústico, un avión que sobrevuela una ciudad genera un valor de entre 110 y 130, igual que lo último en iPod y MP3. Una taladradora metálica en unas obras urbanas, 120 decibelios. A cien llega el claxon de un autobús; 90 el de un coche. El tráfico rodado se traduce en 85 decibelios, en 60 una conversación normal y en 30 tan sólo el runrún que se oye en una oficina. ¿Y en una discoteca, donde la media en decibelios andará por los 250? Aún menos, pero sólo si la fiesta que allí se celebra es de las de 'silencio, por favor: no molestar'.
Imaginen: tres DJ pinchan a la vez. Sobre el podio, diez o doce personas con distintos gustos musicales. Cada uno ha seleccionado el canal a su gusto y se deja llevar por el ritmo que fluye de las mesas de mezclas. Uno baila salsa mientras otro sacude la melena al estilo heavy metal y algún 'housero' se menea a lo 'tentetieso'. A lo suyo, en silencio, y al son de un estilo de música que les llega a cada uno de ellos a través de unos cascos o auriculares con recepción inalámbrica conectados por láser a una fuente emisora de radio control que les han sido entregados a la entrada del local.
«Escuchar en soledad», define el malagueño Antonio Clavero, creador, con otros dos socios más, de la que se ha convertido en «la cuarta generación» en el sector del ocio: las fiestas silenciosas. «La posible solución de aquellas salas que no tienen licencia de música o no están debidamente insonorizada.
Vecinos tranquilos
Por un lado, se asegura el divertimento de los clientes. Y, por otro, «garantiza el descanso del vecindario que rodea al local», argumenta. Añade que, además de poner puertas al ruido y dado que las canciones no salen de unos altavoces, el local se ahorra el canon de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). «Si quieres conseguir un ambiente íntimo para ligar, basta con reducir el volumen o bien quitarse los cascos y hablar. Y también se puede compartir el auricular».
La patente de las fiestas silenciosas está en manos de la productora Vitality. Algunas terrazas de Mallorca ya se están convirtiendo en franquicias para explotar este nicho de mercado. Como la Zur Zafala de Miguel Tous, un local al aire libre al que acuden decenas de ciudadanos de nacionalidad alemana en verano a tomar unas copas por la noche. «A partir de la medianoche está prohibido mantener la música en esta zona y la mayor parte de mis clientes no están acostumbrados a beber sin música de fondo». En desacuerdo con «los que dicen que rompe el encanto de la noche», el hostelero opina que «de esta manera ganamos todos». «Yo también lo prefiero», admite Miguel Pastor, apodado Miguel-On, un DJ con experiencia en este tipo de eventos. «En este tipo de fiestas tienes la oportunidad de ver que la gente valora la música que pinchas en lugar de moverse sin más al ritmo de lo que suena».
Pero si 'la fiesta silenciosa' era lo que las asociaciones antirruido estaban buscando, no está tan claro. «Es una solución al volumen interno de un establecimiento, pero no al externo. ¿Qué decir frente a los tumultos que se forman en las entradas de los bares de copas?», plantea Juantxo Domínguez, presidente de la Red Ciudadana contra el Ruido, con sede en la capital donostiarra, un colectivo que lleva más de dos décadas poniendo el grito en el cielo por la contaminación acústica en las ciudades.
«Imagino que al abandonar el local, los usuarios tendrán el nivel auditivo totalmente distorsionado y hablarán alto, con las consecuencias que ello conlleva. Además, ¿no se quedarán sordos como una tapia con eso de utilizar auriculares?», pregunta Domínguez. «Los cascos son bombas para los tímpanos», opina el abogado getxotarra Alfonso Terceño, portavoz en el País Vasco de Juristas contra el Ruido, asociación que ostenta el honor de haber enviado a la cárcel al dueño de un restaurante de Barcelona por ruido.
Un sondeo realizado por la cadena de centros auditivos GAES determinó que la música es «el sonido preferido» para más de la mitad de los españoles. Y que, si se escucha a volúmenes muy elevados durante un espacio de tiempo prolongado puede provocar pérdida auditiva de carácter irreversible. «De seguir como hasta ahora, los jóvenes tendrán a los cincuenta años los mismos problemas de audición que hoy tienen sus abuelos», advierte Juan José Navarro, otorrino del Hospital Donostia y presidente de la Sociedad Vasca de Otorrinolaringología.
Por otros motivos, el sociólogo Luis Ruiz Aja, especializado en estudiar temas relacionados con la juventud, tacha de «curiosidad» la nueva moda de bailar, en parte, en silencio. «Para que una fiesta juvenil funcione -explica- tiene que tener una serie de requisitos: un buen ambiente, cálido y amigable, un uso razonable del alcohol, una música no excesivamente alta para evitar riñas con el vecino de turno, un comportamiento responsable si tienen que conducir y, en su caso, a la hora de practicar sexo». Y dado que «la música es una seña de identidad de los jóvenes, esto debería suceder con auriculares o sin ellos».
Los impulsores de las discotecas con auriculares están proponiendo la idea a las salas de cine. Creen que «eliminaría la desconcentración por las típicas molestias de las palomitas y el alboroto de los niños». Unos auriculares en las butacas harían posible que la película se ofreciera en diferentes idiomas al mismo tiempo. Llaman a museos, hospitales, centros de enseñanza, conferenciantes, hoteles e instituciones oficiales a adaptar el sistema inventado para las fiestas silenciosas a su día a día. El pasado 14 de mayo, partido Pro Municipio Torre del Mar, un grupo independiente que concurría a las elecciones municipales en Vélez, Málaga, celebró un 'mitin silencioso' para pedir ayuntamiento propio para el municipio. Los convocantes no querían molestar a quienes no compartían sus inquietudes.
i.alvarez@diario-elcorreo.com
El Día
Campos reta a Llanos
Los vecinos de la zona centro insisten en que los actos nocturnos del Carnaval se ubiquen fuera de las calles residenciales. Su abogado, Felipe Campos, concede un margen de confianza al Partido Popular: "Ellos organizan ahora las fiestas y no concibo que puedan seguir vulnerando los derechos fundamentales":
ERICK CANINO, Santa Cruz de Tenerife.
http://195.55.52.1/2007-09-15/santacruz/santacruz1.htm
El abogado de los vecinos de la zona centro que reclaman que no se vulnere el derecho fundamental al descanso las noches de Carnaval, Felipe Campos, lanza un reto a Ángel Llanos, primer teniente de alcalde y líder del PP, partido que gestiona ahora la organización de Fiestas: "Él me demostró el año pasado su sensibilidad al problema del ruido en la zona centro por las celebraciones nocturnas. Espero que ahora cumpla". Detrás de este mínimo margen de confianza concedido a Llanos aparece un nuevo litigio judicial. No hay término medio: o las fiestas salen fuera de las zonas residenciales o se produce un regreso a los juzgados. El abogado es categórico y advierte de que son dos las sentencias que les han dado la razón: "Existen sendos fallos que confirman que la celebración nocturna del Carnaval en la calle vulnera derechos fundamentales. El dictamen que emitió en julio el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº1 de Santa Cruz lo vuelve a dejar claro. A esta sentencia hay que sumarle la del Tribunal Superior de Justicia de Canarias del año pasado".
La polémica madruga debido al adelanto de las fiestas, que este año arrancan días después de la visita de los Reyes Magos, en enero.
Campos confía en que este año el PP termine con esta situación de riesgo con un cambio radical en el planteamiento de las celebraciones: "No me puedo imaginar que este año el PP organice los actos musicales en la calle, con los quioscos y demás, vulnerando los derechos fundamentales", añadió el abogado de los vecinos del centro.
Para Campos, la solución es única, el traslado: "El tema está muy claro, tienen que celebrar los encuentros en otra zona. La última sentencia vuelve a ser firme. No se puede conciliar el derecho a la salud de los vecinos con el derecho a la fiesta. Ya ha quedado más que acreditado en ediciones anteriores que las medidas correctoras no sirven para nada".
Personalizar en Llanos.- El abogado apunta a Ángel Llanos como elemento clave para resolver el conflicto: "En los Carnavales del año pasado, en época electoral, me demostró personalmente su sensibilidad al problema. Espero que no se haya olvidado. Hay que darle un voto de confianza porque es la primera vez que enfrenta al problema. No me puedo imaginar que el Partido Popular incida en el mismo error por una cuestión electoralista".
Ejecución de la sentencia.- Campos aclara que una reiteración en la celebración de los actos nocturnos en la zona centro podría deparar una postura definitiva de la justicia: "Dado que el año pasado no se cumplió la sentencia, tanto nosotros como el ministerio fiscal intentamos que el juez incluyera en este último fallo la orden para que directamente se organizara la fiesta en otro sitio. Este último punto no se logró y quizás por esto el ayuntamiento haya vendido el último fallo como un triunfo. Si el emplazamiento se repite, entraríamos otra vez en un litigio en los tribunales. Llegados a este punto, sí espero que los jueces se atrevan a dar la orden ejecutiva. Esto ya sucedió en Las Palmas y tuvo que acudir la Policía Nacional a cerrar los quioscos".
Diario de Sevilla
Domingo, 16 de Septiembre de 2007. Portada | Sevilla
La peatonalización se diluye
02:57 J. MUÑOZ
http://www.diariodesevilla.com/165312_ESN_HTML.htm
La teórica apuesta por la peatonalización y la recuperación de grandes espacios públicos para el disfrute de los peatones, que ha sido el leitmotiv del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, en su último mandato, está perdiendo fuerza conforme se van conociendo los programas de usos elaborados por el Consitorio para estos enclaves urbanos. De la idea original de una ciudad para las personas, en la que los peatones ganen terreno al coche, se está pasando de facto a un modelo en el que el gobierno municipal planea destinar buena parte de esas zonas a instalar nuevas terrazas de bares y a ampliar los veladores privados.
El último ejemplo de este singular proceso, que se aplica con el argumento de sus supuestos efectos revitalizadores, es la Alameda de Hércules, donde el Consistorio ha anunciado a los hosteleros que podrán instalar 400 mesas y 1.500 sillas en el amplio espacio central surgido gracias a la reurbanización. Esta medida, que provocará concentraciones de más de 2.500 personas, supone prácticamente duplicar el espacio que actualmente ocupan los veladores existentes, que durante el día y buena parte de la noche suman más de 200 mesas, en algunos casos incluso sin la correspondiente autorización municipal.
Con independencia de este último extremo, que el Ayuntamiento va a salvar dando todas las facilidades posibles a los empresarios para regularizar su situación, en incluso tiene previsto subvencionarles si se apuntan a un plan de homogeneización estética, lo más grave es que estos nuevos usos, lúdicos pero también lucrativos, al beneficiar a empresarios privados, se apartan por completo del proyecto prometido inicialmente. De hecho, la rehabilitación de la Alameda sólo contemplaba cuatro quioscos, los dos antiguos que están siendo remodelados y otros dos de nueva construcción, además de la instalación de tres fuentes ornamentales en el centro del paseo. En modo alguno estaba previsto que hubiera una presencia masiva de veladores. El diseño de la nueva Alameda dejaba precisamente libre esta banda central, con la idea de su aprovechamiento para la organización de toda clase de actividades culturales o lúdicas. No se pensaban poner ni juegos infantiles, como solicitaron algunos de los vecinos de la zona con el argumento de dejar el mayor espacio libre posible. La ocupación de la zona con las mesas y sillas previstas ahora por el Ayuntamiento reduciría de forma notable su utilización ciudadana.
Algo parecido sucede con los nuevos escenarios peatonales de la Avenida de la Constitución y Plaza Nueva. En la primera, el Ayuntamiento pretende autorizar la ampliación de los actuales veladores, lo que implicará que los peatones tendrán que convivir con el tranvía, que en dos de sus tramos invade ya físicamente la mitad de la Avenida y de la calle San Fernando. En Plaza Nueva, el alcalde quiere facilitar la apertura de nuevas terrazas y de un quiosco-bar, porque tras la remodelación el gobierno local no quedó muy satisfecho de la imagen final.
Los usos que se barajan para las nuevas zonas peatonalizadas, además de reducir el espacio libre, contrastan con la excesiva tolerancia en el control de los veladores de las plazas, que incumplen reiteradamente los horarios de cierre, lo que puede dar pie a inconvenientes con unos vecinos que, como ha ocurrido en la Alameda, han visto hace unos meses cómo se convertían en escenario de botellonas y las masivas concentraciones juveniles.
Otro de los aspectos que suscita controversias es que los nuevos veladores se instalarán en lugares cuyo entorno está declarado Zona Acústicamente Saturada (ZAS), lo que puede provocar una situación de privilegio de unos sobre otros.
La Voz de Galicia
La policía estrecha el cerco al botellón en el casco histórico con el comienzo del curso
Esta semana desalojó de A Quintana y Praterías a dos grupos de jóvenes
Autor: Ángel Paniagua Fecha de publicación: 16/9/2007
http://www.lavozdegalicia.es/santiago/2007/09/16/0003_6145664.htm
Es una noche tranquila, muy agradable, para ir en mangas de camisa. Probablemente, una de las pocas que quedan en Santiago hasta el próximo verano. Las cazadoras y jerséis reposan en las escaleras de A Quintana mientras sus dueños charlan y se toman una copa. Deben de ser un centenar, más o menos. Hay un bullicio generalizado, pero sin grandes alborotos. No es mayor del que provocan las terrazas de la propia plaza y de la Vía Sacra (Casa das Crechas, Albaroque...). En el suelo hay unos cristales rotos, un par de botellas abandonadas y algún vaso pisado. Es jueves, una de la mañana.
Media hora más tarde, cuando algún reguero oloroso y amarillo ya marca la frontera entre el botellón de A Quintana y las terrazas de Vía Sacra, una legión de jóvenes sube en tropel las escaleras, en busca de otro sitio. En la parte de abajo de la plaza hay un Picasso blanco y dos figuras azules e inamovibles se recortan delante de él. Hay otra que habla con los chavales. Nadie levanta la voz. El Picasso ya había atravesado la plaza otras dos veces pero los jóvenes no habían captado la indirecta.
-¡Eh!, ¿qué pasa? ¿Adónde os vais?-, se escucha escaleras arriba.
-Nada, para otro lado. Nos acaba de echar la poli.
La poli seguirá en ese plan. Tiene órdenes expresas de evitar que los jóvenes hagan botellón en el casco histórico. Lo hace desde hace meses, pero ahora empezará a tomárselo con más intensidad. «Lo que hacemos -relatan fuentes de la Policía Local- es invitar a los jóvenes a que se vayan a la Alameda». Esas invitaciones servirán, en principio, para que la zona vieja quede un poco más despejada por las noches de gente que bebe en la calle. El impacto de esta práctica en el casco histórico es mucho mayor que en la Alameda.
Esta prohibición de beber en la zona monumental ya la preveía la ordenanza de convivencia, residuos y limpieza vial, que entró en vigor este año y que contempla multas de hasta 750 euros por beber en las rúas. La concejala de Seguridade Cidadá, Marta Álvarez-Santullano (PSOE) confirma que «vamos a empezar especial atención en los días de movida a partir del último jueves de este mes». Esto quiere decir que ningún día se podrá hacer botellón en la calle, pero que algunos días, especialmente los jueves, la vigilancia será mayor. Esta medida, según Álvarez-Santullano, es «prioritaria».
La local y la nacional
La policía vigilará con lupa sobre todo las centenarias plazas de la ciudad histórica. En principio, este plan implicará a la Policía Local pero se intentará establecer colaboraciones con la Nacional.
A Quintana no fue el único lugar desalojado el jueves. Los chavales que tuvieron que dejar de beber esa noche en la plaza se encontraron con que a los que lo habían intentado en Praterías, aunque eran muchos menos, les pasó lo mismo.
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